—Lo que me cuentas es inaudito— meneó la cabeza Lug cuando Cormac terminó la historia de Solana-Helga.
—Yo también lo pensé cuando la escuché de los labios de Humberto, pero al parecer, Akir confirma que en efecto ella está viva.
Pero lo inaudito para Lug no era el hecho de que Solana hubiera sobrevivido a ser enterrada viva. Lo inaceptable para él era que su madre hubiera sido la artífice de todo aquello.
—Pero si Helga sabía dónde estaba Akir, ¿por qué no nos lo dijo?— cuestionó Ana.
—Porque de alguna manera, es parte de todo este juego— musitó Lug.
—¿Cómo vamos a hacer para desentrañar toda esta maraña?— interpuso Juliana—. Todos mienten, y cada uno parece tener una agenda diferente.
—Tal vez allí está la clave— comprendió Lug—, en las agendas de cada uno.
—Veamos qué piezas tenemos y cómo encajan— sugirió Juliana.
—Bien— concedió Lug—. Comencemos con la Perla: ¿Qué es lo que quiere la entidad que la habita?
—Un cuerpo— respondió Augusto.
—Eso ya lo tiene, tiene el cuerpo de Llewelyn— dijo Dana con frustración.
—Pero el cuerpo de Llewelyn no es el que quiere— dijo Lug.
—El plan original parece haber sido que la Perla estuviera en el dedo de Lug— intervino Cormac.
—Eso tiene más sentido— asintió Govannon—. Si yo fuera una entidad buscando un cuerpo, querría el cuerpo de alguien poderoso.
—Entonces estamos hablando de algo más— dijo Lug—. No busca solo un cuerpo específico, sino también una mente en particular con la que fundirse.
—No— negó Dana con la cabeza—. Si su mente estuviera fundida con la de Llewelyn, no lo percibiría como dormido. Creo que la mente de nuestro hijo está intacta, pero subyugada, sedada. La entidad solo necesita su cuerpo, no su mente.
—Tal vez no esté usando su mente, pero definitivamente está usando su habilidad. Tal vez eso es lo que quiere: hacerse con las habilidades de Lug— ofreció Ana.
Los demás asintieron, pero Cormac repuso:
—No, no es eso. No es Lug el que le interesa. Si así fuera, habría manipulado a Llewelyn para que le diera el anillo a Lug. Además, deben tener en cuenta a la muchacha de la cúpula. Todo parece indicar que es un receptáculo esperando ser llenado.
—Su mente está vacía— informó Lug—. Si quiere a esa muchacha, quiere solo un cuerpo.
—Pero, ¿para qué le sirve el cuerpo de la hija de un duque? ¡No tiene ninguna habilidad especial!— opinó Govannon.
—Tal vez eso es lo que necesita— respondió Augusto—. Alguien sin mente, sin habilidades.
—¿Por qué habría de querer eso?
—Porque alguien en ese estado no puede pelear contra la usurpación de su cuerpo por parte de una entidad ajena— respondió Juliana—. Bien pensado, hijo. Hemos estado considerando lo que la entidad quiere y no hemos tenido en cuenta hasta dónde esta entidad puede obtener lo que quiere.
—Pero recordemos que Llewelyn estuvo dentro de la cúpula— comentó Ana—. La entidad tuvo acceso al cuerpo de la chica, ¿por qué no lo tomó, si es eso lo que quería?
—Porque no es tan simple— respondió Govannon—. Como dije antes, el proceso es delicado y complejo. Se necesita a alguien que sepa cómo hacerlo.
—Pero la única que aparentemente sabe cómo hacerlo es Marga, y ella está muerta— dijo Ana.
—Tal vez la entidad no sabe que Marga murió— ofreció Augusto.
—Aun si la entidad no lo sabe, Avannon sí lo sabe— dijo Govannon.
—Por supuesto— asintió Lug, comprendiendo—. Por eso Avannon buscó a alguien más para ayudar a hacer la transferencia, por eso secuestró a Akir para atraer a su abuelo. De alguna manera, Zenir tiene el conocimiento necesario para el procedimiento.
—Overkin es Avannon— concluyó Ana.
—Tiene sentido— asintió Govannon.
—No— negó Dana—, ninguna de estas elucubraciones tiene sentido. ¿Dices que el proceso de usurpación no es tan simple? No es cierto, sí lo es: tomó control de Llewelyn solo porque el anillo está en su dedo.
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Editado: 12.10.2019