La Constante Oculta de Roma

Prólogo: El Abismo de Roma

Victoria

Solo escuchaba las campanas resonar mientras mis pies se movían por inercia. Veía la iglesia a lo lejos; la cúpula se alzaba a medida que nos acercábamos, pero el repicar me aturdía. Solo sabía que debíamos llegar a esa iglesia antes de que otra muerte nos empujara al abismo, del cual aún teníamos esperanza de salir. Era el último lugar de toda Roma que aún no habíamos revisado, y estábamos seguros de que la respuesta se encontraría allí.

Pensaba en Sam, pensaba en Jake, pensaba en los miles de fieles católicos reunidos en la plaza esperando un milagro. Pero lo único que tenía en mente era llegar, que mis pulmones no me abandonaran, solo llegar.

Escuchaba los pasos de mi compañero a unos metros de mí, ambos corriendo en la misma dirección, agotados de ir de un extremo a otro de la ciudad, cruzar hacia el Vaticano y regresar a Roma.

Lo único que deseaba era llegar y encontrarlo con vida.

Samuel

El corazón se me iba a salir del pecho; las piernas me pedían a gritos que me detuviera, pero sabía que si parara, todo se acabaría. En cuestión de horas, todos estaríamos muertos si no llegábamos a esa maldita iglesia, y que Dios me perdone por maldecir un lugar sagrado. La desesperación, a este punto, hacía que pensara cualquier cosa.

Veía a Victoria casi a mi lado, tratando con todas sus fuerzas de seguir corriendo, con la mirada fija en la iglesia que se alzaba frente a nosotros mientras la distancia se acortaba. Solo nos quedaba este lugar y una sola oportunidad.

Desde que la conocí días atrás, me dejé cegar por su belleza, por su firmeza y su seriedad. Con el pasar de las horas y la búsqueda, supo que era más que una cara bonita o una doctora talentosa en su campo; definitivamente, era mucho más.

Y con el deseo secreto de conocerla más, y al mismo tiempo seguir viviendo, saqué las últimas fuerzas que tenía para aumentar la velocidad y entrar a la iglesia antes que ella.

Pero no fue la mejor decisión; me sentía perdido en aquel mundo al que ella pertenecía a la perfección, un mundo que pendía de un hilo.



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En el texto hay: accion, aventura, vaticano

Editado: 27.10.2025

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