Tengo miedo de morir. La muerte es algo que siempre me ha asustado, por lo que he hecho de todo para sobrevivir en este mundo cruel. He visto las miradas vacías de aquellas personas que perdieron la vida y es realmente devastador. Esas personas con sueños, esperanzas e ilusiones, todo arrebatado en cuestión de segundos y sin siquiera percatarse de lo sucedido.
Debido al temor, termino abriendo los ojos en plena noche. Escucho a mis compañeros roncar a mi lado, la verdad les envidio tanto por tener un sueño placentero, algo que me ha sido negado desde hace mucho tiempo.
Pronto siento mucha sed, por lo que me levanto con dificultad para acercarme al jarrón de agua. La noche está tranquila, pero mi corazón sigue agitado por el temor de que esta sea la última vez que respiro. No me había sentido así por mucho tiempo, quizás este viaje ha sido más duro de lo que creía, hice cosas que jamás pensé que haría y hasta conocí personas que se preocuparon por mi bienestar.
Es bastante lindo sentir todo eso, por más que no lo mereciera. Solo soy un ruin ladrón, quien no teme mancharse las manos con tal de obtener un pedazo de pan. Mi vida no vale nada, pero pese a todo tengo muchos deseos de vivir. Es lo único por lo que estoy dispuesto a luchar, no me importa nada más.
O eso era lo que creía, hasta que vi a esa persona que me ha protegido durante todo el camino en un peligro mortal.