La corona de la Emperatriz

Capítulo VI: Pruebas y juegos

 

Zyan

—Zac, consideras que poner a alguno de estos inútiles junto al emperador es un favor o una traición—Le insinué a mi compañero, pero no hubo respuesta el seguía mirando hacia una dirección dentro del palacio y cuando miré al mismo punto mi cuerpo se enfrió — ¡¿Por qué el emperador lleva a la emperatriz en sus brazos?!

—No hagas nada estúpido—Fue lo primero que dijo tratando de contenerme, pero solo me hizo enojar más­—Elio no permitiría que él le ponga un dedo encima

—Claro que no Zac—Reí con sarcasmo—Ya le puso más que un dedo encima por si no te has dado cuenta

—Zyan entiendo tu molestia más de lo que imaginas, pero en términos de poder no podemos hacer nada ante él— Agarro mi muñeca y su poder inicio a hacer efecto en mi cuerpo y lentamente me fui relajando, pero mi mente seguía inquieta—Además no nos conviene que se generen rumores sobre la emperatriz.

Sus palabras eran dichas con cautela y de forma pausada para poder ser entendido, dejo de sujetarme y volvió a fijar la mirada en los participantes que seguían en la prueba, debía de prestar atención en los que destacaran, pero solo podía pensar en la imagen del emperador cargando a la emperatriz. Contaba los días para la caída de Clyde y anhelaba ver su cara cuando se diera cuenta de que todo lo que alguna vez fue suyo se desvanecía. Perdería su corona y a la mujer que se la entrego, y todo sería dado a la persona que más odiaba.

—Solo espéralo…—murmure, pero Zac me escucho

—Se lo que piensas y aún es muy pronto—Sus ojos irregulares me miraron directamente, la franqueza con la que hablaba a veces resultaba útil y la mayor del tiempo irritante— Y no estás listo para ascender.

— ¿Quién lo dice? — Le inquirí.

—La emperatriz—un golpe directo a mi orgullo, sonríe con satisfacción después de todo nuestra relación no era de amistad y solo nos unía un objetivo en común: preservar la vida de ella—Si ella quisiera te hubiera dado el puesto desde el momento en que se enteró del engaño, pero no lo hizo así que debes esperar a que te lo entregue.

—Tal vez no tenga la corona ni el título, pero ella me permitió tener el poder que le concierne al bastardo—Susurre y aproveche el ruido de una explosión para hablar más cómodamente— No necesito una corona si la tengo a ella.

— ¿y ella te quiere a ti? —Realmente irritante, las voces a mi alrededor se desvanecieron y solo quedaron las palabras de Zac— Dime alguna vez te dijo que te necesitaba o que te quería, mejor aún ¿te dijo que te amaba?

Las palabras se convertían en pequeños puñales, desde que tengo memoria nadie me había demostrado amor. En el ducado donde crecí solo se me enseñó a ser un buen sucesor sin ningún afecto en mi crianza. Al llegar al distrito para convertirme en el escolta de la princesa era lo mismo, pero ella me enseño otra cosa, los colores se encendieron y ella se volvió mi mundo y si yo no podía vivir en ese mundo entonces prefería morir a volver a ese mundo gris que tanta soledad me trajo.

 

— ¿y a ti? — No esperaba que le contestara— Hasta el momento he cometido actos que merecen la muerte y ella me sigue salvando, la conocemos tan bien como para saber que ella nunca diría directamente que ama a alguien— Sus pupilas se dilatan y puedo ver como inicia a maquilar respuestas igual de severas que las mías­— Deberías hacerte a la idea de que tendrás que arrodillarte ante mí en un futuro no muy lejano

—Tienes mucha soberbia Zyan, te desbordas en ella—Fue solo un segundo y ahí estaba, su debilidad. —y…

­—Y tu poca confianza en ti mismo, crees que no me doy cuenta de tu inseguridad—Lo encaro, su cuerpo se tensa a medida que me acerco—Si crees que diciéndome palabras vacías puedes herirme te equivocas solo me demuestras que estas asustado de que te desechen.

Antes de que pudiera contestarme la ronda había terminado, la conversación está muy lejos de haber acabado, pero por el momento yo iba ganando, Zac me ignoro el resto del día y yo lo acepte.

Los competidores que quedaron no eran los mejores. A lo mucho eran pocos los que podían ser reconocidos como buenas opciones como escoltas, Nerea era de las mejores. Su habilidad con el viento la hacía ágil y veloz como un leopardo, sus oponentes eran cosa de juego para ella, fue la primera en acabar la ronda de eliminación con la mejor puntuación. No sería tarea sencilla eliminarla.

Las plagas, así como la hierba mala debía de matarse con paciencia, si la cortaba ahora crecería más fuerte después, debía arrancarla desde la raíz y quemar el suelo en donde nació para asegurarme de que nunca vuelva a nacer y que la dueña del jardín solo pudiera ver las hermosas flores que había cultivado con tanto esmero y tal vez… podría llevarse una rosa.

Siguiendo el protocolo lleve a los participantes que prevalecieron a sus habitaciones temporales, las pruebas aún estaban lejos de terminar. Anteriormente se les asignaban habitaciones dentro del palacio principal para que se fueran acostumbrando a vivir dentro de este mismo, pero la emperatriz fue clara en una sola cosa por ningún motivo compartiría el mismo techo con ella y creo que todos estábamos de acuerdo con tal decisión.

El problema es que debía de recorrer un largo tramo solo para indicarles donde iban a descasar, el palacio Roxanne era la mejor opción.




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