La corona del corazón

El Reino Del Latido

Elara Veyra siempre había creído que el palacio de cristal de Veyrath era hermoso. Sus torres brillaban como espejos bajo el sol, y por las noches las estrellas parecían inclinarse para rozar sus cúpulas doradas. Sin embargo, aquella mañana, mientras caminaba por los pasillos interminables, las paredes le parecieron más estrechas que nunca.

El murmullo de la corte hablaba de una sola cosa: la boda real. Su boda.

—Mi princesa —dijo Miriel, su dama de compañía, mientras ajustaba el broche de plata en su vestido azul—. Todo el reino espera con ansias el anuncio.

Elara esbozó una sonrisa débil, como quien finge que no siente una daga atravesando el pecho. “Ansias…”, pensó. ¿Cómo podían ansiar lo que para ella era una sentencia?

El sonido metálico de una espada la sacó de sus pensamientos. Al girar, lo vio. Kael Draven, capitán de la guardia, estaba en el patio de entrenamiento, su figura recortada contra el cielo. Sus movimientos eran precisos, cada golpe de su espada un poema de fuerza y disciplina. Pero no eran sus brazos los que le robaban el aliento, sino la forma en que sus ojos se encontraron con los de ella, apenas un segundo… y suficiente para encender un fuego prohibido en su pecho.

Elara apartó la mirada al instante, consciente de que aquel sentimiento debía quedar enterrado bajo capas de deber y silencio.

Antes de que pudiera respirar, un sonido resonó por todo el palacio: el eco de un latido. Era suave, apenas perceptible, como si viniera desde muy lejos. Nadie más pareció escucharlo, pero Elara sí. Lo sintió vibrar en su piel, en su sangre. Y entonces, recordó las viejas palabras que había oído de niña:

"La Corona del Corazón no adorna la frente… late en el alma de quien la reclama."

Un escalofrío recorrió su espalda. Porque, en el fondo, sabía que aquel latido no era del reino. Era el suyo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.