Káeli debido a que se quedó ahí y no huyó cómo Lyontari, fue deportada nuevamente al Regnum del Aereux; Káeli fue tratada manera muy mala durante el transporte, al igual que todos los inmigrantes hasta ser llevados a la aduana al Sur de Verác Pverto ('Puerto Verdadero o Veraz'), al mismo lugar donde había llegado en barco al Reino del Metal: Ciklóniko Ecnya. Aquel lugar donde había llegado en primer lugar era nuevamente el lugar donde se devolvería a su ducado, Afrodisyakós ('estimulante').
Una vez que fue procesada en la aduana fue devuelta en barco hasta su ducado nuevamente, en el proceso se le arrebató todas sus pertenencias en la aduana, a excepción de la gema que le regaló Jadeít a Káeli, básicamente porque era un regalo de la princesa.
Una vez estando en Ciklóniko Ecnya, una ciudad que se encontraba en el nordoeste de Afrodisyakós, fue expulsada de la aduana y ahora se encontraba en la calle sin un vegar (es la unidad de medida más baja del Reino del Aire, equivalente a los centavos).
Se acercó a un parque poco concurrido que que había por la ciudad, se sentó al lado de una jacaranda, un árbol muy vistoso que da flores color morado. Sentada bajo la sombra comenzó a pensar alguna manera de conseguir dinero para regresar a Reál Ufteró y pedir alojo nuevamente en su viejo hogar.
Mientras Káeli pensaba esto jugueteaba con su cabello viendo hacia el árbol, entonces cuando comenzó a levantarse para empezar a buscar algún trabajo rápido vio el collar que Jadeít le había dado, el mismo que la había salvado dos veces ya, ¿acaso una tercera estaría de más? Káeli tomó el Amuleto del Rey y llamó a Jadeít de dicho amuleto haciendo que esta se pseudomaterializase en un fantasma.
–¿Para qué es que me ha llamado?– Jadeít le preguntó a Káeli.
–Necesitaba saber más sobre este Amuleto del Rey, ¿qué exactamente es?– Le preguntó Káeli.
–El Amuleto del Rey es una reliquia antigua que perteneció al Dragón Real, un poderoso dragón cuadrúpedo color marrón rojizo muy obscuro, dicha gema perteneció primero al Reino del Agua cuando la reina Yukí Últimus logró matarlo, dicha gema fue utilizada por esta reina para avanzar en la conquista de reinos vecinos.– Responde Jadeít.
–Si es una gema del Reino del Agua, ¿cómo llegó a manos del Reino de la Tierra?– Preguntó Káeli a Jadeít.
–Sí, en un principio lo fue, pero conforme fueron pasados los años, llegó al Reino de la Tierra como regalo de bodas para una de las duquesas del reino.– Responde Jadeít.
–Comprendo. ¿Y esta gema qué ventajas otorga?– Pregunta Káeli como su última pregunta.
–Esta gema le da al portador energía mágica ilimitada, con esta gema jamás te cansarás de usar hechizos y no solo eso, esta gema puede ser usada para realizar brujería, por lo que no importa el tipo de magia, puedes realmente utilizar cualquiera y seguir intacta y tu alma no será afectada; además al portador de esta gema se le dará la oportunidad de tener un protector y maestro en la magia, alguien que sea capaz de guiarlo y protegerlo si es un novato, por lo que esta gema también sirve para entrenar.– Responde Jadeít.
–Con que por eso me protegiste de Risko aquel día...– Empieza a relacionar Káeli.
–Así es, vuestra merced.– Le confirma Jadeít.
–¿Vuestra merced? Pero si yo no soy una princesa, ja, ja.– Dice Káeli riéndose por tal trato.
–Eso no es lo que piensa la gema.– La contradice Jadeít.
–¿Ah?– Káeli se queda aún más confundida, después de todo incluso su familia fue exhiliada del Reino del Metal en su momento y por eso fue deportada.
–El amuleto del Rey no tiene ese nombre simplemente porque sí, es un amuleto, una gema que socorre a su portador, pero solo la gema brillará al tener como portador a un legítimo heredero al trono, de cualquiera de los seis reinos.– Le aclara Jadeít a Káeli.
–¿Pero cómo es eso posible si mi familia fue exhiliada del Reino del Metal?– Pregunta Káeli.
–Sí, tu sangre está exhiliada del Reino del Metal y perdiste el derecho al trono, pero sigues siendo la legítima heredera al trono del Reino del Aire.– Le responde Jadeít.
Káeli en ese momento pudo comprenderlo y era cierto, ella siempre había pensado justamente sobre aquello, soñado con esto que ahora tenía frente a sus ojos, algo que pudiese demostrarle quien era realmente, una prueba irrefutable de su veracidad cómo heredera al trono, la eugobernadora y posiblemente una salida de su pueblo que ahora estaba decayendo. ¿Acaso esto era acaso el destino que los dioses le habían dado?, ¿acaso los dioses finalmente habían escuchado sus súplicas entre llantos nocturnos?
–⸘Entonces eso significa que puedo ir a la presidencia nacional y demostrar que yo soy quien debería estar allí‽– Pregunta Káeli emocionada.
–De cierta forma lo que insinúa es correcto, pero...– Jadeít se detiene por un momento antes de darle la mala noticia.
En el rostro de Káeli se pudo ver perfectamente como su rostro con sus ojos iluminados por la esperanza comenzaba a desilusionarse nuevamente esperándose lo peor.
–Lamentablemente por lo poco que sé de la situación actual del país, eso sería demasiado peligroso, un suicidio inconscientemente sería prácticamente.– Responde Jadeít.
–Claro... Sería muy tonto ir así como así siendo que claramente es una dictadura.– Responde Káeli poniéndose a recordar que en primer lugar su último rey murió de maneras "inciertas" demasiado sospechosas.
–Lamento decirlo, pero está en lo correcto.– Le reafirma Jadeít.
Káeli vuelve nuevamente a ese estado en el que alguna vez estuvo al principio nuevamente preocupada.
–Sé que estás preocupada por la situación actual en la que pasas dónde careces de dinero. ¿Te parece si tu primera enseñanza es crear cobalto?– Le pregunta Jadeít.
–¿Cobalto?– Káeli se queda extrañada ante esa propuesta.
–El cobalto es un mineral muy difícil de crear con magia debido a que se necesita mucha energía, lo mismo pasa con el níquel, el oro, la plata y otros tipos de minerales. Aunque es verdad que su valor es muy bajo para lo raro que es encontrarlo naturalmente en el planeta, si dominas el cobalto con ayuda del Amuleto podrías conseguir una buena cantidad de dinero, especialmente aquí. El níquel, la plata y el oro son materiales aún más difíciles de crear, por lo que podríamos descartarlos como primeras lecciones.– Le explica Jadeít.