La Coroneta

47. Haría lo que sea porque te fijes en mí

Lyontari y Káeli habían llegado a casa con Elafê nuevamente, habían pasado primero de compras por ropa y un bolso para Káeli; el aroma a café recién hecho y el olor indiscutible de panqueques inundaba el departamento, por lo que dejaron las cosas en la sala y procedieron a saludar a Elafê.

–¡Eso huele muy bien!– Expresó Káeli.

–¡Pues espera a probarlo!– Respondió Elafê desde la cocina.

Todos se sentaron en la mesa a cenar juntos después de un cansado día de trabajo para todos. La relación de todos había mejorado significativamente.

Káeli fue la primera en terminar, pero no tenía ganas de levantarse aún, por lo que espero que Lyontari se levantase primero.

–¿Puedes llevarte mis cosas también, amorcito?– Preguntó.

–Claro que sí, linda.– Respondió Lyontari.

Lyontari se llevó las cosas y las colocó en el lavabo.

–Vaya que no ocultas que es tu novio.– Dijo Elafê, un poco enferma de lo melosos que se estaban poniendo.

–Obviamente, ¿cómo no voy a hacerlo con mi novio?– Dijo enfáticamente Káeli, mientras una sonrisa se manifestaba como una pequeña pizca de toda la felicidad y ganas de gritar que sentía.

–Sí… Hace mucho que no te veía así.– Mencionó Elafê.

–¿En serio?, ¿desde cuándo?– Preguntó Lyontari volviendo.

–Desde que… éramos pareja, realmente no es como que haya tenido muchas parejas Káeli.– Respondió Elafê.

Aquel comentario desconcertó a Lyontari.

–¿Fueron pareja?– Preguntó Lyontari.

–Bueno, sí, pero eso fue hace mucho… estaríamos en la secundaria, creo.– Respondió Káeli.

–¿Y por qué no me lo habías dicho?– Preguntó Lyontari.

–No pensé que fuese algo importante.– Dijo Káeli.

Lyontari intentó pasar de largo aquella información, no era muy importante realmente, pero le molestaba un poco. Elafê notó que las cosas estaban comenzando a ponerse tensas, pero no sabía si debía intervenir, por lo que espero a ver si solucionaban las cosas por sí mismos.

–Bueno, ¿hay algo más que aún no me hayas dicho?– Preguntó Lyontari retomando la palabra.

–No…, creo que no—¡Auch!– Dijo Káeli, pero fue sorprendida por una pequeña patada de Elafê.

Los ojos de Elafê expresaban todo lo que ella quería decirle: Díselo.

–Bueno…, la verdad es que no sabía si éramos novios o no hasta hace poco…– Confesó Káeli.

–¿Qué?– Preguntó Lyontari mientras intentaba entender cómo había llegado a eso. –¿Por qué no?– Preguntó Lyontari.

–Bueno, tú no me habías preguntado y… solo no estaba segura.– Respondió Káeli sinceramente.

Lyontari se quedó pensativo un tiempo mientras intentaba tomárselo con calma.

–¿Me estás diciendo que después de lanzarme desde un dragón hacia un desquiciado aún no te veía como mi pareja?– Preguntó Lyontari.

–Perdón, no es eso… solo no sabía.– Respondió Káeli.

–¿Y por qué nunca me preguntaste?– Preguntó Lyontari.

–Tenía miedo de que no lo entendieses…– Respondió Káeli.

Si bien, Lyontari hasta ese momento se había tomado las cosas con bastante calma, ese pequeño comentario fue suficiente para indignar completamente a Lyonhari.

–No confías en mí aún.– Respondió Lyontari.

–¡Claro que confío en ti!– Contradijo Káeli.

–Claro que no, ¿o es que no es importante saber que estoy viviendo con tu… exnovia?– Preguntó Lyontari molesto.

–¿Tiene algo de importante que ella sea mi exnovia?– Respondió Káeli comenzando a sentir la molestia de Lyontari.

–No, pero creo que podías habérmelo comentado desde hace mucho. Hemos pasado por mucho como para que apenas ahora me lo menciones.– Dijo Lyontari retirándose a la ventana para distraerse.

Káeli se quedó pensativa un tiempo: ¿realmente era importante? Se levantó Káeli y se acercó a Lyontari.

–Lo siento, pensé que las cosas estaban muy tensas entre tú y Elafê, no quería empeorarlas.– Dijo Káeli sin ver alguna respuesta por parte de Lyontari, entonces fue cuando se dio cuenta de lo que realmente tenía que decir. –Lo siento, solo me estoy justificando… No volveré a hacerlo.–

–Está bien…– Dijo Lyonhari mientras comenzaba a calmarse.

Káeli se acercó a Lyontari aún algo nerviosa, él la acercó más y la abrazó para tranquilizarla mientras le recostaba su cabeza en su pecho.

Las cosas parecían estar finalmente tranquilas y así fue como Lyontari finalmente le puso atención a la calles que se observaba por la ventana: Había una chica ahí, lo único reconocible fue un vestido rojo que traía; Lyontari intentó verla más para intentar saber si era alguien conocido, pero rápidamente desapareció.

Lyontari intentó no darle importancia y todos se fueron a dormir.

–Un nuevo día, una nueva oportunidad.– Expresó optimistamente Ġazi al levantarse.

Realmente estaba decidida a conseguir que Káeli se fijase en ella, se puso una blusa celeste que combinaba con su cabello y los pantalones ocres que le daban un aire de confianza, finalmente un abrigo beis encima.

Se puso frente al espejo para comenzar a aplicarse maquillaje, mientras eso sucedió, una pequeña pregunta fugaz le vino a la mente que nunca se había preguntado: ¿Y si a Káeli no le gustan las mujeres?

–¿En qué estaba pensando?, ¿por qué nunca lo pensé?– Reflexionaba Ġazi mientras a la mente le llegaban recuerdos, recuerdos que la hicieron reír. –Es como esas novelas de niña que leía donde los protagonistas no tenían ni una pizca de desarrollo con su orientación con nadie; me hubiese encantado tanto vivir eso…–

Ġazi siguió con sus dudas y es que no podía creer que algo tan importante se le había pasado por alto averiguar antes de dejarse ilusionar de más, sin embargo, ya se había dejado llevar de más para bajarse tan fácil, así que evitó seguir pensando en la posibilidad que no sacudiendo sus sobrepensamientos de su mente y siguió con su maquillaje. Terminado se miró al espejo, respiró hondo y salió de su casa.

El sol brillaba con fuerza aquella mañana así que procedió a activar un hechizo que evitaba que se le requemase la piel.



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En el texto hay: viajes en el tiempo, romance, altafantasia

Editado: 28.11.2024

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