El momento era mágico, aunque conforme se iban los rayos del sol, el ambiente lúdico y placentero comenzó a cambiar.
Kairos apareció con una expresión de preocupación en su rostro, al punto de olvidar el conflicto no declarado con Silvia. Con una voz que denotaba apuro y preocupación, habló con una calma mal disimulada:
—Lady Claudia, Silvia… ¿podrían dirigirse a la puerta?… es importante. Bajando la cabeza con humildad
Lo repentino nos dejó sorprendidas tanto a Silvia como a mí, pero esa noche no sería una noche normal.
—Sí, pero… ¿y Lady Livia? —mencioné preocupada—. No puede quedar sola, sobre todo si yo me comprometí…
Una silueta familiar emergió. Era Drusila, quien me dio una palmadita en la cabeza.
—Vayan, es importante. Yo me quedaré con Lady Livia… después de todo soy una sacerdotisa de Venus, sé defenderme. —Me guiñó un ojo mientras se dirigía hacia Livia.
—Si Lady Claudia te enseñó un juego, me encantaría que me lo enseñaras a mí —dijo la muy linda sacerdotisa de Venus Drusila, imaginando que Livia tenía una imaginación muy vibrante.
Me dieron ganas de quedarme para ver qué le respondería Livia, pero Silvia tomó mi brazo y fuimos a la salida rápidamente junto con Kairos.
—¡Vamos, debe ser algo urgente! Drusila no vendría aquí si no fuera importante.
Deseaba despedirme más adecuadamente de Livia, “mi hermanita menor”, pero sentía la preocupación de Silvia, que comenzaba a contagiarme a mí también. Era más que predecible que algo realmente importante debía haber pasado.
Caminamos rápidamente, algo que me incomodaba ya que mis caderas se movían frenéticamente y seductoramente. Bastaba ver a Kairos sonrojado, con cara de preguntarse qué rayos estaba haciendo o pretendiendo hacer esta cortesana, mientras atravesábamos las salas de la casa.
Yo me sonrojaba , cerré los ojos y me deje llevar
Al llegar a la puerta, pude ver cuatro sombras, dos de las cuales eran muy familiares.
— ¡Mi musa, mi inspiración!
Una silueta muy conocida avanzó rápidamente. Unos brazos grandes me abrazaron, sorprendiéndome con ese ataque de efusividad que me levantó del suelo unos centímetros, haciéndome casi girar como un trompo.
Me sonrojé al sentir a alguien más alto que yo moviéndome con tanta impetuosidad. Era una mezcla de extrañeza, sorpresa y una reminiscencia de noches apasionadas de entregas cómplices. Pero no estoy en ese plan por ahora. Concéntrate, Claudia. Respira hondo. No dejes que la época te absorba.
Felizmente, a Silvia no le gustó esa efusividad de Marcus. Notó mi incomodidad, el rojo que me estaba subiendo al rostro, y comenzó rápidamente a separarnos.
—Marcus… ¿tú también por aquí?
Mi cabeza giró hacia otra sombra muy familiar: ceño fruncido, dientes apretados, puño levantado y un rostro rojo de enojo que me miraba con furia.
—¿No se supone que estás preparándote para el concurso de poesía? Parece que lo único que te importa es darte besos y abrazos con mi querido Marcus. ¡Eres una gata rompe hogares!
No sabía si llorar o reírme. Ella no debía estar hablando en serio.
—Es en serio —dijo, mirando sorprendida a Silvia.
Ella levantó los hombros.
—No creas que me olvidé de la última vez. —Sacó su abanico y lo colocó cerca de mi cara—. Ojojojojojo… pero ha ocurrido un contratiempo —intentó controlarse después del exabrupto.
Sentía cómo Marcus trataba de mantener la compostura, pero le costaba. Tenía un dejo de frustración e impotencia en la mirada. Siempre era “el tipo divertido”, y me asustó verlo así.
—Lo siento, musa mía, pero ha pasado algo terrible… —respiró hondo, intentando tranquilizarse antes de decir la terrible frase—. Los padres de Livia han sido secuestrados. Esa noticia me dejo en blanco abrí mi boca tarde tiempo en hablar
—¡¿Pero por qué?! —exclamé pensando en la pequeña Livia.
Marcus cruzó sus brazos y bajó la mirada.
—Es extraño, pero pidieron 100 monedas de oro para ser entregadas por mí antes del amanecer. Inexplicablemente, nos dieron el lugar donde los tienen secuestrados: el fondo de la nueva mazmorra —agregó con cierta solemnidad.
“Mazmorra”… era una palabra extraña, salvo que fuera de un isekai genérico. Sin duda este mundo cambia más rápido de lo que logro entender. Y ese afán de que fuéramos, y de dar la ubicación, era como si quisieran que cayéramos en la trampa.
—Hey, Consoladora, deja de pensar en Marcus —sentenció Karina.
—Eres incorregible —respondí, frustrada y algo avergonzada.
Karina se dirigió coquetamente a Marcus.
—Perdona, corazón, retoma el punto —inclinó su cabeza hacia él, que se veía bastante incómodo.
Es el karma, pensé para mí misma.
—Bien, continuando. Ni idea de cómo llegaron allí. Se supone que la información de esta nueva mazmorra solo la debían saber la familia Cayus, la Bravia y yo. Pero Karina me ha jurado por los treinta y ocho dioses protectores que ella ni su familia tienen algo que ver. ¿Será un intento para romper el equilibrio de poderes del gremio y la ciudad?
Miré fijamente a Silvia… ¿estaría pensando lo mismo que yo?
¡Es una trampa!
Entonces noté a dos personas que no conocía observando la escena con curiosidad. Me quedé mirándolos, un poco avergonzada.
La primera persona era una mujer de contextura delgada. Vestía un sencillo vestido largo, llevaba el cabello castaño cubierto con una capucha y, sobre su rostro, una ¿máscara de kitsune? (zorro) Pero el detalle más llamativo era la guitarra que portaba en su espalda… ¿la habría visto en alguna parte? Me sentía inquieta, y con cierta timidez me dirigí hacia ella.
—¿Nos hemos visto antes?… ¿Podrías tú ser…?
Ella llevó su dedo índice a sus labios, invitándome a callar.
—Ese nombre se lo llevó el tiempo. Ahora soy solo Calendre, una trovadora errante y aventurera de rango C.
Sí, era la persona que estaba imaginando. Frente a mí tenía a una de los dos “humanos perfeccionados”, villanos que asolaron la ciudad de mi vida pasada y que fueron neutralizados por la heroína mágica. Eso significaba que ella también había viajado en el tiempo. Esto se volvía cada vez más extraño. Alguien con un poder tan alto podría fácilmente ser rango C, B o incluso A.
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viajes en el tiempo, cambio de genero, isekai o reencarnación en otro mundo
Editado: 29.11.2025