La Costa

CAPITULO III

CAPITULO III

LA AMISTAD ES LO UNICO QUE NOS UNE…

 

 

Los años fueron pasando, cuando Anghelo cumplió 18 abandonó los estudios, no porque no le gustara estudiar o por ser malo en ello, sino por no poder solventar una carrera, así que se vio obligado a abandonar los sueños de ser un abogado, comenzó a trabajar con Eughin Rotghers, él era el abogado del pueblo por lo que se ofreció hacerse cargo de nuestro caso, prometiéndole que pronto estaríamos por nuestra cuanta. tardo unos meses en juntar un poco de dinero y la famosa emancipación resultaba ser un sueño no imposible de cumplir, el por fin alejarnos de nuestras tías y regresar a nuestro hogar.

Pasaron dos años y mi hermano obtuvo mi custodia legal, pudimos regresar a nuestra casa, rota desarreglada y llena de recuerdos. Estuvimos días enteros arreglándola, pintando las paredes tapando huecos… esos huecos que de alguna manera reflejaban nuestro maltrato, nuestro dolor durante estos años y el taparlos nos daba la esperanza de arreglar de alguna manera nuestras vidas; por fin éramos felices luego de mucho tiempo por fin podíamos decir que nuestra vida nos pertenecía. La música fuerte retumbaba en las paredes mientras limpiábamos y arreglábamos. Por fin esas lágrimas de felicidad recorrían mis mejillas, ahora por fin entendía las palabras de mi madre, se podía llorar de felicidad.  

Recuerdo que lo primero que hice al ingresar a casa, fue subir a mi cuarto abrir mi ventana y dejar que la briza cálida al entrar tocara mi rostro e hiciera volar mi cabello, mire horas el cielo estrellado todo para mí. En mi espejo coloque una foto que Caleb y yo que nos sacamos en la Feria del pueblo y también una con nuestro grupo de amigos. Ellos no pueden faltar.

 Mientras leía me sonreía esos hermosos recuerdos venían a mi reflejando lo importantes que fueron mis amigos en esos momentos tan difíciles y lo fría que me había convertido al dejarlos sin avisos ni motivos.  

Una noche no nos dimos cuenta, y sin pensarlo nos quedamos dormidos en el bote el tiempo había pasado y era una de las cosas que se nos había vuelto una costumbre, al despertar era tarde, todos se habían levantado y se habían dado cuenta de nuestra ausencia los padres de Caleb llamaron a la policía mientras que Anghelo salió a buscarnos con otro bote.

Nos encontró remando volviendo a casa

_chicos! que ganas de meterse en problemas…tus padres te buscan con la policía dijo mirando a Cal con tono burlón, si otro nos hubiera encontrado en esa situación teniendo 17 nos hubiera matado.

Cuando llegamos a casa de Caleb la madre estaba furiosa y reprendiéndolo le dijo que se alejara de mí

_ esta chica…!! Deberías ponerle límites hace lo que quiere y encamina a Caleb al desastre. Le grito a mi hermano. _no entiendo como la justicia te permitió que la tuvieras a tu cargo. Remato con su comentario

_ay! Madeleine… no exageres son solo niños dijo Jonah no dándole importancia a su mujer

_ Que poco te preocupas por tu hijo, esta niña lo único que hace es meterlo en problemas..._ ¿desde cuándo hacen esto? ¿¡desde cuando nos ven la cara de tontos?!, somos tus padres ¡por dios!! Le decía a Caleb con desesperación y furia _ Mejor ve a tu cuarto antes que reaccione mal y deje de pensar que ha sido solo una travesura. Levanto su mano amagando para darle una cachetada, di un paso a delante y mis ojos se abrieron grandes al ver su reacción, no podía permitir que lo golpeara, no por mi culpa.

Caleb agacho su cabeza y corriendo subió las escaleras de su casa dando un portazo cerró la puerta de su cuarto. _por un lado Ud. señorita… se dirigió hacia mí con odio.

_si me permite señora…a mi hermana el regaño yo… por algo soy su tutor no lo cree?! La detuvo Anghelo previniendo que ella no se acercara a mi demasiado

_ La verdad que dejas mucho que desear en tu papel de responsable, no me sorprendería que terminaras de niñeros de todos sus hijos el día de mañana. Le contesto Madeleine irónicamente

_ cuidado con lo que dice señora!! En ningún momento la hemos ofendido o faltado el respeto le exijo que tenga la misma distancia conmigo dijo mi hermano exaltado por las indirectas de Madeleine.

_Madeleine!! Por favor son nuestros amigos no discutas por una travesura de niños. Agrego Jonah para calmar la tensión entre su mujer y mi hermano.

Esto sería el comienzo de muchos sucesos en mi vida desde el amor que sentía por Caleb y hasta por qué me fui de La Ribera.

Todo parecía tornarse en mi contra, la madre de Caleb me odiaba y yo no sabía el ¿porque?, que le resultaba difícil de entender, nos llevábamos bien, él se sentía cómodo conmigo y yo con él. Éramos amigos y yo no entendía por qué a ella le molestaba tanto que lo fuéramos.

Al salir de la casa, Anghelo me sermoneaba sobre la responsabilidad, que ya no teníamos 10 años para que siguiéramos comportándonos como niños.

_tienes 17 años, Lizzy… tienes que comportarte como tal, deja de hacer cosas de niñita! Entiendo que Uds. Se re quieren que son muy amigos, y es hermoso tener amigos así, pero, por favor… esa mujer no nos quiere y lo único que van a lograr comportándose así es más problemas. Las palabras de mi hermano, eran un puñal, como si resultara difícil no comportarme así, era algo que no podía evitar, era una fuerza que salía de mi pecho, no podía no estar con Caleb…

_si… entiendo, pero si yo no hago nada para que ella me odie así. Con Cal solo somos amigos. Le conteste

Anghelo se detuvo en la marcha y tomándome de los hombros y mirándome a los ojos me dijo _yo ya tuve su edad y no fue hace mucho, se lo que sentís, no soy tonto… y lo veo; te juro que no sé qué consejos darte, porque yo no los tuve, solo te puedo decir con mi experiencia que trates de que eso no intervenga, ni en tus estudios, ni en la relación que llevas con el ahora.




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