La Costa

CAPITULO IV

CAPITULO IV

LUEGO DE LA NOTICIA, DEBES VOLVER A LA NORMALIDAD.

 

Debíamos volver a nuestra realidad y cursar los últimos días de clases, Fran y Angélica comenzarían la universidad al finalizar el verano, el grupo se vería separado por un tiempo, por lo menos los veríamos a ellos para vacaciones y días festivos, pero no sería igual. Estos tres meses que teníamos por delante esperaba que fueran los suficientes para que Lena y Facundo arreglaran lo suyo, pero más deseaba que él tuviera la fortaleza suficiente para salir de esta situación.

Una vez ya en casa, me senté con Anghelo para contarle todo lo que había pasado, necesitaba una mirada optimista a lo que sucedía con Facundo, pero como todo adulto trato de ser imparcial y me aconsejo que no me metiera, cosa que resultaba imposible para mí, entendía lo que trataba de decirme, en que debía comportarme, en ser lo más madura posible a la situación, pero no podía, no podía quedarme así sin hacer nada y solo dejar que las cosas fluyeran. Esa no sería yo.

Salí de casa y mis pies me llevaron a un solo lugar, era como si tuvieran mente propia. La casa de Caleb se encontraba a unos metros y mi mente comenzó a debatir si había sido lo mejor haber llegado hasta ahí, había pasado tiempo que no hablábamos, desde esa charla extraña en la fiesta, no podía decir nada de nuestro amigo, aun si más tarde me lo reprochaba, pero no me correspondía a mi decírselo. Mi corazón necesitaba saltar con su presencia, necesitaba de su dosis diaria, él era mi anestesia, mi morfina especial…

Me detuve frente a su ventana y para que no se diera cuenta Madeleine que yo estaba ahí, tome una piedra pequeña del suelo y la lancé a su ventana, así una, dos veces hasta que el abrió el vidrio.

_hola. Salude despacio sacudiendo mi mano, el me señalo la puerta de entrada y con su dedo índice me dijo que hiciera silencio. Aguardé un momento y lo vi salir por la puerta, corrió hasta donde me encontraba y me tomo del brazo dirigiéndome hacia dónde ir. Su actitud no fue nada que me sorprendiera ya que sabía que su madre andaba por ahí y yo no era una de las personas que más quisiera ver. Al llegar al garaje de atrás que lo utilizaba de escondite, volteo y tomándome de sorpresa sello nuestro encuentro con un abrazo _pensé que hoy no te vería, agrego casi aliviado, luego del abrazo camino al auto y se apoyó en él, aquí estamos seguros mi madre jamás viene.  Dice que es una mugre

  _ la verdad que tiene razón. Añadí pasando mi dedo por un mueble lleno de polvo. _ ¿Funciona? le pregunte señalando el auto con mi mentón _parece ser una antigüedad.

_si, así es, estoy pensando en llevárselo a Don Antonio para que lo repare

_esta hermoso… le sonreí _solo está un poco golpeado. Dije con tristeza.

_si quieres cuando funcione te llevo a dar una vuelta. sin darse lo triste que estaba.

_prometido? Dije sonriendo lo más falsamente que pude

_prometido…  quieres decirme algo? Agrego _tu mirada está muy triste.

Había olvidado lo mucho que me conocía, me arrepentí de haber ido, quizás tuve que quedarme en casa.

_no, nada… solo es cansancio, la pasamos lindo en la laguna. ¿Verdad?

_tu no estabas enojada conmigo? Se acercó a mi examinando mis ojos. me quedé sumergida en la profundidad de su mirada, me hubiera zambullido en ella, pero volví a la realidad alejándome de él. Fui tan obvia con la distancia que le marque que con sus manos marco la expresión de un ¿Qué sucede?

_enojada no, sorprendida tal vez… le dije para evadir lo que había pasado hacia un momento

_si te pido disculpas. No es de mi incumbencia tu vida amorosa, debes pensar que soy más cuida que Anghelo.

_cerca… sonreí. La verdad extrañaba hablar contigo, necesitaba estar en paz le dije mientras rodeaba el automóvil.

_mmmm… que es lo que te perturba tanto? ¿Por qué no me lo cuentas?
Lo mire negando con mi cabeza lo mucho que nos conocíamos, podía descíframe con mucha facilidad, tanto que me pregunte a mí misma si alguna vez conocería alguien así._ sabes que te todas formas lo sabré. Volvió a remarcar, yo lo seguí evitando _soy todo oídos. Me dijo buscando un lugar cómodo para sentarse

_la vida Caleb… solo eso pasa, la vida Caleb.
_vaya Nerd que eres! Dijo burlándose de mi respuesta logrando que lo mirara con cara de pocos amigos _porque no me dices que es lo que te sucede y te dejas de tantas vueltas. Exclamo pasando su mano por su pelo, mostrando lo mucho que yo lo frustraba.
_ a veces me pregunto si estoy haciendo las cosas bien. suspire largo y profundo.

_si, a veces yo pienso lo mismo… lo mire sorprendida _si! También me pregunto si haces las cosas bien. Me sonrió, yo me cruce de brazos al ver que me tomaba el pelo, rodeo sus ojos ya que no me aguantaba ni una broma _sigo sin entender. ¿Lo dices por algo en especial?

_no solo… me dio tristeza, simple

_la tristeza viene a nosotros por alguna razón cual es la tuya?  Pregunto al ver que daba vueltas para contarle lo que me pasaba.

_ quizás… mañana, debo volver a casa. Salí del garaje tan rápido que tropecé con una piedra haciendo que cayera al piso en seco. _piedra estúpida!! gruñí mientras tomaba mi tobillo y me quejaba del dolor.

_que paso!? Exclamo corriendo hacia mi _ven entra a casa.

_no! esta tu mama y no quiero que se enfade conmigo. Le dije quejándome de dolor

_tranquila, ella no se encuentra, además está mi padre y él no te hará problemas, ven te ayudo a levantarte. Puso mi brazo alrededor de su cuello y con cuidado ingresamos a la casa. Madeleine venia de la cocina cuando se topó conmigo ingresando al living
_no era que no se encontraba en casa. Le dije entre dientes con enojo el solo me sonrió

_que haces? ¿Qué hace ella acá? Le pregunto a Caleb limpiando sus manos frenéticamente en un repasador.

_se cayó afuera mama… la estoy ayudando le duele el tobillo. Le contesto colocándome con delicadeza en el sofá del living de la casa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.