CAPITULO VII
CENICIENTA SI EXISTIO…
Hoy como todos los días al despertarme escribí unas cuantas líneas en mi diario.
Quizás la vida me dará la oportunidad de definir quién soy…
No lo sabes, Ay, ¡dios mío!!! Si supieras que sería de mi si te enteraras, al pasar los años y pasando por los más tiernos y duros momentos que ha tenido nuestra vida; en momentos de pura alegría agradecí por haberte conocido, pero principalmente por estar en mis sueños que hasta hoy siguen siendo solo míos.
Me llenaste de alegría y ganas de vivir a mi alma que se encontraba vagando vacía. Te seguí hasta el cansancio suplicando incesantemente a Dios para que pudieras verme como una mujer, como la mujer que te ama y te amara toda la vida.
Te observe miles de veces reír con toda tu alma, pero, con el tiempo te fuiste alejando de mí, poco a poco fuiste apartándome de ti, aun así, nunca deje de amarte, más aún me aferraba a la idea de tenerte, guardando tus recuerdos en este diario, así sean tus desprecios o tus inseguridades estás presente en cada línea, en cada oración. Tu ignorando mi cariño y yo aquí esperando por fin poderte abrazar.
Que mi corazón se desangre si con eso consigo darte mi primer beso, seguí acumulando recuerdos, con tus palabras y tus gestos. Para que tú siempre puedas recordar que aquí hay alguien que te ama y nunca te podría olvidar…esperando, siempre esperando con sus brazos abiertos ansiando tu llegar.
Mire por mi ventana veía asomar los primeros rayos de luz, cuando será la vez que pueda dormir una noche completa, me pregunto si alguna vez mi corazón tendría paz, si alguna vez podría tocar con mis manos algún sueño concretado. Mire mis manos deje la lapicera, cerré y bese mi diario y mire el paisaje que daba mi ventana.
Hoy era la gran noche, hoy por fin si todo salía bien, podría saber si mi amor hacia Caleb algún día seria correspondido, comprendí que tendría un impedimento inmediato…Nicole, no permitiría que la alejara de alguna manera de Caleb, lo sabía, pero no pensaba darme por vencida por mas berrinche, o suplica que pudiera hacerle, yo no bajare los brazos, Algún día estaré junto a él.
Todo marchaba bien, hacia un día que no veía a Caleb, ingrese a la ducha para comenzar a prepararme para el baile y el temor de salir perdiendo comenzó a invadir mi serenidad.
Desde que mi madre había muerto, lo único que tenía era mi hermano y mi amor hacia Caleb… que podía hacer si todo salía en mi contra, debería marcharme, desaparecer, darle otro rumbo a mi vida. Me faltaba todavía más de un año para ingresar a la universidad, pero podía adelantar materias, aun así, aunque adelantara todo ese año por completo no tendría el dinero para poder viajar… más aun debía conseguir la bendita beca o mi futuro estaría atado de por vida a La Rivera.
Terminé de secarme, fui a buscar el vestido que Anghelo me compro a escondidas ya que nunca uso ese tipo de ropa, el cambio de look había llenado mi armario, pero, todavía faltaban algunas cosas.
Ya vestida era la hora de maquillarme, no tenía mucha experiencia en este rubro, aun así, hice mi mejor esfuerzo. Delinee mis ojos, coloque un poco de rubor a mis mejillas para que tuvieran un poco de vida, arquee mis pestañas, coloque rímel, y solo un poco de brillo labial. Me sentía bella, nunca me había sentido así, me quede mirándome en silencio frente al espejo. Era extraño sabía que era yo, podía verme, pero sentía que la muchacha que se reflejaba no lo era
En un momento presentí que ya no me encontraba sola, volteé para ver quien se encontraba en el cuarto, me sorprendí al ver a Pam apoyada sobre el marco de la puerta, ¿_ alguien me dijo que quizás necesitabas ayuda?
_seguro… conteste sonriendo.
Se acercó hasta a mí, tomo mi cabello con cariño, ¿_por donde empezamos…? ¡Ya sé! vamos a retocar ese maquillaje. Necesitas un poco más de color hay que resaltar esos hermosos ojos verdes. Cada movimiento, que realizaba sobre mi rostro con el pincel del rubor o con el delineador era una tibia caricia, era como si un gran pintor realizara una obra de arte sobre mis facciones.
_gracias, Pam. Le dije tomando su mano con cariño
_no tienes nada que agradecer… tu eres una hija más para mí. Además, Lena ya sabe todas estas cosas y me encantó la idea que fueras al baile, solo quise ayudar. Sé que Anghelo hace lo que puede, pero, me imagino que de estas cosas no sabe mucho que digamos.
_si, la verdad… jajaja reímos juntas fue por un segundo como tener una madre. Y eso me gusto
El tiempo quizás curaría la herida, algo en su momento llenaría el vacío, quitaría el dolor, la opresión en el pecho que me ocasionaba la ausencia de mama.
_espero, que todo salga bien… dije agachando mi rostro escondiéndolo debajo de mi pelo suelto
_eh! Que sucede ahora. Hace un instante estabas feliz y de pronto se desborono esa linda sonrisa. Su mano tomo con cariño mi rostro sacándolo de entre mis cabellos para que pudiera ver mi cara triste.
_no lose… dije angustiada. _quizás deba quedarme en casa, no debo arriesgarme más he cometido muchos errores desde que con las chicas me convirtieron en esto. dije señalándome _ no es que les eche a ellas la culpa de mi pelea con Analía, de eso soy responsable yo 100% pero, este cambio me favoreció en lo físico, pero me complico en todo lo demás.
_a que te refieres con todo lo demás. Pregunto, yo solo me encogí de hombros
_mira… puedo decirte que el colocarte un poco de maquillaje u otro corte de pelo, no hace ningún cambio, detrás de eso estas tú… Lizzy. Este delineador y este labial solo exaltan lo bella que ya eres, no es nada distinto es solo un tu mejorado.
_ ¡¿Linda yo?!… desde cuándo?, para mí todo esto no es un simple maquillaje y un corte de cabello, así como ahora me abre una puerta sé que me cerrara varias… temo por esas puertas cerradas porque no sé qué quedara detrás de ellas.
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Editado: 11.06.2020