La Costa

CAPITULO XV "EL COMIENZO DE UNA NUEVA VIDA"

 

CAPITULO XV


EL COMIENZO DE UNA NUEVA VIDA…

 



Mi mochila negra está llena de sueños rotos
€50 deberán alcanzarme para comer algo en el camino
Nunca pensé abandonar a mis amigos, a mi vida entera de esta manera, escondida de todos ahora dejo mi casa, mi hogar.
Estoy llegando, la azafata informa a los pasajeros que estamos arribando a la ciudad de Londres, veo las olas golpear contra las murallas, más allá de las playas comienzan los barrios y luego la gran ciudad con grandes edificios, había conocido a Inglaterra solo por las fotografías de los libros, sabía que era hermosa pero no tanto.

En el aeropuerto todo es un loquero, la cantidad de gente era impresionante, todos llevándose por delante, me sentía como una niña que había perdido a su mama en un gran centro comercial. El tumulto me golpeaba mientras yo quería avanzar un poco cargada de mi equipaje, al lograr salir de ese loquero el ruido de la ciudad golpeo a mis oídos. Fue todo un tema lograr conseguir un taxi, para poder trasladarme al campus.

Luego, de una hora de viaje en taxi y luego en tren la vista me fue guiando, viendo asomar de entre los arboles al gran edificio de la universidad, sus aulas, su enorme biblioteca, ni hablar de la cantidad de alumnos entrando y saliendo del lugar todos registrándose en las distintas clases. Por mi parte fui primero a ver cuál era mi cuarto, el 214, por lo visto mi compañera aún no ha llegado, aprovechare para elegir la mejor vista y ni hablar del mejor colchón.

 Luego, fui a administración, debía avisar que había llegado además de enviar un telegrama a la Sra. Pautasso agradeciéndole haber preparado todo para mi llegada.

_Good morning. Do you speak spanish? Dije un poco tímida debido a que no había practicado mi inglés

_ buenos días! si hablo español, en que puedo ayudarte me contesto un muchacho por cierto muy guapo.

_si, veras acabo de llegar y tengo que enviar un comunicado a mi consejera estudiantil. Le dije tímidamente

_si solo dime tu nombre. Él me sonrió

_Elizabeth Peterson. Dije mientras él lo escribía en la computadora

_si aquí esta… oh! Así que eres la niña prodigio que tanto han hablado.

_ja! No, no lo creo, prodigio no. Solo he tenido buenas calificaciones solo eso.

_si tú lo dices. Bueno aquí está todo lo que necesitas podrás inscribirte en todas las materias que quieras, pero te aconsejo que el primer trimestre no lo cargues mucho así te acostumbras primero al lugar. Además, tienes que tener vida social. Dijo encogiéndose de hombros. Yo solo le sonreí

_solo he venido a estudiar… dije agachando mi cabeza_ no creo tener tiempo para la vida social

_bueno, todos tienen tiempo para una cerveza.
_bueno, quizás no todos tienen que cuidar una beca. Dije con seriedad
_mira! No…no, nos permiten invitar a las alumnas de primero, pero, si necesitas alguien para pasar un buen rato o para que te muestre la ciudad este es mi número de teléfono o si prefieres estoy aquí de 16 a 18hs siempre a tu servicio.
No sabía que pensar, la verdad era un muchacho sumamente guapo, su cabello no muy largo le caía sobre sus ojos. Tenía una sonrisa descomunal, pero no venía aquí hacer sociales, no podía permitirme que me lastimaran de nuevo.

_gracias… dije sin mirarlo a la cara, no podía creer que el primer día alguien me invitara a salir trate de no darle importancia así que seguí mi camino para inscribirme en las materias al ver la gran variedad de actividades no podía creer que a alguien le interesara una vida social con tanto para aprender, luego me di cuenta que eso solo lo diría un cerebrito. Y me reí de mi misma mientras caminaba.

Mi vida se debía centrar en los libros, debía concentrarme solo en eso, no debía pensar en nada, ni en nadie y al terminar la frase en mi cabeza se repetía el nombre de Caleb. Y no pude evitar que una lagrima cayera por mi mejilla, por lo que con rapidez la limpié para que nadie en el campus se diera cuenta.

_demonios! Como podre zafar de esto. Camine hacia los stands para inscribirme literatura, física, química, matemáticas

_ recuerda no mucha carga horaria, no al principio, escuche a un muchacho decirme al oído.

Sonreí _cualquiera diría que me estas siguiendo. Le conteste

_algo así, solo me quería asegurar que habías encontrado todo lo que buscabas.

_bueno, gracias. ¿¡No sabía que tenían tan buen servicio estudiantil!? Le conteste en forma irónica, pero sonriendo.

_si, bueno. Es algo extra que acabo de inventar. Un pequeño silencio nos rodeó por un momento. _en que más piensas inscribirte.

_deportes, puedes informarme sobre los equipos y disciplinas.

_claro, ven conmigo. Comenzamos a caminar por los stands _tenemos el mejor equipo de rugby, pero no te lo recomiendo ya que es solo para hombres por el momento.

_de natación, ¿qué puedes decirme de ese equipo?

_bueno, es un buen equipo. Además, que seriamos compañeros yo estoy en él.

_solo un detalle menor. Reí, no podía creer que estaba coqueteando.

_es un buen equipo solo que en estos momentos necesitamos un elemento sorpresa.

_quien puede decirte y este año están de suerte.

_si! sería una gran sorpresa que fueras tu

_y por qué?

_y que una muchacha tan misteriosa, inteligente además tenga actitudes para el deporte… eres la mujer perfecta, hasta te pediría que te casaras conmigo.

_jajaja! Tienes que conocer a más mujeres. Le dije rodeando mis ojos Vaya, este chico, se las traía.

_eso crees, pues aquí no se encuentran mujeres con tantas cualidades como las tuyas. Su mirada era rara, lo miraba y la tonalidad de sus ojos era muy particular. Un tono uva, jamás había visto una mirada así.

_vaya, recién me conoces y ya me estas criticando. No sabía que los ingleses fueran así.




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