La criminal soy yo

Capítulo 2: Un secreto rebelado

Todos estábamos mirando el cuerpo de Lune, ¿Es bonita? sí, pero no sabes que hay detrás de esa mirada de angelito, recordar esos tiempos donde éramos amigas y más cuando mis padres eran millonarios yo era feliz, tenía una familia unida, siempre se apoyaban de uno a otros, a pesar que mi padre fuese criminal, tenía un buen corazón, amaba a su esposa e hijos, lo que yo más temía era caer en desgracia, el día llego todo eso se echó al tacho de basura, nadie sabía que yo era hija de un famoso empresario, que falleció en un accidente de tránsito. Sé que sus padres de ella lo tramaron, quisieron verlo muerto a mi padre, pero lo que nadie sabía era que la hija de su víctima descubrió la verdad unos años después, ¿Cómo lo descubrí? Retrocedamos al pasado.

Tres años después del accidente:

-Enserio, no te arrepientes de haberlo matado, después de descubrir que tiene dos hijos- Hablo una joven de tes blanca, ojos celestes, cabello rubio y media aproximadamente un metro cincuenta.

- ¡¡NO!! Yo lo mate, por otra intención, él quería robarme mi título, quería que le diera todo el dinero y dejarme en la calle como vagabundo, nunca en mi vida quise ser pobre, por eso trabajo, pero ¿Para qué? Para que venga un hombre y me quite todo eso, no se lo iba a permitir- Mi padre no era capaz de hacer eso, parecían hermanos, casi pero no, sé que fueron amigos, pero hubo algo que los separo, ese hombre, tenía casi como treinta y seis años, sé que se ve joven, con esos ojos verdes a quien no enamoraría.

- Te entiendo señor, yo lo siento- Lo siento, con eso no se resuelve, la vida de mi padre cuesta más que esa estúpida empresa. Un portazo me dio un susto, Lune.

- Padre, puedo ir a la fiesta este sábado, si por fiss.

- Hay, niña, te dejare ir, pero eso si vienes antes de las nueves y media.

- No de defraudaré, padre, yo cumpliré tus órdenes, como siempre.

- Tengo una pregunta, ¿A qué hora llegaste?

- Hace cinco minutos, te escuche gritar, pero madre estaba llamando así que no puede calmarte, por lo que veo, ya te has tranquilizado.

- Si mi niña, sí- Hablaba mientras acariciaba su cabello, si mi padre estuviera vivo, el habría ello lo mismo conmigo, pero ese idiota, lo mato, lo asesino, le mintió todos estos años de amistad.

- Bueno, los dejare seguir conversando, me disculpan mi intervención- Que cara más dura, ojalá hubiera nacido zorra.

- No te preocupes niña, ve a tu habitación- No hablaron, hasta que escuraron que ella entro a su habitación.

- Quiero revisar las cámaras- Hace unas semanas gracias al accidente que paso con mi hermano, Tea me revelo mis poderes, así que esta invisible delante ellos, podía leer sus mentes, pero no lo hice, bueno digamos que, si lo hice, todo lo que decía él era verdad, pero eso no era la forma y si se pregunta ¿No habían matado a Lune? Pues fácil la respuesta es sencilla estoy en un tiempo atrás, donde ahí lo supe es por eso que después asesiné a esa maldita mocosa, disculpen mis vocabularios, mi boca lo dice.

- Señor, ella no ha escuchado la conversación, cuando grito, ella salió de la sala, así que regreso cuando usted se calmó.

- Esto algún día se descubrirá, así que quiero que te encargues de algo.

- Cumpliré sus órdenes.

Quise seguir escuchando, pero en mi cabeza había un aviso “NAHI TE QUEREMOS AQUÍ EN TRES MINUTOS” gracias, por interrumpirme maldita sea, voy a cortarle la conexión y no sé cómo ya estoy en el lugar que debíamos estar.

- ¿Qué quieres? - Que pregunta más tonta, si ya se lo que quiere y lo vuelvo a preguntar.

- Necesito, que vengas conmigo, es una gran sorpresa- Me cubrió los ojos con una venda y me guio, quiero decirles que hasta a veces pensaba que me quería matar. Cuando llegamos al lugar, me retiro las vendas y puede ver a la persona que tanto amé, a la que tanto quise.

- Padre…, ¿Eres tú? - Se acercó a mí, me abrazo y acaricio mi cabeza, cuantas veces quise tenerlo cerca, pero desde ese maldito día, nunca lo volví a ver.

- Perdóname hija, sé que lo que hice estuvo mal, pero no tenía otra alternativa, espero que me perdones- Al abrazarlo nuevamente sentí su aroma, el mismo de siempre, era lo que a mi madre le gustaba, su cabello es castaño igual que el mío, para ser exactos era una copia de mi padre, pero en versión femenina, lo más extraño es que heredo su valentía a los miedos y su mal carácter de la oscuridad, aunque parezca bonita, sé que nadie querrá ver mi lado oscuro y tenebroso, te lo aseguro hasta yo me sorprendí.

- Padre, la que debería pedirte perdón soy yo, sé que fui una niña egoísta y caprichosa, pero desde que te fuiste me hacías mucha falta, deje de ser valiente, como tú, falle en tu promesa.

- Hija, yo también la falle, pero lo buenos es que estamos juntos otra vez.

- Padre, que no se te olvide que mamá ya no está.

- Hija, tu madre está conmigo- ¿Qué? También me lo ocultaron. Una dulce voz me saco de mis pensamientos era mi madre, pensé que el sobreviviente era mi padre y resulta que los dos fingieron su muerte, pero nos ayudaron en silencio, eso es algo bueno.

- Madre, no puede ser- Corrí a sus brazos, necesitaba esa paz que ella tenía, era la única persona en quien yo confiaba.




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