La Cueva

Noviembre 25

Aunque el cansancio estaba presente, no podíamos dejarnos derrotar por el, avanzamos por el túnel, y la verdad no recuerdo haber visto las banderillas que habíamos colocado, lo único que me interesaba era llegar al pozo y encontrar una rápida salida.

Llegamos a aquel pozo, era lo suficientemente ancho como para que bajáramos de dos en dos, no tardamos mucho en llegar al fondo, en realidad fue en cuestión de un minuto, el problema es que habíamos llegado a un salón el doble de ancho que el que habíamos encontrado camino a la segunda luz, esta vez todo estaba completamente oscuro, no mirábamos mas allá de lo que los reflectores nos permitían, nos movimos en grupo y no tardamos mucho en darnos cuenta que la única salida era un túnel que estaba a la derecha de donde habíamos llegado nosotros, avanzamos sobre el, era exactamente igual que el que habíamos dejado atrás, pero el piso brillaba de una forma extraña y singular, de un verde mayate, aunque no todo, en realidad solo eran ciertos pedazos, había mas huesos que los que habíamos encontrado arriba, parecía que cuando el agua se filtraba hacia una especie de succión y los termino arrastrando hasta aquí, - me gustaba mas pensar que era por eso.-.

Avanzamos alrededor de diez minutos, el túnel iba cuesta abajo y en ocasiones subíamos un poco, hasta que llegamos a otro salón, mas chico que el anterior, era un tope, no había absolutamente nada, en las paredes dibujos como los anteriores, cultos, sacrificios y demás tonterías, la verdad ya no estaba tan interesado en ellos, nade un poco hacia el techo del mismo y encontré que ahí había otro hueco, esta ves tendríamos que ascender para poder continuar, de pronto se escucho un sonido tan aterrador y sórdido, era un sonido como el de una puerta gigantesca sin aceite cerrándose, se definía mejor como un rechinido.

- Que diablos fue eso? – Dijo Pedro-

- No lo se. – Dije-

Como por arte de magia, los cuatro nos metimos por el túnel nuevo, comenzamos a ascender, cuando de pronto.

- haaaaaaaa!

- Que paso?.....

- Mira!.

Mayra y Dianase habían asustado, había algo flotando frente a nosotros.

Me acerque para ver que era, le di la vuelta, para descubrir que era Marco, muerto, su ropa estaba desgarrada y dejaba ver unas marcas como de rasguños, profundas y sangrantes, sus ojos ya no estaban en las cuencas, y estaba en calidad de bulto porque no tenia piernas ni brazos.

- Que vamos a hacer!?- Grito Mayra-

- Tranquila, no hay que alterarse, tenemos que estar todos tranquilos y buscar una salida lo antes posible – Les dije, pero yo por dentro me encontraba horrorizado-

Indudablemente, si había una salida era en la dirección correcta, se sentía una corriente fría, seguimos ascendiendo, llegamos pronto al tope, era un túnel igual de ancho y lo seguimos desesperadamente, el miedo nos asechaba y el tiempo seguía corriendo junto al oxigeno en los tanques.

A mediación del túnel nos asalto el mayor de los pánicos y es que la cabeza de Miguel salio solo dios sabe de donde.

- Diablos, vamos a morir!.

- Te dije que no era bueno bajar Pedro.

- Y que querías?, de todos modos íbamos a morir!, o a caso no viste el cuerpo de Marco y ahora la cabeza de Miguel?.

- Pero al menos allá arriba tendríamos la esperanza de que Don Paco y José vinieran a ver como estábamos.

- Eres estúpido o tienes mala memoria?, no recuerdas a que día estamos ya?

Me quede en silencio.

- Es 25 de Noviembre Andrés!, Don Paco y José no subirían ni por un millón de dólares, le temen a la cosa que ahora nos esta acechando.

- Tal vez tengas razón, pero en ese caso lo único que hicimos fue ponernos en charola de plata.

Mientras nuestra discusión sin sentido y de poca ayuda se llevaba acabo, Mayra y Diana se miraban mutuamente, de pronto un sonido como el del derrumbe de un edificio se dejo escuchar tras nosotros, por un momento me paso por la mente el regresar a toda velocidad y ver que el sonido había sido provocado por alguien a la entrada de la cueva y que solo había puesto dinamita suficiente como para desbloquear la entrada.

Cuando pude reaccionar me di cuenta de que Diana, Mayra y Pedro se habían adelantado, con todo mi esfuerzo los alcance, el túnel no parecía tener fin, al fin llegamos al otro extremo.

Ya en la orilla nos dimos cuenta que de donde provenía el agua era nada mas y nada menos que de una cascada subterránea que a su vez provenía de un rió subterráneo, probablemente de alguna lagunilla cerca de ahí.

Las esperanzas se habían deshecho, la incertidumbre se sentía en el ambiente, pisamos tierra firme, en realidad solo era un pequeño pedazo de tierra donde encontramos una estatua Maya, tenia cabeza de serpiente y cuerpo de un humano, era común que los Mayas o mas bien dicho los pueblos prehispánicos usaran mascaras para disfrazarse del dios al que iban a alabar.

Nadie se sentía con ánimos de examinarla, de hecho sin habernos dado cuenta, en algún momento Mayra desapareció.

- Donde esta Mayra!? –Pregunte-

- No lo se, hace un rato estaba junto a mi.

- Cobarde, habrá regresado a la base?

- Lo dudo, ella sola no se aventuraría así.




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