Capítulo I

Sandy y sus amigos salieron de excursión.La habían planeado en el colegio desde la pasada semana ,pero las inclemencias del tiempo les había obligado a posponerla,y ahora estaban allí, reunidos en las afueras de  la ciudad,sonrientes,entusiasmados y pletóricos de ansias aventureras.

Era un sábado soleado,y el día se presentaba precioso y muy favorable para disfrutar de las bondades de la naturaleza con un buen senderismo .

Agarraron sus mochilas y emprendieron el viaje hasta llegar a un lugar paradisíaco, con una exhuberante vegetación, montañas para escalar y arroyos para refrescarse.Descargaron su equipaje sobre  la hierba  aun húmeda de rocío, y entre charlas picantes y divertidas se despojaron de una parte de sus ropas para sumergirse en las frías y cristalinas aguas de un manantial semi oculto entre rocas cubiertas de musgo.

El sol comenzaba a arder y decidieron tomar una breve siesta bajo la fresca sombra de un roble.El sueño los venció, y sin darse cuenta,las horas pasaron. Al despertar, se encontraron con un paisaje completamente desconocido. La vegetación  que los rodeaba era tan alta, que la hierba  sobrepasaba sus cabezas impidiendoles ver lo que tenían delante,el árbol que los había cobijado ya no estaba,y en su lugar,gigantescos pinos y fresnos se alzaban como ciclopes  amenazadores hasta las nubes.

Desconcertados,comenzaron a caminar sin rumbo sorteando las monstruosas raíces que sobresalían sobre la superficie del suelo, hasta llegar a un terreno baldío.A lo lejos divisaron una casa solitaria y se acercaron para pedir información.Una anciana de aspecto bastante descuidado les abrió la desvencijada puerta:

-Perdón señora,estamos extraviados y  queremos regresar a la ciudad, ¿puede decirnos dónde podemos encontrar un camino que nos lleve hasta la carretera principal? -preguntaron ansiosos y asustados

-Claro que sí, detrás de la casa hay un sendero escondido entre la maleza,siganlo,al final encontrarán una cueva,entren y al otro lado verán la salida que se abre justo frente a la carretera-respondió la misteriosa  mujer  clavando sus pequeños y relucientes ojillos en los agotados jóvenes. 

Sandy se apartó un poco para debatir su situación con los demás, mientras la anciana no dejaba de sonreirles mostrando sus dientes carcomidos y amarillentos.

-No me parece buena idea,creo que si seguimos las indicaciones de esta señora nos perderemos más, su mirada y actitud no me dan buena espina-cuchicheo sin dejar de observar  de reojo a la inquietante y arrugada figura que aguardaba en el portal.

-¿Y qué otra opción tenemos?, pronto se pondrá el sol y estaremos vagando entre las sombras de este bosque espantoso sin poder salir jamás. Además, ¿qué sentido tiene que esta indefensa anciana quiera hacernos daño?,no me digas que a estas alturas aún crees en las brujas-respondió otra de las muchachas impaciente-vamos,lo peor será quedarnos aquí, ¿quién está de acuerdo? 

Todos asintieron, y se adentraron en la maleza mientras Sandy los seguía a regañadientes. En una oportunidad se volteó y observó a la anciana  que aún  de pie en la parte posterior de la casa,agitaba sus manos retorcidas en señal de despedida,mientras sus ojillos brillaban con malicia  a la luz del sol que ya comenzaba a descender. Sandy devolvió el saludo con un estremecimiento y continuó avanzando sobre el estrecho sendero  casi oculto por el tiempo y la vegetación.