Generación tras generación, los hombres han liderado la magia de nuestro reino. Solo las mujeres de nuestro pueblo han gozado del privilegio de desarrollar y practicar la magia. Eso siempre ha causado un abismo entre nuestra comunidad y el resto del reino, donde solo los hombres son merecedores de cultivar este poder.
Las líderes de nuestro pueblo siempre han sido reacias a seguir a pies puntillas la autoridad. Pero una brisa de aire fresco parece que puede cambiar las cosas. En ese abismo comienza a construirse un puente.