La culpa es tuya! Marlon Alves

Capítulo 23

 

Diez minutos después, Daddy Yankee por fin entró  al escenario, y comenzó a cantar.

 “Limbo”. El chico que cantó antes, se encontraba bailando en la pista y seguía con su cara tapada, esta vez llevaba otro pañuelo de color negro y un chaleco negro con capucha. Sus brazos estaban llenos de tatuajes…

  • Aurora, sube a la pista – ¿Para qué me quería Ramón a mí en la pista?- Vamos Aurora, que se que eres muy buena bailando, enseña al publico que amas la vida latina.

Comencé a reírme, eran los nervios, yo no era bailarina, aunque me gustase bailar.

Varios cantantes  que estaban en la zona vip, entre mis favoritos Elvis Crespo, me agarro y me hizo subir a la pista.

  • Vamos ojazos, tienes que bailarme esa canción que se que te sabes los pasos.

El ritmo comenzó, y en ese momento supe que la canción de “Azukita” se estaba escuchando.

 Detrás de mí se encontraban Steve Aoki y Plan N Skillz.

Los bailarines comenzaron a rodearme y los cantantes me dejaron junto con Daddy Yankee.

  • Vamos, Aurora, que te sabes estos pasos.

Miré a los bailarines y ahora me di cuenta que el doble de Marlon lo tenía justo al lado, mire los pasos y supe en ese instante que él estaba aquí, ¿dónde? No lo sabía, pero estaba en el concierto y lo tenía justo a mi lado.

Pero la música se clavo en mis pies y en cinco segundos estaba al lado del Marlon bailando. El sabor a melón de los chicles de Marlon inundaron mis fosas nasales, lo sentía más cerca que nunca.

La canción terminó y yo seguía al lado de Daddy Yankee.

  • Esta es mi gran amiga y una excelente periodista de la revista, Diario Latino. – comenzó a explicar  Daddy Yankee al público para que me conocieran, - y como veis, una gran bailarina.

Me agarró de la mano y me hizo un giro de trescientos sesenta grados, resoplo y me miro con un padre mira a una hija cuando algo no le gusta.

  • Has perdido muchos kilos. – Ah! No podía decirme que me ve linda, o alguna broma. No, él tenía que reñirme igual que Tamara.

Los bailarines comenzaron a moverse y los otros cantantes desaparecieron escaleras abajo.

  • Vas a bailar una de mis canciones con él – mire al chico,  Marlon.- Es uno de mis nuevos bailarines, recomendado por la mejor persona que pudo recomendármelo y creo que te gustara bailar con él.
  • No quiero ser descortés, pero no soy buena bailarina.

Oí a Marlon dar un gruñido de desaprobación y girarse en dirección a las escaleras.

  • Ven aquí ahora mismo, - él se giro y volvió a su puesto –  vas a bailar con ella.

Comenzó a hablarle portugués, pero el bailarín no respondía, Ramón le exigía que respondiera, pero el negaba con la cabeza y se fueron a otra zona del escenario, alejada de mi, dejándome sola en medio del escenario sin saber qué hacer.

Marlon me agarro de mi mano derecha y puso su otra mano en mi cintura.

La música comenzó a sonar con la canción de “Sígueme y te sigo”.

Sígueme y te sigo mami
Pa' la rumba es que nos vamos
Bebiendo nos olvidamos
Del mal de amor que nos han causado

Antes que Daddy siguiera cantando, el bailarín tiro de mi mano, mientras se agarraba a mi cintura con una mano, con la otra se soltó el pañuelo que tapaba su rostro.

Te la hicieron a ti
Me la hicieron a mí
Que pensaron que de amor nos íbamos a morir

No sabía cómo reaccionar, que hacer, donde ir, lo tenía, lo tuve toda la noche aquí cerca.

Me dijeron que no hay mal que por bien no venga no
Y no hay tiempo que nos detenga
Pégate ven, ven, pa casa ven, ven.
Tengo la medicina pa' ponerte bien, bien.
Loquísima, durísima, en verdad que estás riquísima
Tu mirada asesina dice que soy tu víctima

Y es que mi mirada, no era solo de sorpresa y amor, también de odio.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.