Capítulo 31

Hola mis amores.

Perdonadme por dejaros sin saber que pasaba en la playa o que sucedía, porque era aquella la fiesta o el secuestro repentino, a causa de que fue.

Para eso estoy hoy aquí, sólo para ustedes.

Resulta que Juan Luis le tenía una fiesta a Tamara, y mi jefe Marcus, estaba compinchado con ellos. Llamaron a varias agencias de taxis, en Valledupar, que era donde me encontraba yo. Y ese taxista me llevo a aquella playa, solo para celebrar una fiesta donde Juan Luis le pediría matrimonio a mi mejor amiga, Tamara. Pero en el camino, descubrí que amo a Marlon, que quiero estar con él, que no quiero perderlo, tanto así, que cuando supe que allí no se encontraba, corrí como una loca en su búsqueda.

Después de hablar con Marlon, decirle que lo quería, mis miedos y sentimientos, fuimos a la camioneta, esta vez él condujo hacia la playa. A la llegada, todos nos recibían con silbidos, aplausos…

Marlon y yo bajamos tomamos de la mano y nos unimos a la fiesta.

A lo largo de la noche, varios amigos de Daddy Yankee, fueron felicitándome por aquel artículo, se apuntaron para futuras entrevistas y también para escribir sobre ellos en mis artículos, estaba feliz, tenía la persona que amaba a mi lado, había conseguido varias entrevistas, como para dos años más en mi puesto de trabajo. Mi mejor amiga y hermana, por fin era feliz y pronto se casará, Nicky Jam me había citado para esa entrevista pendiente en tres días, en Bogotá, ya que allí tenía un concierto y podía tomar dos horas antes del concierto para responderme a todas mis preguntas.

Mireddys me invitó a su boda de plata con Ramón Luis, encantada acepté la invitación, no podía negarle su apoyo el día del concierto y después de esté, la mujer estuvo atenta y visitándome al hotel de vez en cuando para ver cómo me encontraba.

No sé a qué hora volvimos todos al hotel, varios autobuses urbanos de la zona, estaba contratado desde las doce de la noche hasta las seis de la mañana para ir recogiendo personas de la fiesta y llevarles a los lugares asignados.

Yo me marché con Marlon, dejando en la playa a Tamara, Juan Luis y algunos invitados que seguían cantando, bailando, hablando y conociéndose entre ellos.

Recuerdo cuando pasamos por el paseo marítimo de la pequeña ciudad de Riohacha, lo bello que era el lugar, apunte en mi pequeña libreta “visitar Riohacha”.

Marlon quería ir por las pequeñas ciudades costeras de Colombia, para llegar a Cartagena y desde allí tomar un avión para ir de nuevo a Argentina.

Se pasó toda la noche recordándome que mi trabajo era importante y que después de la entrevista, tendría un mes de vacaciones para irme con él a un lugar que deseaba enseñarme. Y yo ya estaba impaciente por conocer ese lugar.

Amores, no sé cuánto tiempo tardaré en volveros a escribir, pero espero no demorarme para contaros todas mis aventuras en mi bella América Latina.