La culpa es tuya! Marlon Alves

Capítulo 32

 

  • Recuerdo, cuando te pegué aquella cachetada en el avión.
  • Jajaja, fue extraño.
  • ¿La verdad?– Marlon se quedo mirándome esperando mi respuesta, yo mordí mi labio nerviosa como le diría que – No me arrepiento para nada de aquella bofetada.
  • Yo tampoco.

Oh no, lo dicho en alto. Mi cara empezó a arder, y este calor me indicaba que estaba poniéndome colorada.

Íbamos por las calles de San Paulo, recordando el mes que pasé en Brasil conociendo a Marlon y escribiendo el artículo para la revista.

  • Marlon, mi amor – ambos nos giramos al oír aquellas palabras extrañados  y yo aun más por el apelativo cariñoso.

La chica rubia de cuerpo bonito se abalanzo a Marlon y le beso, sin importarle que estuviéramos juntos andando de la mano.

Enojada solté la mano de mi novio, - era mi novio, ¿no? – bueno es que aun no me ha preguntado, ni lo dejamos claro lo que somos.

Marlon forcejeaba con la chica y como pudo, le agarró de los hombros y empujó de ella hacia atrás, para separarla de su cuerpo. Miró a la derecha y después a la izquierda, suspiró al verme allí aun parada, agarró de mi mano, me atrajo a él y me beso los labios.

  • Aléjate de mí, Yanira – dijo con voz firme.
  • Pero mi amor…
  • Ni amor, ni nada, yo no soy tu novio y te lo dejé claro cuando me largué para buscar a Aurora, – me miró a los ojos y comprendí que algo iba a decir que no me gustaría, pero que tenía que ver conmigo y con él – sabes que me acosté contigo todos esos días por desesperación, porque me sentía dolido, engañado. Después de aquella llamada, a la que no me dejabas atender, porque algo ocultabas ¿verdad, Yanira? Por eso, por eso no me dejabas coger las llamadas o salir a bailar con los chicos. No querías que leyera aquella revista, siempre que intentaba abrirla para leer, te abalanzabas y me besabas desesperada.
  • Eso no es así tú me amas, quieres estar conmigo Marlo, yo puedo darte lo que ella no puede.
  • ¿Qué es lo que tú puedes darme?
  • Baile, amor, una familia, vivir aquí en tu tierra, en tu casa.
  • La vida no es sólo el baile, para mi es estar con la persona que amas, ya sea viajando por el mundo, pero junto a la persona que amo – Marlon me apretaba la mano con más fuerza a medida que soltaba sus palabras – no sabes lo que quiero, no sabes lo que busco, lo que deseo, no me conoces, si me conocieras, sabrías que yo quiero conocer mundo, viajar bailando y enseñar al mundo que bailar es bueno para liberar estrés, para disfrutar un poco más de la vida, y para olvidar las penas. Algo que he aprendido las semanas que he pasado bailando con un grupo de chicos, un grupo que quiere estar conmigo disfrutando y enseñando a todos un poco de zumba.
  • Pero Marlon, yo… Yo he estado contigo desde pequeña, por culpa de esta reporte rucha mala, te alejaste de mí, me dejaste sola – la escupió en mi rostro – eres una zorra roba hombres.
  • Yo no robe nada. Yo vine a hacer mi trabajo, las cosas sucedieron sola.
  • Era mi hombre.
  • Yo era nada tuyo Yanira, nosotros rompimos tres semanas antes de que ella llegara a San Paulo, de hecho rompimos por qué no quisiste viajar conmigo a México, para bailar con los subscriptores. Tú decías que eso era una tontería, que no gastarías tu dinero para viajar a darle el gusto a otras chicas de verme, hacerse fotos conmigo o conocerme.

Aurora que me ama, que me quiere, no le importó que todas esas fan, subscriptoras, me vieran, me conocieran y supieran como soy personalmente. Porque no soy un hombre que baila y ya, tengo sentimientos, y al parecer tú no entiendes que quiero estar con Aurora, que la amo y que es mi novia.

Lo ha dicho, ¿ha dicho lo que creo que he oído?

La chica rubia salió a correr y se marcho.

 

Corazones, Marlon me enseño que el pasado, puede mejorar el presente y el futuro.

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.