Mi padre suspiró y yo me fui con Masha al garaje para terminar los datos después de todos estos años… Masha se quedó a dormir porque terminamos con los estudios muy tarde y decidimos salir ese mismo día después de mediodía. Mi padre nos preparó algo de picar para el camino aunque él sabe que no está muy lejos, puede que eso lo anime.
Después de avisar a la familia de Masha nos fuimos y por primera vez después de tanto tiempo salimos al exterior.
Todo está muy silencioso, observamos las pocas casas que hay y de vez en cuando pasa algún pájaro. Ya no se ve ni el barrio ni la burbuja. Y se empiezan a ver diferentes tipos de árboles: pinos, abetos,... y diferentes flores: margaritas, amapolas,... todo está igual que antes, puede que aún haya más flora que antes… todo está precioso, me alegra saber que esta enfermedad extraña no haya afectado al medio ambiente.
-Mira, ¡Allí! ¡Es el ingrediente que falta! Es ese ¿ no?
- si, ¡si que lo es!
-¡Vamos!
Tardamos más de tres horas en extraer el ingrediente sin herirlo.
-No pensé que costaría tanto ¿tu si?
-Bueno…
- ¿Estas bien? Haces mala cara.
-Sólo me duele la cabeza, no es nada.