Con el pasar de los días me fui acostumbrando a hacer todo yo por mi misma, en las calles conseguí más frutas y algunas verduras que habían crecido con el paso de los años, eso he comido en estos días frutas y verduras. Me he puesto a entrenar como lo hacía antes y aunque al inicio me costó mucho recuperar mi condición lo logré; limpie la mayoría de las habitaciones del castillo haciendo que recuperé un poco de su vida, me siento mucho mejor de ver todo más limpio pero a pesar de tener todo limpio me sigo quedando en el vestíbulo con Orion ya que no quiero llamar la atención de nadie prendiendo las luces de todo el castillo.
Pensé que Erick mandaría a muchos soldados a buscarme pero no he visto a nadie rodando mi hogar, he tratado de prestar atención a cualquier sonido externo que aparezca lejos de aquí pero nada, ni un solo sonido que parezca raro todo parece normal. En estos días he aprovechado para recorrer los alrededores de mi reino, encontré un lugar perfecto para poder observar si viene alguna carreta o algo parecido pero nadie ha venido, no he visto nada más que animales caminando.
Estoy en la rama de un árbol, cubierta por el resto de las hojas pero con un buen punto de observación, llevo 5 días de venir aquí y no he visto nada raro, encontré este lugar por casualidad tras haber perdido una de mis flechas tuve que subir hasta aquí para recuperar la pero al llegar arriba descubrí que este lugar es ideal para observar todo. Suelto un suspiro aun no puedo creer que llevo 10 días despierta, 10 días después de 100 años de haber dormido.
Todo ha estado tranquilo, hasta hoy llevo apenas 30 minutos aquí y no he visto nada hasta que se escucha un estruendo a lo lejos, me preparo por si debo salir corriendo. Por el sendero veo como se acerca un carruaje con una bandera en alto, en la bandera hay un símbolo, un rombo plateado con una E en el centro, en las esquinas hay pequeñas líneas que se dirigen a hacia el rombo. Me parece que es un carruaje de algún reino pero no estoy segura de cual.
Comienzo a bajar con rapidez por el árbol, dentro de unos 8 minutos estarán debajo de este árbol o bueno no del todo debajo pero sí muy cerca como para que yo pueda ver más de cerca sin que me descubran. Me quedo un poco más arriba por si acaso y solo observo en silencio, no tarda tanto y de momento pasa el carruaje lentamente arrastrada por un caballo.Cuando pensé que se había ido y estaba a punto de bajar escuche unas voces, eran voces de hombres.
—Necesitamos descansar Ez —dijo una voz ronca.
—¿Te recuerdo que tenemos que llegar antes del anochecer? Nadie sabe que salí del reino —habló el tal Ez, su voz es suave pero parece autoritaria.
—Lo se, lo se pero si seguimos así no podremos llegar a tiempo, tu y yo necesitamos descansar además de los caballos.
Se quedaron un momento en silencio, por un segundo creí que me habían visto pero luego se escuchó un suspiro seguido por las siguientes palabras.
—Está bien, descansaremos pero que no sea demasiado.
—Perfecto vamos a dejar el carruaje un poco más cerca de la orilla —se escuchó como movían el carruaje para que quedara al lado del sendero.
Veo cómo se sientan junto a un árbol que para mi buena o mala suerte, todo depende desde qué perspectiva lo mires, quedan en frente del árbol donde yo estoy. El que queda justo frente a mi árbol veo que tiene el cabello rubio casi dorado, la piel un poco blanca pero algo sonrojada por el sol. No alcanzo a ver su rostro pero se ve que es bastante alegre. El otro chico queda de espaldas a mí así que solo veo su cabellera negra azabache medio larga y ondulada. Apenas y puedo notar la palidez de su piel desde donde estoy.
—¿Por qué nadie debe saber que saliste del reino Ez? —pregunto el rubio a su amigo.
—Porque nadie debe saber que alguien como yo sale sin protección —respondió Ez.
"Alguien como yo" me pregunto a que se refiere con eso, me queda claro que no es un guerrero porque es demasiado delgado para serlo, casi todos los guerreros son demasiado musculosos y él no es así. Muy seguramente debe ser un noble o parte de la corte de su reino.
—No deberías presionarte tanto, tienes demasiadas obligaciones para tu edad —replicó el chico rubio.
—Tu sabes porque además no veo que te quejes cuando yo pago tu sueldo —le recrimino Ez con una sonrisa.
El rubio se ríe— claro que no me quejo pero deberías tratar de descansar de tantas obligaciones.
Debe ser un noble heredero de algo importante o simplemente alguien que debe cumplir con ciertas obligaciones y no un guerrero.
—Theo sabes que es necesario —dice el chico de pelo negro.
Theo lo mira mientras suelta un suspiro— lo se pero me preocupo por ti Ezra.
Ezra, Ezra. Ese nombre resuena en mis oídos. No, él no es un guerrero ni mucho menos un simple noble. Estoy en presencia del rey de Elraklion, estoy en presencia de Ezra Unterwood. Tengo una inmensas ganas de bajar del árbol y matarlo, acabar con la descendencia de quien causó la muerte de mis padres y una guerra. Pero no puedo hacer eso o no por ahora, tengo que controlar mi enojo, mi rabia y mi descontento porque por muy buena luchadora que sea eso no evita que ellos sean dos y que ambos están armados hasta los huesos. Además ambos son guerreros naturales no podría ganarles y tendría muchos problemas después, debo esperar, tratar de esperar.
Ezra se acomoda el pelo y alcancé a escuchar como suspira.
—Theo debes entenderme, llevo casi 3 años en esto, tuve que tomar el control antes de lo esperado. Yo debía tomar el poder hasta los 25 años y lo tomé 8 años antes —explicó Ezra— ahorita tengo 21 años y sigo queriendo huir como el primer día.
Se quedaron en silencio alcancé a ver como Theo le pone una mano en el hombro a Ezra.
Después de unos minutos callados Ezra suspira y lo mira.— Volveré a salir en unos días —le anunció a su amigo.