IV
Tus suspiros me hacen recordar,
Recordar que vivo y puedo moverme.
Dalia mía, ¿puedes pensar?
Quiero creer en tu imagen como algo,
Pero ese algo no lo puedo definir.
Temo ver arriba,
Quizás solo tengo que ver a mi alrededor,
Hacia la naturaleza.
Dalia mía, ¿es necesario ir lejos para verte?
¡Vaya sabiduría con que bailas!
Me emociono hasta los escalofríos ante tus cantos,
Porque todo me recuerda a lo mejor de la vida;
La que vive y muere; crece y transforma, sin pretensión.
Dalia mía, ¿cuántos animales has visto?
¿Cuántos para tener la cadencia de sus movimientos?
Cada que te veo no quiero tocarte,
¡Pero por favor no pienses mal!
Es que ya no estoy seguro si eres materia, o algo...
Dalia mía, ¿acaso mi pánico es la clave?
¿Acaso estoy cerca de tu centro?