La Dama

Capitulo III

La noche del día sexto, del mes sexto, del año mil ochocientos treinta y cinco, Nadine Baudet se encuentra reunida en el edificio de la hermandad en la capital Paris, el edificio se encuentra en la esquina Froumage, visto desde un lateral es un edificio imponente y genera respeto hacia la arquitectura circundante con su estilo del siglo diecisiete, el interior del edificio posee múltiples corredores amplios vistos desde todos los ángulos, el salón principal es recibido por un imponente candelabro, finamente decorado con gemas preciosas, la iluminación que emite el candelabro es muy sublime, del lado izquierdo un gran piano, entre los lados derecho e izquierdo más al fondo, es decir, desde la entrada se observa una gran cantidad de muebles colocados en forma de letra <<C>> y en el medio de cada separación, grandes mesones que abarcan los cuatro metros de longitud, cada mesón atiborrado de comida, en la parte del frente un elegante pódium, del lado izquierdo una escalera amplia contorneada en semicírculo que sube hasta el primer piso e igualmente una escalera similar del lado derecho, en las paredes grandes cuadros de paisajes de cualquier lugar de Francia, el ambiente es amenizado por el conjunto musical que está orquestando música suave. Todas las hermanas que van haciendo acto de presencia van elegantes para la ocasión. La hermana Nadine hace acto de presencia con su vestido de color dorado, bien prominente, toma hacia le izquierda y se reúne con un grupo de hermanas, al poco rato llega Odette con su vestido de color blanco en igual de prominente que el de Odette y se va al lado derecho. Son las diez campanadas y el ambiente se encuentra bastante tenso, nadie sabe él porque es convocada esta reunión de emergencia, Odette conversa con la hermana Bernardette.

+ Odette, no sabes sobre que trata esta reunión de emergencia —Odette se queda pensando y responde—

+ No, solo recibí la invitación por perro mensajero. —Bernardette se queda pensando y responde—

+ Hermana, la verdad esto es bastante misterioso, nos tocará esperar al líder. —Ambas se miran, Odette aparta su mirada para observar todo el lugar, mientras Bernardette camina hasta una de las mesas disponible para el evento. Por su parte, Odette conversa con la hermana Caroline—

+ Hermana Caroline, he escuchado por muy buena fuente que está noche va a ser importante para nosotras. —Caroline la mira con dudas y le dice—

+ Hermana Odette, ¿Quién le ha dicho a usted eso? —Odette responde—

+ La fuente no se revela nunca, es más, debemos estar preparadas para todo lo que pueda surgir de esta reunión. —Caroline dice—

+ En eso tienes razón. —Odette le dice—

+ No te preocupes, es más, no hay nada sobre qué preocuparse. —Odette se retira a otro lugar para seguir conversando—

 

De a poco el lugar fue llenándose el recinto y muchas hermanas están a la expectativa, ya que, según el reloj, van a ser las doce campanas de la media noche y el líder no llega aún. Pasado el rato y el salón completamente lleno y todas a la expectativa, la campana del reloj comienza sonar, ya son las doce, es decir media noche, y justo entonces hace su aparición el líder de la hermandad, va bajando por la escalera izquierda, con un hermoso traje digno de un representante de poder lleva un traje de color negro con adornos de color dorado, hombreras pequeñas y una peluca de color blanco, el salón queda en silencio total, lo único que se escucha por todo el recinto, es el sonido que emite los tacones del líder, al terminar de bajar la escalera, se dirige al pódium, y desde allí observa la multitud que está presente en el lugar, y comienza sus palabras.

+ Bienvenidas sean todas a la cuadragésima nonagésima séptima reunión de la hermandad. Y disculpen si las convoqué de emergencia ya que me es de suma importancia comunicar lo que tengo para decirles, pero antes de continuar, procedamos a proclamar nuestro juramento, por favor todas alcen su mano derecha y comencemos. — Todas las mujeres levantan su mano derecha y proceden a dar pie a su juramento

 

«Animabus nostris in sanguine fluens venarum Sancto inspirante Fundatricis, promittimus defendere honorem fraternitatis, omni superbia et fortitudo.Quoniam potenti ornobis sunt non abnuerit non tradenda, non dimittat. In nostra potestate, vexillum in jacet in notitiam nostri actiones actus nostri. Fraternitas en im ad mortem.»

 

El líder sigue con su discurso— Ahora si, por favor tomen asiento. —Todas toman asiento y el líder continúa con su discurso— Hermanas, como es costumbre procedamos a beber el elíxir. —Cada una de las hermanas toma su copa correspondiente y proceden a beber; al terminar el anfitrión prosigue— Las he convocado a esta reunión de emergencia, como bien saben he estado a cargo de la hermandad por sucesión. Ya me estoy viejo y las cosas han cambiado, los tiempos han cambiado, ya no es lo que solía ser, por ende, siento que la hermandad necesita ir adaptándose a los nuevos tiempos, si seguimos aferrándonos a las viejas costumbres, con el pasar de las décadas esta hermandad desaparecerá, ya que no habrá nadie que lleve adelante esta gloriosa hermandad que ha coexistido desde tiempos inmemoriales, los tiempos modernos nos exigen cambios, la sociedad avanza a un ritmo vertiginoso y este pobre viejo no puede llevar el ritmo de esos cambios, por tanto, la hermandad necesita nuevos rostros que estén a cargo con el corazón puesto en la visión profunda de nuestra hermandad, y justamente las he convocado a esta reunión. —Mientras el líder sigue con su discurso, Odette conversa con Caroline en voz baja—



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En el texto hay: misterio, suspenso

Editado: 29.11.2022

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