《DOS MUNDOS 》

Habían pasado ya varios años desde que Lorenzo Fuentes fué llevado injustamente a la cárcel por un crimen que no cometió. Todos los meses Glady, su esposa, iba a visitarlo. Sin embargo nunca llevó a Nereyda por que le había dicho que su padre se había ido de viaje y que regresaría, tal como él se lo había prometido. Todo cambiaría meses después cuando le dieron libertad condicional, hasta que se aclarara en juicio su culpabilidad o su inocencia. Lorenzo fué emboscado antes de llegar a su casa. Su cadáver fue llevado a su mujer después de haberle realizado la autopsia correspondiente. 

Durante nueve años Glady iba a hablar con él a la tumba. Desde su muerte vistió un traje negro y siempre le guardo luto hasta que también se reunirían en él, tiempo después en el mismo lugar. 

El cielo soplaba fuerte y las golondrinas encapotaban el cielo gris. Era la última vez que ella miraría aquel ciclo donde se vió atrapada por varios años. En la última cita, él había preguntado por su hija, a lo que Gladis le refirió con detalle la delicadez, la naturalidad de su belleza, la nobleza y la amabilidad de la niña.

" Se parece a tí; tus ojos, ademanes y sonrisa nacieron en ella" 

Por el perímetro del portón principal había un camino donde transitaban muchos desconocidos. Al pasar miraban a una mujer de vestido negro hablando sola. 

" Es una loca" 

" es una bruja" 

Nadie de los que pasaban podían dar un buen comentario de Gladis que hablaba con toda natiralidad como si algún espectro estuviera de pien frente a ella.

Los árboles danzaba al son del silbido apacible del aire y el eco vago de aque sitio inerte aumento su nostalgia, mientras las ojajascas iban de un lugar a otro.

 Ella levantó su cabeza y su cabello crepuscular golpeó de sopetón su rostro inquito, por la terrible sensación de que álguien la observaba. Luego sintió un abrazo cálido que tranquilizo su alma. Observo esperanza viva de sueños muertos y su entusiasmo embalsamo aquel lugar. 

¿ Tanto se parece a mí?

" tanto que al pensarte translúcido, en mi destello de recuero te miro en ella;  le hablo a ella y me respondes tú, te hablo a tí y me responde ella".

Aquellos dos seres separados por la bruma y el infortunio pero unidos por el amor, interlocutora palabras mágicas desafiando la razón.

Ella coloco flores nuevas el la lápida.