La dama de sangre

3- “3500 dólares”

3- “3500 dólares”

 

LILITH

 

-¿Qué dicen?- pregunta Mike con el oído pegado a la pared.

-Calla, no me dejas oír- lo regaño con mi oído en la pared.

Hace unos minutos vimos a los creadores del software entrar a la oficina del jefe  y  como tal no sabemos de qué están  hablando. Se supone  que los veríamos dentro de unos días, no hoy.

Así que Mike y yo decidimos pegar nuestros oídos a la pared e intentar escuchar lo que están diciendo. Lose somos unos chismosos.

Del chisme se vive.

Estas en lo correcto querida conciencia.

Mike anda con el ceño fruncido intentando concentrarse en las voces que están al otro lado de la pared. En cambio, para mí es más fácil escucharlas.

-Es necesario adelantar la instalación del software- demanda la voz femenina.

-¿Adelantarla?- murmura Mike con el ceño fruncido –eso no tiene sentido.

-Lose.

-Ya  habíamos acordado la fecha de instalación- dice  la voz del jefe -¿Para qué adelantarlo?

-Hemos descubierto que su programa actual está presentando fallas y esto hace que los datos se estén borrando…

-¿Qué están haciendo?-pregunta Thomas apareciendo en nuestro rango de visión.

-Intentamos escuchar lo que están diciendo- explica Mike.

-¿Para qué?- vuelve a preguntar.

Este par no me dejan escuchar bien.

-Cállense- espeto y vuelvo a pegar mi oído a la pared, pero escucho varios pasos acercándose a la puerta –Olvídenlo, caminen- los empujo a ambos.

-Pero yo quiero saber lo que dicen.

-Que se muevan- vuelvo a empujarlos y esta vez sí se mueven.

Ya alejados vemos a tres personas salir de la oficina. El primero es nuestro jefe, Abrahán,  un hombre de aproximadamente 54 años, cabello canoso perfectamente peinado, ojos marrones ya marcados por la edad al igual que su rostro y su nariz ligeramente torcida. Vestido con un elegante traje de color gris.

Detrás sale un hombre mucho más joven que él, vestido con un traje oscuro sin corbata, su cabello castaño peinado hacia atrás y sus ojos color miel. Y por último sale una mujer de cabello castaño claro vestida con un traje beige bastante sencillo.

¿Alguna vez su profesor ha hecho una pregunta que no sabes responder y accidentalmente ambos hacen contacto visual? Todos sabemos lo que conlleva ese contacto visual. Casualmente sucede lo mismo con tu jefe.

Consejo para la vida, nunca hagas contacto visual con tu jefe si no quieres hablarle.

-¡Lilith!- me llama mi queridísimo jefe –Ven, acércate que quiero hablar contigo.

Suelto un suspiro y me acerco lentamente a las tres personas que están al frente mío, a lo lejos Mike me desea suerte.

-¿Que necesitas?- pregunto con una ligera sonrisa.

-Ellos son  Adam y Emma- los presenta – estábamos hablando sobre adelantar la fecha de instalación del nuevo software.

-¿Por qué adelantarla?

-Hemos encontrado una falla en su sistema, la falla hace que los datos de la empresa peligren-explica Adam.

Lo miro durante unos segundos buscando alguna señal de mentira, respiración agitada, desviar la mirada, jugar con las  manos o algún tipo de tartamudeo y aunque su cuerpo no lo delata su corazón late de una manera ligeramente irregular al igual que la chica. Ambos mienten.

-¿Y cómo encontraron la falla si no tiene acceso al sistema?- me inclino un poco a adelante y ambos se tensan.

Sonrió al no recibir respuesta alguna. Pero la alegría no me dura mucho tiempo ya que Mike aparece rápidamente.

-¿Qué sucede?- pregunto y Mike solo me muestra  su teléfono –Mierda- murmuro.

-¿Qué ocurre?- pregunta Abrahán.

-¿Dónde está  Thomas?- vuelvo a preguntar  ignorando a mi jefe.

-Está evitando que avance.

Giro rápidamente sobre mis talones.  Junto a Mike corremos hacia el único ascensor que nos puede  llevar al tercer sótano, donde están todos los servidores de Ronma. Este “disco duro”  está  lleno de servidores de seguridad, con varias torres gigantes llenas de todos los datos de la empresa, custodiado por varios guardias armados. Cuando la puerta del ascensor se abre buscamos rápidamente a Thomas el cual se encuentra recostado con el ceño fruncido en una de las torres, con una mano sostiene su laptop y con la otra va tecleando rápidamente en ella.

Miro de reojo todos los monitores de seguridad, la gran mayoría están brillando tenuemente de azul o verde, según el teléfono de Mike hay un servidor el cual colapso pero aún no sabemos cuál es. Las fallas no son muy comunes pero cuando suceden suelen ser un problema.

-Dime que ya sabes cuál es el servidor colapsado- me dirijo a Thomas.

-Aun no lo encuentro.




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