El miedo se apoderó de mí, no sé cuántos santos baje y subí del cielo, esto debe ser un sueño…apreté con fuerza las sábanas, ya que el edredón estaba escurrido a la orilla de mi cama. Lentamente abrí los ojos, trate de buscar mis anteojos entre la oscuridad, pero mi cuerpo estaba totalmente paralizado.
A como pude me levante de la cama, tenía que ser valiente, yo no era ninguna cobarde, cuando en casa aparecía un bicho, mi hermana era la que gritaba, ella tenía temor hasta los ratones, cuando a mí me parecía adorable, respire profundo, aun se podía notar el frio helado que la presencia sobrenatural había dejado impregnado en la habitación.
Encendí la lámpara de pilas que tenía cerca de mí, la habitación estaba vacía, claro está solo mi hermana y yo estamos en él. Abrí la puerta de la habitación y deslumbré entre la semioscuridad de la noche la sombra o el reflejo del ser que minutos antes había estado en mi habitación, ella flotaba y había tomado el camino hacia la puerta principal. La sombra seguía avanzando y de pronto al llegar a la puerta desapareció ante mis ojos…
Corrí hacia la puerta, para verificar si lo que había visto mis ojos era real que no había sido un sueño, me asegure que la puerta efectivamente está cerrada y con el pestillo de seguridad. Me estoy volviendo loca, no debí comerme ese pastelillo seguramente fue una visión, para comprobar que no estaba soñando me di un auto pellizco en el antebrazo, ¡auch!, es verdad no estoy soñando y corrí como loca hacia mi habitación metiéndome debajo de las sabanas…
A la mañana siguiente…
- Vamos chaparra llegarás tarde a la escuela- me movía mi hermana tratando de despertarme, cosa que yo no quería ni abrir los ojos y más con lo sucedido en la madrugada…-y recoge ese edredón- me dijo señalando el pesado bulto.
No puede ser, entonces si sucedió…y la prueba de ello era el edredón a los pies de mi cama escurrido totalmente.
- Niñas, apúrese llegarán tarde- grito mi madre desde la cocina donde preparaba el desayuno.
Salí de cama rumbo al baño, era mi costumbre tomar una ducha antes de ir al colegio, entre debajo de la regadera, el agua estaba fría, lo que me hizo recordar el frio que horas antes la dama había dejado en la habitación y el cuerpo se me enchinó de tal forma que sentí una electricidad fría recorrer mi cuerpo.
Al llegar al colegio, vi a las chicas sentadas en la cafetería, mi rostro reflejaba sueño y cansancio, pues claro esta después de lo sucedido no puede dormir, y cuando a fin lo había logrado el despertador sonó mil veces para indicar que era hora de venir al colegio.
-¡Uy!, que carita te traes, amiga- vacilo Elena- parece que viste un aparecido o mejor dicho la Ixtabay.
-No seas loca Elena, acuérdate que según la leyenda la Ixtabay solo se aparece a los hombres enamorados- contesto Leonor levantando sus cejas…. Solo las miré…tire mi morral sobre la silla y coloque el resto de libros sobre la mesa…
- ¡Chicaaaas!...creo que…he visto a la Dama- dije con un nudo en la garganta y con la piel enchinada en tan solo recordarlo…
-¡Quéeee!- contestaron las dos al mismo tiempo…y comencé a contar lo sucedido en mi casa unas horas atrás.