La Dama y el Caballero

II. EL CAMINO DE PETALOS NARANJAS

Mi alma vagaba en un mundo totalmente perdido en el vicio y en la deshonra, sentía que mi vida no tenía ningun sentido aqui, creí por tantos años que todo era culpa mía, sin importar de quien haya sido, siempre viví en esta paradoja de pensar si realmente valía la pena seguir adelante cuando no había ninguna motivación, por años me sentí atrapado en un enorme pozo donde mi única luz era aquella que por muy lejos yo veía, intentando escapar de mi realidad siempre busca un pretexto para justificar mis errores, no fue hasta que te conocí... Vi atraves de esa bella sonrisa una oportunidad, me tomaste de la mano y me llevaste atraves del campo de flores naranjas, me diste una oportunidad más para seguir adelante, viste en mi lo que quizás nadie hubiera visto, aunque en un principio era yo quien por miedo a fallar me negaba a intentarlo, finalmente tus ojos me mostraron el universo tal cual y como es, mis defectos fueron pueza clave para que tu formarás a una gran persona que aun sigue con esls defectos pero ahora sabe como mantenerlos ocultos ante todos, recuerdo aquella vez que te conocí, tenias el cabello rizado, aquellas gafas obscuras no eran impedimento para ver aquellos lindos ojos donde puse mi corazón hecho pedazos y tu como una gran dama fuiste pegando parte por parte, tu sonrisa me enamoró y tus labios me hicieron entrar en conexión con el verdadero amor, aunque no siempre se viven historias de fantasía, almenos tu y yo tenemos un gran cuento por contar, una historia de mil hojas las cuales en cada una mostraré las razones por las cuales me eh enamorado de ti y el porqué estaré junto a ti hasta que la gran mujer venga y te lleve lejos de mi, a la tierra donde aquellos se han adelantado, donde la paz siempre se puede encontrar y en donde siempre serás llevado y tratado con amor, pues al final nada te llevas, solo la conciencia de una persona la cual tu fuiste en vida, cuando será ese día? Nunca lo sabremos pero mientras ese día llegue, viviré a tu lado y jamás dejare que dañes tu corazón porque ese mismo corazón sacrifico demasiado por el mío...

Somos como dos girasoles los cuales nacieron a la par de un bello jardín, cada mañana al salir el sol siempre podía ver tu brillo y tu belleza siendo iluminada por el, crecimos juntos poco a poco y aunque la tormenta nublaba nuestro cielo, nunca nubló nuestros corazones... Más sin embargo tarde más en ilusionarme que lo que has durado aquí, pues un gran estruendo te ah destruido y dejado en el suelo, las mañanas parecían ser solo un simple amanecer, ahora solo te podía ver en las noches, tirada en el suelo, mientras poco a poco te ibas secando, mi alma lloraba en cada noche que te veía, mis raíces siempre intentaron tomarte y rehacerte otra vez, pero era casi imposible llegar a ti aun cuando estábamos muy cerca, parecía que estábamos a kilómetros, pero esto no iba a quedarse así, prometí que estaría junto a ti hasta el fin de nuestros tiempos, pues recuerdas aquella estrella la cual prometí bajarte? No permitiré que la muerte te lleve aun cuando mi promesa no se ah cumplido. Llegue a ti tomando la punta de tus raíces, me viste con una mirada derrotada, cansada, creíste que te iba a dejar corazón? Pues si la vida nos junto, la muerte nos llevara juntos, mi esfuerzo fue tan grande que mis raíces se salieron de la tierra y caí junto a ti, ahora los dos estábamos al borde de la muerte, pero almenos estoy junto a ti, si no podía salvarte de la muerte, eh decidido ir a la muerte contigo y si un día recuerdas nuestra promesa, solo quiero recordarte también que aquella estrella la cual prometí bajarte estarán plasmados nuestros nombres hasta que el fin de los tiempos llegue, ahora que estamos a nada de partir a otro mundo, solo quiero que sepas que siempre fuiste mi girasol favorito, aquel que apesar de tormentas y huracanes, sismos y tornados, siempre te mantuviste cerca de mi, nunca dejaste de creer en mi aun cuando mis ramas se doblaban o se caían, mis defectos nunca lo fueron ante ti, me enamoraste con tu belleza y tu me sanaste con tu corazón. En cuanto desperté, creí haber muerto, pero ahora solo me veía en un cuarto lleno de veladoras, podía respirar, no era más un girasol, era más una persona, un alma, un espectro el cual no sabía a donde ir, pero quería escapar de este lugar, mire a todos lados y solo veía un enorme cuarto con una gran fotografía pegada en la pared y decorada con sin fin de cosas, ahora soy un alma en pena, rogando encontrarte, estos lugares me dan miedo y me hacen sentir solo, sin embargo escuche el ladrar de un animal el cual me hizo ver más allá de este cuarto, un enorme pasillo lleno de flores y girasoles, los cuales me volteaban a ver con sus pétalos, caminando por todo este camino que no parecía tener final, vi al fondo una gran figura la cual me cautivo, no parecía ser una persona ni tampoco un animal, pues era una gran figura delgada la cual parecía ser el mismo diablo, el miedo invadió mi cuerpo al grado de nisiquiera querer avanzar, pero algo en mi interior me dominaba mientras más me incitaba a seguir caminando atraves de aquel lugar, como si al final de aquel camino encontrara las respuestas a mis lamentos en vida, jamás imagine ser lo que soy ahora, una simple sombra en este obscuro mundo el cual solo puedo asegurar que es un limbo sin retorno a la vida, miles de voces se escuchaban en mi alrededor las cuales me pedían con llantos y lamentos ser salvados pero no podía ver a nadie más, ahora que estoy en las orillas de este gran lugar eh visto un gran cuarto el cual abarca desde un lado a otro más allá que nisiquiera podía distinguir el final del mismo, había un montón de figuras extrañas las cuales señalaban hacia adelante y sin saber nada me deje llevar, poco a poco observé una gran mujer vestida con un gran traje negro y con flores de colores en su falda la cual se dejaba caer hasta el suelo e incluso arrastraba parte de ella, mirándome a los ojos me dijo. — Acaso eres tu quien desea con mucho anhelo estar con su amada aun cuando ella no se encuentra en estos lugares?. Mi aliento se había ido, mis ojos no dejaban de ver aquel rostro esbeltico y esos ojos los cuales eran demasiado rojos como el fuego mismo, el miedo me invadía en cada oportunidad que tenia y solo intentaba formar la palabra "Claro" pero nisiquiera eso podía hacer bien, sentía como mis piernas se debilitaban e incluso sentía que caia al suelo, volteando hacia un lado me señaló a lo lejos un gran altar el cual tenia la fotografía de una mujer la cual estaba observando hacia las estrellas, me dijo que caminara hacia este altar y dejara mi ofrenda sobre sus siete escalones, primero me dijo que me acercara al primer escalón, pero después me tomó de los hombros y me subió al segundo escalón en donde había un par de flores naranjas las cuales sus pétalos me llevaban hacia el tercer escalón, poco a poco fui observando lo que me estaba dando a entender, ella quería que hablara con aquella persona, mirando aquella fotografía me recordó a mi amada, aquella mujer la cual ame con todo mi corazón, eramos la rosa y el tulipán, el día y la noche, el frío y el calor, eramos el uno para el otro, pero que paso? Donde quedaron aquellas promesas en donde juntos debíamos estar? Volteando a ver a esta mujer le pedí una explicación y ella me dijo. — Todos aquí piensan que son inmortales, que pueden adquirir la fortuna del mundo, que pueden ser poderosos, pero la sorpresa al llegar a este lugar es inmensa, pues nada de lo que hiciste en vida te servirá para entrar en mi hogar, solo tus acciones serán tu única justificación para ver si puedes ser digno de entrar al campo de los fieles difuntos, el problema de los humanos es que mientras más tienen, más egoístas son y creen que el hacer menos a otra persona es darles la autoridad del mundo, cuando nisiquiera son reconocidos en la verdadera sociedad... Mírate solamente tú, juraste a tu mujer bajarle las estrellas y así fue como ella murió, esperando a que esa estrella estuviese en su puerta, sin embargo la razón por la que estas aquí es por otro punto muy bueno... Pues no le bajaste una estrella físicamente, pero si le diste una razón distinta de amar a una persona, le demostraste lo que era el verdadero amor, sin importar los problemas o lo difícil que era la situación ya sea emocional o económica, tu jamás te diste por vencido y buscaste la forma en que ella se sintiera segura de si misma y eso no fue bajarle una estrella, tu le abriste un universo el cual ella ahora guarda en su corazón, quizás murió esperando su estrella, pero dentro de su corazón sabía que en ti vio un universo.




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