7:00 am
Observé mi reloj aturdida, ¿Qué fue eso? ¿había dormido tanto? Observé mi cuarto, las paredes de un blanco perlado y el piso de madera, mi tocador donde había maquillaje de todo tipo, cera para pestañas, e incluso delineador.
¿Yo compré esto? Me pregunté intentando hacer memoria, no recordaba haber comprado maquillaje ayer... De hecho, yo ni siquiera utilizaba maquillaje, no sabía maquillarme.
Mi madre abrió la puerta y me sonrió, me trajo el desayuno a la cama y me acaricio el cabello con dulzura.
—Te traje tu desayuno cariño, sé que no te has sentido bien últimamente, el doctor dijo nada de azúcar, así que te he preparado unos huevos revueltos, ¿quieres leche cielo?
La observé mientras me daba un beso en la cien, se dirigió a la puerta.
—Apúrate a arreglarte, ya se te hizo tarde para ir al instituto, no se te vaya a olvidar tu carnet de estudiante, que se lo olvidadiza que eres.
Mi carnet... ¿Eso me lo dijo ayer también?
"Qué raro sueño", Concluí.
«¿Realmente fue solo un sueño Tulipán?»
Esa maldita voz en mi cabeza de nuevo, ¿qué será? ¿Mi subconsciente?
Me vestí frente al espejo, con una camisa blanca y un pantalón negro puro, y me até el cabello en un moño suelto después de terminar mi desayuno, tomé mi mochila negra, y bajé las escaleras, me despedí de mi madre antes de salir y caminé hacía el instituto por el parque de siempre, pero sentía algo extraño, como si el parque no fuera el mismo que ayer, ¿los arboles de este lugar siempre fueron tan altos?
¿Cómo era siquiera el parque ayer?
Un perro pasó corriendo a mi lado, era blanco y peludo, muy adorable, pero parecía alterado.
—Lo siento mucho—una voz de tono amable emergió de algún sitio—Dexter suele correr así muy a menudo... Oh...eres tú, hola Lila, perdona, no te había reconocido, ¿vamos juntos de regreso?
Al escuchar esa voz que conocía tan bien me giré, Ken me miraba con esos ojos marrones hermosos. Él sostenía una correa, y a Dexter en brazos.
Le dediqué una sonrisa a mi amigo, sin embargo, un movimiento abrupto y el ruido sordo de una rama rompiéndose me distrajo; solo alcancé a ver una silueta moverse detrás de un árbol, la cual me inquietó, tal vez más de lo que debería.
—¿Lila, todo bien? —La voz de Ken volvió a captar mi atención, ignoré ese mal sabor de boca por ahora, solo para concentrarme en el hermoso chico frente a mí.
—Sí, no te preocupes, solo creí ver...—Pensé mucho si decirle la verdad o no— Un pájaro, vamos, te acompaño a clase.
Mientras avanzábamos Ken se detuvo en una casa cerca del instituto, dejó ir a Dexter sonriendo, observé a Ken confundida, ¿no era su perro?
Ken pareció notarlo, porque me aclaró con ese tono de voz que me hacía latir el corazón.
—No es mi perro, me encantaría tenerlo, pero mi hermana es alérgica a él, le pertenece a una amiga que vive cerca de aquí, me pidió que se lo regresara.
Le dediqué una sonrisa, y nos dirigimos al instituto juntos, Emily, la ex de Ken, estaba besándose a su ex mejor amigo en una esquina. Pude darme cuenta de que el rostro de Ken se volvía sombrío, como si estuviera asqueado, o dolido. Estaba a punto de intentar consolarlo cuando él habló primero.
—¿Quieres que te acompañe hasta tú clase, Lila? No quiero ser grosero, pero es que de verdad necesito ir a mi salón a terminar un proyecto que no completé ayer.
Asentí suavemente, con una pequeña punzada de duda en mi cerebro, ¿ya había escuchado eso antes? Él me acompañó a la puerta de mi salón, antes de irse me dio un apretón de manos amistoso y se marchó. Yo lo observé irse preocupada, era obvio que lo de su ex novia aún le afectaba.
"Maldita Emily, porque tiene que hacerlo sufrir así."
—Disculpe damisela.
Esa voz...
Observé al emisor de aquella voz, era un chico que me parecía familiar por alguna razón, pero no recordaba donde había visto a aquel chico con mechones plateados.
¿Quizá lo vi de camino aquí?
—¿Si? ¿Puedo ayudarle en algo? —pregunté nerviosa, por alguna razón, sentía un escalofrío recorrerme la espalda, como si debiera irme. El impulso de salir corriendo era inmenso, sin embargo, él chico no me parecía peligroso, y no estaba haciendo nada raro.
El chico me sonrió, podría jurar haber visto esa sonrisa antes, pero no sabía de dónde.
"Te estás volviendo loca Lila."
—Es posible que te estés volviendo loca tulipán, pero las mejores personas lo están, quizá solo sabes que estás más despierta que los demás, y eso te asusta.
Me tensé, y lo miré directamente, ¿dije eso en voz alta? No, estoy segura que eso lo pensé, ¿cómo pudo haber oído eso?...
Él chico me sonrío y se acercó a mí con pasos lentos y medidos, como un depredador a punto de cazar a su presa. No dudé, comencé a correr para alejarme de él con todas mis fuerzas, los pasillos parecían volverse inmensos, sentía mis pies moverse con todas mis fuerzas, pero no veía salida, intenté abrir algunas puertas, pero todas parecían estar selladas.
—¡Maldita sea! —grité, golpeando una puerta con desesperación. Al no obtener resultado, huía despavorida por los pasillos de la escuela con miedo en mis entrañas.
Él chico comenzó a caminar con pasos tranquilos hacía mí, con una calma que me helaba la sangre.
Intenté pedir ayuda, pero nadie parecía entender el por qué estaba corriendo, el chico se acercaba cada vez más a mí, caminaba con pasos lentos, pero ni corriendo pude alejarme tanto de él, corrí hasta que tropecé con alguien, le supliqué al extraño que me ayudara, él solo me observó confundido, mirándome como si estuviera loca, intenté gritarle que llamara a la policía.
—Lo siento, es mi compañera, tiene unos cuantos problemas mentales, lamento mucho el inconveniente, ¿podría ayudarme a llevarla a su clase? —la voz me hizo tensarme en pánico. Él chico de mechones hechos de plata estaba justo detrás de mí.
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Editado: 27.03.2025