Capítulo 2

No podía ser, no...
De todos los clanes y pueblo, ¿tuvo que ser en un arrecife? ¿Por qué?
Mi corazón iba tan rápido que el aire cada vez me faltaba más. Aún así, hice todo lo posible por relajarme, total, no tenía por qué tocar el agua, ¿no?
El Na'vi que sostenía la cuerda que agarraba mis manos, tiró de mi haciendo que comenzara a andar.

- Vamos, no te pares - habló - Esta vez tenemos una gran recompensa - su risa me dio escalofrios, aunque continué mi marcha sin demostrarlo.

Cuando salimos a cubierta, mi cuerpo se congeló. No había un muelle en el que parar el barco... Sino que nos encontrábamos detrás de una roca grande, a unos metros del poblado, ocultos. Eso significaba que...

- Dejaremos aqui el barco para pasar desapercibidos, rodearemos esta zona nadando y llegaremos a estas casas donde comenzaremos el saqueo - explicó el capitán - Tendremos un buen margen de tiempo hasta que alguien de la voz de alarma. Cuando comience la pelea, el grupo que se queda en el barco, traerá este hasta esta zona, donde subiremos toda la carga y nos iremos.

- ¡Si, mi capitán! - hablaron el resto y empezaron a dispersarse, cada uno a su lugar correspondiente.

- Disculpe - pronuncié ante el capitán - ¿no podría quedarme en el barco? Seré más útil aquí - dije nerviosa.

Él me miró de arriba a abajo, como si una "basura" le hubiera hablado. Aún así me respondió.

- No. Esta vez vas con el equipo de saqueo.

- Pero...

- ¡Obedece! - exclamó a la vez que golpeaba mi mejilla tan fuerte que caí al suelo.

- No sé nadar... - susurré lo suficientemente alto como para que me escuchara.

Este se jactó irónicamente y se frotó la sien con los dedos.

- Eres uns completa inutil. Bajarás, si no sabes nadar te ahogas y punto. Deja de ser tan molesta.

Con suerte, hoy será mi último día, supongo. Aunque no voy a mentir, tenía miedo, muchísimo miedo...

Ya era momento de saltar, el resto de Na'vis fue tirándose al mar, de uno en uno para hacer el minimo ruido posible. Llegó mi turno y "tuve la suerte" de que me empujaron... Osea que no me dio tiempo ni a asustarme, pues antes de darme cuenta estaba en el mar helado.
Para colmo, llevar las manos atadas dificultaba todo con creces.
Intenté seguir al Na'vi que sostenía mi cuerda, a duras penas. Tragué agua en varias ocasiones, tosiendo de manera desgarradora.

- ¡Silencio! - dijo en un susurro lo más alto que pudo a la vez que hundía mi cabeza bajo el agua para que no se me escuchara.

Aquello empezó a marearme, pues era agua... Y tenía pánico al agua.
Antes de que la vista comenzara a nublarse, me dejaron respirar.
Aguantandome todo el sufrimiento y las ganas de toser, continué tras los piratas. Para mi "gran suerte" tocaba el suelo de puntillas, no era profundo, asi que mas o menos podria sobrevivir.
Nos situamos bajo una especie de red, pues el poblado estaba instalado sobre el agua, con redes elasticas anaranjadas y enganchadas de arbol a arbol. Con cautela, uno de los piratas sacó una daga y rajó dicha red para subir por ahí.

Ahora...
Ahora era cuando comenzaba el caos.

¡Hasta aquí el capítulo de hoy!

¡Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

¡Muchas gracias por todo el apoyo!

¡Nos vemos en otras historias!

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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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