La decisión de sus vidas

Hace mucho, mucho tiempo 3 reinas magas que debían garantizar la preservación de la magia en generaciones siguientes, por el bien de los diferentes reinos.

Por eso cada una de ellas debía casarse con un mago, para que su heredero no deshonrada a su legado.

Cada una de las tres tenía una perspectiva diferente de la decisión que debían tomar, la cual perdurará el resto de su existencia.

Eleonor la mayor de las 3, la cual podía controlar las decisiones de las personas. Pensaba que el que tener que casarse solo por el linaje tanto real como mago, no era tan importante como para pasar el resto de su vida con un hombre que no amará.

Amira, la mediana de ellas, quien se puede comunicar y curar de los animalitos del bosque cada vez que lo necesiten. Consideraba que el tener un heredero por preservar el linaje está bien, pero creía que no era necesario el matrimonio para llevar a cabo su deber real.

Raina, la menor del grupo, tiene el don mágico silvestre, lo que quiere decir que puede hacer que las plantas crezcan cuando ella lo necesite. Ella estaba de acuerdo con los herederos de los personas mágicas y soñaba con que un día pudiera enseñarle a su pequeño o pequeña el poder controlar su magia como su mamá la había ayudado con ella cuando era más pequeñas.

Pero lo que ellas lo que no sabían es que el destino haría cambiar sus decisiones y sueños para el resto de su vida.

A la edad de 21 años Eleonor conoció  a Edward, heredero mago de un reino vecino, en una de las reuniones para renovar el tratado de paz que se mantenía hacia varios años atrás.

Edward hizo que Eleonor cambiará su perspectiva de su deber real, porque se enamoró perdidamente de él, lo cual llevo a qué ambos se casarán a los 2 años de casarse y concebir a la pequeña Elizabeth.

Amira con solamente 23 años de edad se enamoró de un perfumista, Arthur, quién sin tener linaje real o mago, logró conquistar con paciencia y detalles pequeños a la soberana de su reino.

Ellos no pudieron tener hijos dado que Amira no los podía concebir, pero eso no los detuvo para ser felices gobernando con pasión y dedicación el reino que tanto querían.

En el caso de la pequeña Raina, ella si conoció al amor de su vida, Henry. Más no en una familia maga, sino, en la panadería que ella frecuentaba cuando decidía salir del palacio a dar un paseo.

Sin falta cada vez que pasaba por ahí pasaba a comprar su postre favorito, en cambio en ninguno de los casos él la dejaba pagar, porque era su manera de conquistar el corazón tan bondadoso y puro que tenía la pequeña reina.

Con solo pequeños muestras de cariño por parte de Henry logró enamorar a Raina. Ella renuncio a su puesto de reina para poder estar con él, que juntos abrieron una nueva panadería pero está vez que el dueño ser él, ya que era su sueño desde pequeño.

Raina no pudo enseñarle a hija, Alison, magia silvestre pero si puedo ayudarla para aprender jardinería ya que a la pequeña le gustaba mucho compartir ese tiempo con su mamá.

Y así Eleonor, Amira y Raina, las 3 reinas magas, tomaron la decisiones que cambiarían por completo su vida.