La del fondo

5. Que empiece la cacería

Pasamos unos minutos así para luego separarnos, en el momento en que su cuerpo dejó de tener contacto con el mío sentí un vacío, que algo me faltó, me sentí rara porque nunca en mi vida había sentido algo parecido, algo que se volvía mas grande cada vez que yo estaba con él, nos paramos del suelo con ayuda de los chicos, luego de haberlo meditado un poco teníamos que tomarnos esto como adultos.
—Tenemos que ocultarnos en un mejor lugar, si nos escondemos aquí es posible que también encuentren al resto —Dijo Poe preocupado pero al mismo tiempo mirando a Damián en sus ojos se notaba que tenían algo planeado.
—Podemos ir a mi casa —Dijo, mi abuela se quedó mirándolo con una cara que no me gusto para nada.
—De ninguna manera, toda tu familia se estarían poniendo en un mayor peligro que en el que viven a diario —Dijo con obvia desaprobación y sinceramente a mi tampoco me gustaba el hecho de poner en peligro a su familia.
—No esa casa, junto con Poe para la universidad nos compramos una, solo mi madre sabe en donde es y las escrituras no están a nuestros nombres, nadie sabría en dónde estamos —Era un buen punto, mientras menos personas supieran donde estábamos era más seguro para todos.
Luego de un rato convenciendo a mi abuela de que era una buena idea quedarnos en esa casa ella acepto a regaña dientes, sabíamos que se ponía así porque le preocupamos a Damián lo conocía desde bebe y lo amaba como a un hijo más, a Poe apenas y se lo aguantaba pero lo quería, Alexa era su aprendiz y a mi abuela le encantaba el hecho de ser su ejemplo a seguir y pues bueno yo era su nieta y para ella que nosotros estuviéramos bien era lo único importante.
—Escucho pasos —Dijo Poe, yo no podía escuchar nada, pero seguro por lo del oído de lobo Damián y Poe si lo escuchaban —Tenemos que darnos prisa, son de hombre y pisa muy fuerte.
Nos despedimos de Joe y de mi abuela, no queríamos que esto fuera una despedida, un por si sobrevives pero eso fue bastante difícil y más tomando en cuenta que ellos no podían saber a dónde íbamos por lo mismo de que mientras menos personas sepan mejor.
Habíamos acordado de que iríamos en el carro de Damián y el de Poe lo dejaríamos un poco más lejos para despistar al cazador, el plan era primero salir de la cabaña sin ningún herido y de una manera silenciosa, segundo dirigirnos a la casa, tercero sobrevivir al menos 3 noches.
En cuanto llegamos a la casa Damián me dijo que necesitaba hablar conmigo, me llevo hasta el que parecía su cuarto, las paredes eran de color gris, la cama tenia una colcha blanca y el pequeño escritorio que había al lado de una ventana estaba casi vacío, me senté en el borde de la cama y espere a que hablara.
—Se que apenas nos conocemos, pero siento un impulso que me obliga a protegerte, siento que necesito verte a salvo —Escucharlo decir estas palabras hicieron que se me encogiera el corazón, se veía débil y avergonzado por abrir su corazón —Solo quiero que sepas que prometo siempre cuidar de ti y prometo hacer hasta lo imposible por verte feliz.
—Desde el primer día en que te vi algo en mi cambio, no solo el hecho de poder estar aquí diciendo que me importas mas de lo que me gustaría aceptar, sino que encontré a una persona que me entendía, no por haber pasado por lo mismo, me comprendía por que me escuchaba y si hasta hoy seguimos juntos voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que lo sigamos estando —Esto último se lo dije para luego pararme y abrazarlo, sabía que estaba asustado yo también lo estaba.
Bajamos a donde estaban los chicos y nos encontramos a Poe cocinando, cuando terminó nos sentamos todos en una mesa que era para cuatro en la sala, Alexa y yo ayudamos a servir los refrescos y Damián la comida, en el momento en que me senté un gran dolor me recorrió todo el cuerpo y se quedó estático en mi cabeza, intente ignorarlo, pero todo intento que hice se esfumó, intente tomar agua, pero por culpa de estos espasmos de dolor se me resbalo el vaso haciendo que cayera contra el piso quebrándose en mil pedazos.
Todos voltearon a verme, Alexa fue la primera en reaccionar, se paró a mi lado y me sostuvo para que no me cayera en el vidrio que había en el suelo.
—Ayúdenme a acostarla, está teniendo un ataque —Lo último que recuerdo fue ver a Poe y Damián dejándome en una cama para luego despertar en un sueño.
Podía reconocer perfectamente el lugar, estaba en la cabaña, de un momento a otro empecé a escuchar lo mismo que la primera noche que estuve cerca, gritos, solo eso se escuchaba, algo dentro de mi me impulsó a buscar de donde venían, pase por la sala y había gente tirada, algunos tenían un hueco en el pecho, otros tenían mordidas en los hombros, pies y brazos, pero fue lo único que logré observar ya que en un instante estaba despierta.
Sentía que una algo me agarraba, era Damián, me tenía de la mano y se había quedado dormido a mi lado, pero en cuanto me iba a levantar de la cama él se despertó, me vio por un rato y soltando mi mano llamó a los otros.
—¿Qué paso? —Pregunte confundida, mirándolos, estaba en una cama lo cual me confirmó que lo otro había sido un sueño.
—No lo sabemos, no te podías sostener y cuando te desmayaste tu corazón empezó a latir más lento de lo normal, creímos que en cualquier momento se detendría —Dijo Poe intentando entender qué era real, que yo estaba ahí.
—No me desmaye —Fue lo único que logré decir mirando hacia el piso.
—¿De qué hablas? —Dijeron todos casi al unísono.
—Lo que recuerdo es un gran dolor en todo mi cuerpo, me caí y ustedes me llevaron a una cama, pero luego empecé a soñar —Les empecé a contar todo lo que había pasado en el sueño y mientras lo hacía recordé lo que mi abuela me había dicho sobre las visiones, el dolor y el hecho de acordarme de todo.
—Los demonios que describes son los drevak y shax —Dijo Damián intentando recordar algo —Los demonios drevak son para rastrear y los demonios shax para matar.
Cuando Damián dijo esto me preocupe, si esos demonios iban dispuestos a encontrarnos y no lo lograron iban a matar a los que estuvieran en la cabaña.
—No es lógico que alguien que odias a las personas que son mitad demonios use a demonios menores para hacer su trabajo —Dijo Alexa sin entender bien el porqué.
—De lo único que nos tenemos que preocupar es de que esos gusanos gigantes no pasen tus salvaguardas o el serbal.
—Ellos no lo van a pasar, pero el cazador si —Pasamos un tiempo discutiendo sobre probabilidades pero al final nos dimos cuenta de que estábamos bien, nadie sabía en dónde estábamos y aún ningún demonio se había acercado.
 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.