Lo primero que siento es aquella sensación de opresión en mi pecho, tuve un sueño muy raro, escuchaba como claramente alguien me llamaba, ese extraño impulso de acércame a esa voz tan armónica que gritaba mi nombre, esas ansias de correr hacia ese lugar, abro mis ojos con pesadez dándome cuenta que ya no me encuentro en mi cama, estoy en lo que es mi “armario”, no sé cómo llegue aquí, simplemente sé que la sensación que se trasmite estando aquí es diferente, bajo con cuidado, encontrándome con acogedora y sorprendida mirada de Olga,
Buenos días, niña Emilia, tan de mañana explorando
Buenos días, señora Olga, se podría decir que si.-respondí con una tímida sonrisa
Me alegro ver que es de su agrado mi humilde casa, y dejemos los formalismos estamos en confianza, niña Emilia, llámeme Olga.
Aunque no es la costumbre, la llamare con su nombre porque tengo su permiso.-respondo
Sin esperarlo toma mi mamo, y una fugaz imagen cruza por mi mente, puedo observar la casa, pero esta luce diferente, y en el centro puedo ver un árbol.
Así me agrada, venía a decirte que ya estaba el desayuno, así que la espero a bajo.- me dice antes de salir.
El cotidiano encuentro que tuve con Olga me hace estremecer, aquel sueño me ha dejado inquieta, hoy comenzare la investigación sobre el caso la “idiotizada”, el primer paso es analizar el lugar donde todo comenzó, según reporte la joven antes de desaparecer trabajaba como secretaria de un doctor, el ultimo día que fue vista se dirigía a su trabajo, aún no he encontrado datos de familiares cercanos, pero aquellos datos serán descubiertos a lo largo de la investigación.
Buenos días escucho como todos en la mesa, me saludan, quiero preguntar ¿Que tienen de buenos? pero como siempre decía mi padrino no somos quien para cuestionar los formalismos, es que hasta ahora no entiendo porque los buenos días, las buenas tardes o la buenas noches, porque nuestro día puede ser una desastre y de repente viene alguien con una sonrisa idiota y te dice ese formalismo, acaso sus buenos deseos mejorara nuestro día, pero las personas estamos acostumbrados a aceptar lo que los demás dicen, así que con una sonrisa, devuelvo los buenos deseos y tomo asiento junto a la muchacha llamada Daniela, aunque su apariencia es joven está casada y tiene dos hijos, el día que llegue no me percate que la mayoría de los que viven con Olga, son familias entre sí, parece una vecindad en una sola casa, las únicas que no tienen esposos es la dueña de la casa y celestina una mujer con cinco hijos, aunque me cueste negarlo el desayuno no fue tan desagradable como imagine que sería, después de seis meses de comer sola, volví a compartir la mesa con alguien, es una nueva experiencia, mi padrino siempre decía que aun el llanero solitario necesitaba compañía, tal vez tenía razón, al terminar el desayuno los esposos se despedían prometiendo volver temprano, los niños reían mientras eran cargados en brazos, aquel sentimiento que siempre bloquee despertó, esa estúpida tristeza por algo que nunca tuve apareció, la idea de que mis padres me dejaron sola, solo de recordar que no conozco ni siquiera sus nombres, me enoja, más que nunca considero que a lo que llaman “amor” es una fachada, viaje desde la ciudad porque hace veinte años una chica desapercibo, nunca nadie la busco, todos las juzgaron, nadie escucho su verdadera historia, entonces me pregunto ¿Dónde estaban los que amaban a esa mujer?, me despido de las personas que aún están en la sala de estar, salgo con un destino específico el lugar donde fue vista por última vez.
Llegar al lugar donde era vista a diario, donde comenzaron los rumores acerca de su “romance”, donde las personas destruyeron la vida de una joven con la excusas de “críticas constructivas”, es que las personas a veces no entendemos que lo que más lastima son las palabras, muchas personas dejan que sus vidas acaben porque creen más en las opiniones de otros que su propio criterio, su opinión la denigran a tan bajo nivel que se pierde en el mundo ajetreado, no podría definir qué pasaba por la mente de aquella joven pero puedo comprender su impotencia al escuchar y vivir la presión de un pueblo, siento que muchas miradas se posan en mí, los ojos saltones de personas que me miran con intriga me hacen sentir extraña, otras fingen no estar inspeccionándome pero su falta de discreción me demuestran lo que están haciendo, esas miradas me despiertan un sentimiento extraño, normalmente no sería tolerante con ellos, estaría encima de muchos acabando con su estúpidos gestos, pero estoy en medio de un lugar nuevo, rodeada de la naturaleza, de escasas casas a su alrededor y pequeños lugares céntricos como un modesto hospital, una plaza con personas aglomeradas, a lo lejos se divisa lo que podría ser un rio, camino a paso titubeante hacia el despacho de aquel hombre que estuvo con la joven antes de desaparecer, cada paso que doy retumba en mi cabeza, no sé porque me siento tan nerviosa por ver a alguien, he leído mucho acerca de la historia, son tanto los detalles que ignoro que me molesta no tener información suficiente para la investigación, repaso en mi mente lo que diré, lo que hare cuando pueda entrevistar al doctor, apenas entro al lugar me encuentro que esta desolado, lo que antes eran un despacho medico ahora solo es un lugar vacío, no puedo creer que haya viajo desde tan lejos para encontrarme con esta “grata sorpresa”, es que mi vida no puede ser peor, primero muere mi padrino, deseo evitar una celebración absurda pero me encuentro que la base de mi investigación es obsoleta, todos los registros son inútiles, no encuentro información verídica, quisiera encontrar algún familiar de la joven pero sus familiares han desaparecido.
A lo lejos veo como un hombre con un aspecto sombrío se dirige a mí
Buenas tardes señorita, ¿busca a alguien?, ¿es nueva en este pueblo?