La descendencia de la mafia

Capitulo 4 || " Sin creerlo"

-Que te tomes eso- me dijo uno de los hombres que me estaban vigilando

-No voy a tomarme nada- le dije

-Son ordenes del jefe -

-Dile a tu jefe, que no me voy a tomar ni a comer, nada que venga de parte de un imbécil como el-

El hombre dejo de insistir, la verdad era que si tenía sed y mucha, no me hidrataba desde que salí de mis clases, pero no quería nada de ese hombre no confiaba en el.

Luego de un rato me di cuenta que los dos hombres se fueron y luego llegaron otros dos.

[....]

Me quedé mirándolos durante un rato ya que se me parecían conocidos, y luego de un rato me di cuenta que uno era de los hombres de mi padre y el otro era de los Morgan, en específico de Eiden. Cuando me di cuenta me les acerque y le hable al que si me sabía el nombre

-Rafael- dije en silencio

-No se preocupe señorita, Mia, pronto saldrá de aqui- dijo en silencio y sin mirarme para que no se dieran de cuenta -El señor Eiden y su hermano ya van a entrar -

Después de eso escuché que el portón se cayó y varios hombres empezaron a cubrirme, mientras los demás se fueron a pelear y eso.

Escuché a mi hermano decirle a Eiden que fuera a ver cómo me encontraba

-¿Estas bien?- me preguntó agachándose y poniéndome una mano en la mejilla -¿No te hicieron nada esos desgraciados?-

-E-Estoy...bien- dije perpleja por su preocupación

-¿Segura? ¿No tienes ningún rajuño nada?...-

-¡Eiden, no tengo nada!- le interrumpí - Solo tengo sed -

-Vamos, en la camioneta te tenemos agua - me dijo ayudándome a levantar a lo que yo me tambalee, supongo que fue por lo que no me hidrate

-Ven, yo te llevo- me dijo llevándome a sus brazos

-Yo puedo- dije nerviosa, no me hizo caso y siguió caminando mientras los demás seguían disparando se y eso

No comprendía el por qué actuaba de esa manera conmigo, si yo no le dirijia la palabra aunque el siempre quiso acercarse a mi. Me quede mirándolo mientras salíamos de allí, se veía tan guapo, tan...tan perfecto, aunque me cueste admitirlo. Eiden era muy guapo, siempre lusia así, sin importar lo que llevará puesto.

-¡Mía!- escuché a mi hermano decir, lo que me hizo volver a la realidad -¿Te encuentras bien?-

-E...si estoy bien- dije

Marcos me abrazo fuerte -No vas a volver a salir sola- dijo

-Nadie más te volverá a hacer daño. Te lo juro- dijo con sus dos manos en mis mejillas y su frente junto con la mía

-Te quiero, Marcos- le dije con lágrimas

-No llores, peque, sabes que mientras esté yo, ningún idiota te hará daño -

Cuando llegamos a la casa, mi madre salió corriendo para abrazarme

-¡Cariño, hija!- dijo abrazándome - ¿Estás bien, no te hizo nada ese cabron ?-

-Estoy bien, mami, no tengo nada- dije devolviéndole el abrazo

-Vamos a dentro mi niña- me dijo llevándome hacia la casa

-¡Mi pequeña!- dijo mi padre viniendo a dónde estaba yo- Hija, ya estás a salvó mi niña, no te preocupes ya nadie te hará daño -

-¡Papi!- le dije abrazándolo

Siempre que estaba en los brazos de mi padre me sentía protegida, segura, sabía que no me podría pasar nada mientras estuviera en sus brazos. Me sentía igual en los brazos de Marcos, ellos dos eran mis protectores, mientras ellos estuvieran yo iba a estar bien.

Cuando estuve en los brazos de Eiden sentí casi lo mismo, protegida, supongo que era por el miedo que sentía en ese momento.

[...]

Mi madre y mi hermana Samira se quedaron toda la noche conmigo, dijeron que querían asegurarse de que pudiera dormir bien.

No me di cuenta en que momento me quedé dormida, solo me quedé dormida, me sentía segura, protegida y sentía la calidez de mi madre y mi hermana, me sentía como una niña pequeña en los brazos de su madre.

Mi padre había mandado a más hombres a rodear la casa en especial donde quedaba mi habitación, mando a poner más seguridad, un carro con GPS para saber a donde iba, me pusieron más de diez guardaespaldas, para que me protegieran de todo. Y para completar Eiden se ofreció para acompañarme a todos lados, y como mi padre lo adoraba, no dudo en decirle que estaba bien.

Así que para donde vaya iré como con 20 hombres detrás de mi y Eiden al lado.

Me tocaba acostumbrarme a estar con tantas personas detrás de mi. ¡Aaa! Y para completar mi padre también mando a que 12 hombres fueran delante de mi por si llegaba por delante alguien para hacerme daño, ellos estuvieran ahí para protegerme.

Me sentía como en mi libro. No sé sie rea bueno o malo, pero voy a aprovechar esto para bien, cuando vaya de compras no llevaré ni una bolsa, si no que ellos lo harán y más con Eiden al lado el podrá llevar mi bolso.

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Pobre Mia, todo lo que tuvo que pasar para poder regresar a casa.

Eiden fue todo un caballero, ¿Te imaginas ser llevada a la camioneta en los brazos fuertes y músculos de Eiden?

Bueno chic@s, les doy la gracias por tomarse el tiempo para leer mi libro. Cada vez vamos acomulando más y más vistas, y me siento feliz, porque está solo fue una idea que se me vino de la nada a la cabeza y decidí compartirla con ustedes y vean todas las vistas que hemos tenido. Gracias de verdad chic@s los quiero mucho.

Bueno bebés nos vemos en un próximo capítulo, se me cuidan mucho y un beso a todos ¡Muaaaaa! 😗

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