Desde que me enteré que debía casarme con Eiden Morgan, el imbécil, no podía dormir pensando en tantas cosas, en qué iba a pasar conmigo ahora, que haría después de casarme, en tantas cosas que no me dejaban dormir en paz.
Se que tenia una opción, escapar, pero conozco bien este mundo y se que mi padre y el padre de el, harían hasta lo imposible para encontrarme y que me casara con Eiden.
La única manera de solucionar todo esto, era aceptando mi realidad.
La noche anterior le había preguntado a mis padres el por qué tenía que casarme con ese imbécil, pero dijeron que lo sabría cuando me casara, seguí insistiendo lo que hizo que me llevara una mirada de advertencia de mi madre, así que decidí dejar de preguntar.
Les dije que al menos dejarán un mes más, ya que mi presentación de ballet era el 8 de abril y quería asistir, sabía que después de ese día ya tendria que dejar de bailar, tenía que dejar el mundo del ballet atrás, que ya debía asumir mi cargo en la empresa, y no era la empresa que mi padre tenía acá en Italia, era la empresa que tenía en Rusia, yo debía asumir la presidencia en Rusia, obvio con un guía. Según mi padre ya tenía la suficiente edad para tomar ese cargo y que aparte necesitaban que alguien tuviera las tiendas en la empresa de Rusia, y que el no podía estar viajando cada tres meses para ver qué sucedía en la empresa.
Esa mañana me levanté más agotada que todos los días, supongo que era porque no estaba durmiendo bien.
Al primero que ví cuando abrí la puerta de mi habitación, fue a mi hermanito, el cual al verme salió corriendo hacia mi y me abrazo de una pierna.
-¡Mia, al fin estás acá!- dijo alegre
-Siempre estoy acá, cariño-
-Si, solo que nunca te puedo ver porque si no estás en la empresa con papá, estás en reuniones y no sé que más cosas- dijo con una mueca lo que me hizo reír -Y nunca te puedo ver-
-Si cariño, lo sé, pero te prometo que ya no saldré tanto para que puedas estar conmigo - levanté la mano en forma de promesa
No sé si lo había mencionado pero toda mi familia, incluyendo me, nacimos en Venezuela, solo que crecimos en distintos países.
[....]
Después de desayunar todos juntos, exepto mi padre, ayude a mi madre a lavar los platos y a dejar la cocina limpia.
Le dije a mi Mathias que buscará la ropa que más le gustará para que me acompañará a mis clases de ballet, no me dejó terminar la frase cuando ya estaba corriendo a su habitación para buscar su ropa.
Yo entre en mi habitación para buscar todas mis cosas y guárdalas para después ir a tomar una ducha caliente.
Mientras buscaba mis cosas y las guardaba en mi maleta, me entró una llamada, me acerque para ver quién era...y no lo podía creer era....Eiden. conteste la llamada sin decir nada
-Mia, ¿Tienes tiempo para hablar?- dijo serio
-Tengo clases de ballet y luego llevaré a Mathias a comer helado - dije con un tono frío
-Perfecto ¿A qué horas sales de tus clases?-
No quería contestarle la pregunta, pero si iba a buscarme o algo, iba a ver qué estaba con Julián, uno de mis compañeros de ballet, ese chico siempre ha querido conmigo, pero nunca lo he aceptado y decidimos solo ser amigos.
-¿Mia, sigues ahí?- su pregunta me hizo volver a la realidad
-¿Eh? Si- respondí
-¿A qué horas sales?- volvió a preguntar
-A las 3:30pm- respondí
-Listo, entonces estaré allí a esa hora-
Y con eso colgó. Esperaba que Julián fuera hoy, para poder hablar con el y darle celos a Eiden, aunque no estaba segura si eso funcionará, pero más vale intentar ¿No?
Termine de alistar todo y me tomé un baño rápido, ya que se me estaba haciendo un poco tarde.
Después de alistarme, fui a la habitación de Mathias para terminar de vestirlo, pero ya estaba listo, una de las niñeras me hizo el favor de vertirlo y probarlo lindo.
Salimos de la casa y lo subí en la parte de atrás del auto, en la sillita para niños que tenía, no tengo hijos, pero si una silla de esas, la mandé a colocar ya que mi hermanito le gustaba salir conmigo a todos lados.
Ya en las clases de ballet mi hermanito se quedó sentado en las gradas jugando con su tablet, le dejé galletas y jugo por si le daba hambre o simplemente quería comer algo.
El era muy tranquilo, no jugaba por todos lados, solo con su tablet y comida, el era un angelito por el resto del día.
Mis clases de ballet duraron más. Salí más tarde que de costumbre.
Y como lo tenía planeado, Julián se quedó conmigo hablando.
-Tiempo sin ver a este pequeñín - dijo tomando en brazos a mi hermano, ellos dos se llevaban de maravilla
-Si, hoy lo traje se que todos los extrañaron yo también extrañaba traerlo conmigo -
-¡Ah, Por cierto! Te traje algo- dijo bajando a mi hermano y llendo a su carro por algo
Luego de un ratito volvió, me grito desde lejos que cerrará los ojos o me diera la vuelta, yo me di la vuelta y espere allí
-Ahora si, voltea-
-Más te vale que no sea...- me quedé muda cuando voltee, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo -Pero...¿Que día es hoy?- pregunté
-Ninguno, solo que quería regalarte algo- dijo con una sonrisa de oreja a oreja -Se que me dijistes que solo como amigos, esto cuenta también como eso ¿No?-
-Es hermoso Julián- dije recibiendo un ramo de tulipanes morados con rosado y chocolates -Gracias-
Le di un gran abrazo y el me envolvió la cintura con sus brazos.
No me di cuenta que Eiden estaba atrás de nosotros, hasta que Julián se separó, cuando voltee a mirar, ví que su mirada estaba fija en el como queriendo estrangularlo .
-Todavia no son las 3:30pm ¿O si?- le pregunté a Eiden
-No, pero eso no quiere decir que no pueda venir a recojer a mi prometida antes de tiempo- dijo sin despegar la mirada de Julián
Me quedé perpleja por lo que acababa de decir, ¿Dijo prometida? No sé supone que solo es por contrato, y ni siquiera vino a recogerme solo necesitaba hablar conmigo.