Después de semejante episodio, las cosas fueron tranquilas. Salimos de la cafetería y subimos al auto, pero esta vez él conducía, manejo lo que parecieron horas y mire por la ventana, salimos de la ciudad y nos adentramos poco a poco en el bosque.
Mis ojos se abrieron con sorpresa y vi como dos personas armadas abrían las rejas de acceso, estábamos en la casa donde lo conocí. Tal vez Nikolas tenía un retorcido sentido del humor y quería hacer una ejecución en medio de la biblioteca aunque mi mente se negaba a entrar en pánico, salí tras él del auto y me tomo de la mano, dos guardias de seguridad flanqueaban la puerta y vagamente recordaba que no estaban la primera vez que vine.
Éstos solo asintieron hacia nosotros y continuaron con la mirada al frente. Llegamos hasta la biblioteca y cerro tras nosotros.
“Me gustaría aclarar algo antes de continuar. No eres una prisionera, de hecho, te puedes ir cuando quieras. Solo te pido una cosa y es que me escuches, todo lo que te diré es verdad”. Asintió hacia el sofá y tome asiento, un tanto temerosa y muy desconfiada “La historia es bastante larga, pero la resumiré, ya conoces a mis hermanos, Tim y Damián”
Vaya, eso no me lo esperaba…
“A grandes rasgos él me desafío” Podía ver lo mucho que le costaba hablar de esto, puso los codos en las rodillas y su cabello lo envolvió. “La tradición dicta que es una pelea a muerte, pero no pude hacerlo, así que lo desterré. Se marcho con media manada y no lo volví a ver hasta ayer…” Su voz era torturada y no oculto las lágrimas cuando me miro “Eres mi luna, mi compañera predestinada, el más grande regalo de la diosa. La primera vez que nos vimos su aroma te cubría” Fruncí el ceño ante eso, ¿cómo era posible? Claro… Damián dijo en el auto que me había marcado “Se que me comporte de la peor manera posible y desconozco lo que te haya dicho sobre mí, pero quiero arreglarlo” Se levanto y lo vi sacar mi mochila de detrás del sofá “Estas son tus cosas, las encontramos en el rio, tu teléfono esta adentro y se por[ih1] Danna que venias a hablar conmigo por algún asunto escolar” Me miro a los ojos y adopto una postura solemne “Pide lo que quieras y será tuyo”
“Y si quiero irme?” Coloque mi mochila en la espalda y lo enfrente, pero no esperaba su asentimiento.
“Si eso es lo que quieres, alguien puede llevarte a la estación de autobuses o tú puedes irte, lo que te haga sentir más cómoda” Muy bien, mi supuesto secuestrador no era un secuestrador, pero no me lo creía.
“¿Qué hay acerca de “ser tu luna” y eso?” Una sonrisa triste curvo sus labios.
“No voy a mentirte, nunca. Y espero que esa sea una promesa entre nosotros por lo que te diré la verdad, tu aroma es un afrodisiaco para mí pero para los demás es dulce y tentador pero saben que perteneces a otro, solo que existen hombres lobo perdidos, demasiado viejos y solos que se han perdido en su delirio, si alguno está cerca de ti sin que lleves mi aroma trataran de tomarte, estés de acuerdo o no…” Su mirada vagó y me di cuenta de lo que decía, cualquiera podría querer hacerme daño. Mierda, la situación se hacía aún peor. “Pero yo nunca te retendría a mi lado contra tu voluntad, si quisieras irte encontraríamos el modo de que estés a salvo” Lo mire sorprendida, parecían palabras muy dolorosas por lo que decidí cambiar un poco el tema.
“¿Y qué hay acerca de estos hombres lobo y cambia formas? ¿Cómo es posible que antes pertenecieran a la misma manada… cómo es eso?” Me miro confundido y con el ceño fruncido.
“¿Te refieres a los perdidos? Ellos no pertenecen a ninguna manada, por eso son tan peligrosos…”
“No, no, hablo de los que se fueron con Damián, los cambia formas. ¿Cómo pertenecían a la misma manada?” Su ceño se profundizo y respondió despacio.
“Todos somos cambia formas, hombres que pasan a su forma de lobo…” Me miraba con confusión y parecía no entender a lo que me refería por lo que decidí dejar de dar vueltas.
“No, quiero decir… hombres que se convierten sin control, como tú” Su carcajada me sorprendió.
“Cariño, yo tengo el control absoluto de mi lobo. Quizá tambalea un poco cuando estas cerca pero eso es solo porque quiere salir y dejar que le rasques la panza” Su mirada arrogante y segura me hizo sonreír un poco pero había cosas que quedaban volando.
“No entiendes, Damián me explico que…”
“No, detente. Apenas puedo imaginarme lo que te dijo pero ven, te lo mostrare” Camino alrededor de la biblioteca conmigo pisándole los talones, se detuvo frente a un libro que parecía antiguo y se dirigió al escritorio “Siéntate, te mostrare”
Tomé asiento curiosa y lo vi abrir el libro cuidadosamente, las bellas ilustraciones me quitaron el aliento, lobos enormes y feroces, pequeñas muestras de pelo en algunas páginas y de pronto empezó a leer a mi lado.
“…Pequeños éramos cuando la luna nos eligió, pelaje grueso nos cubrió y protegió. Los dientes tan largos para cazar nos brindaron comida. Una sola estirpe, la Luna creo. Únicos y maravillosos éstos serán, llevando la gloria en sus lomos …” Pasaba los dedos por las imágenes con reverencia y apenas note su aliento a mi lado cuando note el lenguaje en el que estaba escrito todo.
“Lees polaco antiguo?” Lo mire sorprendida puesto que no esperaba eso, probablemente nadie lo conocía. Me miro con una sonrisa y se quitó el saco colocándolo en el respaldo de mi silla, saco unos anteojos ligeramente redondos y pequeños del bolsillo de su chaleco, me dio la espalda mientras se los colocaba y tomaba un libro de los estantes.
“En su mayoría soy capaz de leerlo, pero a veces necesito a mi viejo amigo” Se giro hacia mí con una sonrisa y todo el ambiente en la biblioteca se relajó, los anteojos le daban un toque intelectual delicioso. “Uso este diccionario para ayudarme, aunque ese libro que tienes en frente es uno de los pocos que he leído completos” Me miro con algo que parecía timidez y mi corazón se derritió un poco más. Dejo el nuevo libro a mi lado y camino al piano.
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Editado: 09.11.2022