Estoy sentada en una cafetería esperando a mi asesor cuando mi teléfono vibra, sonrio al ver el mensaje.
“Buenos días”
Son alrededor de las ocho de la mañana y me alegra el dia ver que después de una semana separados los mensajes se han vuelto regulares, hablamos todo el tiempo. Ayer incluso le llame y me contesto en medio de una reunión de negocios, me disculpe y prometí llamar después, pero él insistió en que no le importaba. Hablamos de todo un poco durante una hora, jamás menciono o me presiono para que regresará y ese era el por qué quería desesperadamente volver.
“Hola, lamento haberte hecho esperar” Mi antiguo profesor, un hombre grande de cincuenta años se sienta frente a mi y ordena su tan acostumbrado café negro. Hablamos de mis planes y como estos tuvieron que atrasarse por un supuesto problema familiar. Claro esta en que no le iba a decir sobre mi secuestro, liberación y posterior encantamiento.
Despues de todo lo que paso me he dado cuenta que recuerdo mi tiempo con Damián con una neblina muy extraña, me recuerdo con una sonrisa y como mis sentimientos estaban libres pero de cierta forma manipulados. Aun no he hablado con Nic de esto pero creo que hubo algo muy extraño, recuerdo el pánico que senti cuando me saco del pueblo aquel pero también como mi corazón se despertó, como si una presa se hubiera roto y todo volviera a mi.
No puedo describir de otra forma que no sea “enmutecida” a como reaccionaba, empiezan a llegar pequeños flashes de mi sentada en la sala con Damián en los que una angustia me dominaba, quería correr al bosque y gritar pero no podía, mis piernas no me respondían y solo podía ser consciente de mi sonrisa. Me sentía recubierta por una capa de paz angustiante. Cada que me tocaba quería salir de mi propia piel y cuando me coqueteaba o sonreía todo eso desaparecia. Tengo algunas lesiones en los brazos que no recuerdo como llegaron ahí, se que Nic no fue el causante por que recuerdo cada minuto que pasamos juntos entonces me pongo a pensar… hay algo que esta escondido en mi mente pero no logro recuperar aun.
—¿Aun estas aquí?—Parpadeo sorprendida y miro a mi profesor.
—Perdon, me perdi un poco—Trato de sonreir y me doy cuenta que hemos terminado, probablemente este libre durante un tiempo. Me levanto y nos damos la mano.
Durante el camino a casa pienso en la reunión, por fortuna el tiempo aun no me ahoga pero cuando me siento frente a la computadora para analizar y ordenar datos me doy cuenta de la falta de entusiasmo que me domina, no puedo pensar en cosas tan corrientes como escribir un trabajo para la escuela cuando hay criaturas mágicas en el mundo. Me parece una perdida de tiempo estudiar personas o lenguas o cualquier cosa que no pertenezca a ese nuevo mundo, siento que no estoy haciendo un cambio, hay tanto por descubrir y aportar a los otros pero yo estoy aquí, sentada mirando una computadora que no me dará las respuestas que necesito.
Frustrada me levanto del escritorio y miro por la ventana. Parece una eternidad desde que volvi a casa la primera vez y un lobo estaba fuera.
Ese recuerdo me hace fruncir el ceño ¿Quién era? Ahora soy consiente que pudo ser Damián o Nicolas pero eso no alivia mi curiosidad, quiero preguntarle a Nic, pero sinceramente no quiero parecer pegajosa, aunque si es el estaría bien pero si es su hermano tal vez cause alguna tensión nuevamente. Lo que hace que mi cabeza duela. A penas puedo creer lo fácil que fue para mi adaptarme a tantos cambios, como si todo fuera normal cuando no lo era…
Decidiendo que esto no me llevara a ninguna parte, dejo mis lentes en el buro y me coloco un camisón para dormir.
DESPIERTA
Me levanto de golpe y me mareo un poco, el grito en mi cabeza fue tan fuerte que aun escucho su remanente. Aguzo el oído y escucho unas pisadas en el pasillo, pero no es normal, aun es oscuro afuera asi que me debato en salir o no…
VENTANA
“¿Estas loca? No voy a saltar por la ventana solo por unos ruiditos…” Le susurro a la voz, al parecer es un poco alarmista pero aun asi no puedo reunir el valor para acercarme a la puerta, en cambio me dirijo lo mas silenciosamente que puedo y abro despacio la ventana.
“Esto es una locura, mi familia no esta, probablemente fue la madera…” Cuando creo que me convenci de que no había peligro escucho pasos en la recamara arriba de la mia, eso hace que tome la decisión de huir, tomo como loca la transportadora de mi gato y lo arrojo adentro, aun medio dormido. Tomo la mochila que no he desempacado y salgo despacio.
pienso que es poco probable que solo haya una persona, aunque tal vez solo quieran robar pero algo, ese instinto que me ha salvado la vida (no, no me refiero a ti, voz mágica que habita en mi cabeza) me dice que se trata de algo mas y me doy cuenta que asi es cuando salgo completamente y veo tres hombres armados, muy parecidos a aquellos que llevo Nicolas al bosque. me tranquiliza pensar que vengan con el, incluso mi corazón se agita con la oportunidad de verlo pero en ese preciso instante un hombre gira y me sonríe.
“Hola, preciosa ¿Ya te vas?” Me congelo y estoy segura de parecer un venadillo asustado. Debi haber llamado a la policía o a Nic, o a mis padres o a Nic… Mierda.
Con el corazón palpitando decido que si me muevo rápido tal vez tenga una oportunidad, bajo despacio a mi gato y arrojo la mochila a un lado, salto la ventana y escucho como el cristal se rompe a mi alrededor, probablemente le dispararon a mi hermoso ventanal, me tropiezo un poco con los cristales y me lastimo las manos y los pies descalzos.
Corro al baño pero un hombre abre la puerta asi que giro y salgo rumbo a la cocina, con el rastro de sangre soy una presa fácil asi que necesito un lugar para esconderme y un micro segundo para llamarlo. Decido que la alacena es el mejor lugar y paso derecho pero me detengo al ver los cuchillos, tomo el mas pequeño y me estremesco cuando el radio de uno de los hombre suena muy cerca, me encierro en el pequeño lugar frio y le ruego a los dioses que conteste.
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Editado: 09.11.2022