La desesperación del Alfa.

CAPITULO 19

Este capítulo es corto, pero estoy super emocionada de que les este gustando la historia. La escribo con mucho cariño y me inspiran mucho sus estrellitas y comentarios, gracias :3

 

 

 

 

CAPITULO 19

 

 

Nic me encuentra en la cocina mientras limpio el piso, las heridas en mis pies me duelen pero no quiero que mi madre encuentre una escena de Tarantino en la casa. Escucho sus pisadas rápidas e irrumpe con la respiración acelerada.

—Estas bien…

Suelta el aire y se recarga en la puerta visiblemente calmado.

—Si, solo unas heridas en los pies—Abre los ojos y camina hacia mi pero levanto una mano para detenerlo—¿Qué más me has ocultado? ¿Estoy en algún tipo de juego enfermizo entre los tuyos?

Mi voz se escucha cansada y me recargo en la encimera, con las manos llenas de sangre. Me miro y comienzo a sollozar, me veo patética con el camisón manchado, limpiando sangre, el cabello despeinado y siento la desesperación en mis ojos. Desconozco la magnitud de la situación y mi única balsa es un hombre que me mira avergonzado desde el otro lado. No habla, solo me mira. Se que esta pensando en que decir y cuando parece decidir de hacer, dice lo que menos quería escuchar.

—No te preocupes, solo déjame cuidar de ti— Toma de mis manos las toallas y las deja a mi lado—Vamos, te lavare…

Me indigna su solución, quien se cree que es… Quito mis manos de las suyas y lo enfrento.

—No necesito que me cuides, quiero la verdad. ¿Qué mierda esta pasando? —Siento como el estrés burbujea y se convierte en furia— Unos tipos entraron a mi casa, me dispararon, me dijeron que no soy mas que una maldita incubadora y ¿tu tienes el descaro de decirme que te “deje cuidarme”? ¿De que mierda estas hablando?

Lo miro furiosa y se que no va a decirme nada, estoy segura. Asi que tomo otro rumbo.

—¿Quién mierda era ese tipo?—Su rostro permanece inmutable, como una perfecta estatua griega —Necesito saber quien es, para cuidarme de el…

Se que estoy mintiendo, pero necesito algo.

—Es un Alfa…

—Por todos los santos, Nic. Eso ya lo se, pero de donde es, quien es?—Se que tampoco quiere decirme eso pero no me voy a rendir— Me debes eso… Dime quien es?

Estoy apunto de sacar la carta de “Habla o vete”, pero no quiero arriesgarme a que se vaya…

—No puedo… perdóname, te voy a proteger, te lo juro—Bien, eso acaba con mi paciencia.

—Largo—Puedo ver el shock en su cara—Vete, no te quiero ver. Largate—Le grito.

Puedo ver su dolor pero yo estoy mas haya de eso. Me doy la vuelta y camino a mi habitación, cada maldito paso una agonia.

Cierro la puerta y veo sobre mi cama una tarjeta negra. La tomo y veo una tarjeta de presentación.

 

Wolfs abogados

Puedo ver la pequeña broma en esto, junto al nombre de la compañía esta el nombre del que supongo es el hombre de cicatrices.

Alfarr Berquist.

Giro la tarjeta y escrito de forma elegante un “Llamame”, me saluda.

Bien, al menos tengo algo.

 

Guardo la tarjeta en mi viejo libro de ‘Orgullo y Prejuicio’ aunque quiero llamarlo en este preciso instante, se que no estoy sola, puedo escuchar movimiento en la casa.

Me dirijo a la ducha y en cuanto las primeras gotas tibias me tocan, las lagrimas caen. Me arrodillo en la regadera y dejo que todo salga.

El miedo de otro posible secuestro es surreal. Me lavo las manos y veo desvanecerse la sangre en el piso, es imposible que la situación sea tan horrible, que haya escalado hasta este grado.

Me restriego las manos por el cuerpo y me siento asqueada, las palabras de ese hombre hacen su trabajo en mi y me siento caer en la desesperación, ya no puedo creer en nada de lo que me dijo Nic, porque se que el hombre no me mintió sino, Nic lo hubiera refutado, solo hizo lo uqe mas odio que hagan las personas cuando discutimos: quedarse callado.

No trato de defenderse o decirme algo, ahora creo que los momentos uqe estuvimos juntos no significaron nada para el y no puedo evitar avergonzarme, me descubri ante el, ese dia que estuvimos juntos le permiti llegar mas allá de solo mi cuerpo, toco y se adentro en mi alma. Algo tan personal y tan intimo que las palabras no alcanzan a describir como pude sentir su esencia, yo tontamente pensaba que ese era el principio de algo hermoso, de algo que de cierta forma siempre estuve esperando, alguien solo para mi.

Era tranquilizador saber que el no me presionaría pero que estaría para mi, de una forma totalmente egoista me complacia saber que no importaba el tiempo que me tomara, el estaría ahí, porque eso era lo que tenia que hacer, Nic no tenia otra salida, el no podría ser infiel o mirar a alguien mas. Podria entregarme sin el mas mínimo resquisio de miedo en mi interior porque el me arroparia, siempre.

Me retiro el cabello del rostro y cierro el agua. Prometo que no me quedare mirando a la nada mientras me autocompadezco pero dado los sucesos de los últimos días, si alguien se merece un momento para eso, soy yo.

Aun no he podido detener las lagrimas y dudo que lo haga mas que para dormir pero siento como el dolor de la traición se asienta en mi pecho, quiero creer que Nic no me manipulo para conseguir poder pero ¿Hace cuanto lo conozco? Ni siquiera éramos amigos y yo prácticamente había planeado la boda, asi que trato de decirme que no es mi culpa creer en él pero ese sabor de boca no se va.

Me siento miserable y humillada.

Y me siento de nuevo molesta cuando recuerdo a Damián, porque ahora estoy segura que tampoco es inocente en todo esto, paso de ser un amigo a un secuestrador-amante y luego a un amante trágico, para recaer en un hermano resentido, pero con tan nueva información las cosas cambian, todo se pone en perspectiva.

Me siento mareada con tantas conspiraciones girando en mi cabeza, las posibilidades son infinitas y los caminos a tomar impredecibles, no tengo poder alguno sobre mi futuro. Ya me di cuenta que soy dada al síndrome de Estocolmo, lo cual no es tranquilizador y menos en mis circunstancias.




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