La mala suerte me persig... Capítulo VI

Gerard:

_Después de haber visto a aquellos chicos y tomar rumbo arriba me desvié a unas joyerías y tiendas de ropa para buscar algo que me sirviese.

Camine a las tiendas que vi cuando salí de la farmacia, venia caminando alerta porque la noche anterior vi a esas criaturas y que por lo visto comían personas, iba a entrar a una tienda y escuche; *Gffff* era como un ave al que le cerraban el pico.

Rápidamente corrí dentro de la joyería, salte por encima del mostrador y me agache de cuclillas allí, no escuche más ningún ruido pero mi corazón latía fuerte.

"Ay... por los dioses ¿Qué mierda fue eso?" -pensé-.

Asome la cabeza detrás del mostrador y no había nadie, me levante y salí a asomarme, la calle estaba vacía.

-Uuuummm bueno, buscare lo que necesito y saldré de aquí cuanto antes- susurre y me adentre en la joyería nuevamente-.

Empecé a buscar un reloj en la tienda pero ninguno servía, salvo uno que estaba en la pared colgado, vi la hora y eran las 07:22hrs de la mañana.

Buscaba por los mostradores y en eso abrí un cajón, pues ahí estaba un reloj de bolsillo que funcionaba.

-Aleluya- grite alzando las manos-.

Bueno era hora de irme, salí de la joyería y a la izquierda dos tiendas más allá estaba una de ropa, me dirigí a aquel lugar.

*Crrrrk* traqueo algo y en ese instante recordé lo que paso el día anterior así que me impulse a correr para la joyería nuevamente, al voltear atrás pues nada se había derrumbado.

"Jajá que miedoso soy" -pensé mientras en mis labios se marcaba una sonrisa-.

Volví a la tienda de ropa y note que la puerta se había despegado, "Ahhh... ese fue el crujido" -me dije en la mente- abrí la puerta con cuidado y para mi sorpresa pise un material viscoso y olía muy mal.

-Joder... por favor que no sea excremento- me dije mientras tocaba con mi dedo aquel material para luego olerlo -¡Diosa! si es excremento y huele tan mal.

Restregué el zapato en el suelo para quitarme aquel excremento de él, limpie mi zapato y camine a la parte de camisetas.

Había variedad aunque estaban sucias y algunas tenían insectos, busque entre todas y encontré dos que yacían casi limpias, las tome y por ende no quería estar mucho más tiempo allí, tenía un mal presentimiento.

Caminaba hacia la puerta y sentí que alguien me observaba muy de cerca, voltee por la sensación y yacía todo normal en la tienda salvo por la puerta de depósito, estaba entre cerrada, observe hacia allá y no note nada extraño, camine en dirección a la salida con mucha precaución.

El sol empezó a iluminar con fuerza sobre la ciudad, salí de allá y volví a la esquina de la cuadra, observe a ambos lado de la calle, estaban tan solas y recordar que un día esas calles fueron tan transcurridas me daba una sensación de tristeza.

Tome rumbo al oeste observando cada una de las tiendas para ver que podría tomar de utilidad.

Dos cuadras más allá note una armería, debía buscar allí ya que podía encontrar un arma, continúe hacia ella cuan de pronto a mi derecha por la siguiente cuadra me percate que un hombre caminaba con algo entre sus brazos, me escondí tras unos escombros que yacían un poco más delante mío, no pude ver quien era pero llevaba un sombrero y algo bajo su brazo.

"Joder... después de todo si hay mucha actividad en estos lares" -pensé mientras estaba en el suelo agachado- "Creí que no pero, primero aquellas bestias, luego los muchachos esos y ahora este hombre"

Me levante y me dirigí nuevamente a la armería, pues al menos debía estar bien armado para un peligro mayor.

La puerta del lugar yacía abierta y unas huellas de botas estaban en el suelo al entrar.

"Puede haber alguien aun aquí, debo estar alerta" -pensé-

Entre despacio al lugar con mi navaja en mi mano derecha y viendo a los lados.

La armería era pequeña por lo que vi media unos ocho por cinco metros, la puerta estaba en medio de toda la habitación, dos estantes, uno a la derecha de la puerta y otro a la izquierda, tres mostradores al fondo y habían hachas y espadas en las paredes por la parte superior.

Me adentre al fondo caminando muy despacio, llegue al mostrador y note unas cuantas armas que yacían oxidadas, una computadora en la esquina derecha por detrás de los mostradores, un televisor encima del mostrador de la izquierda y en esa misma parte en la esquina una estancia con balas y una especie de radio, encima del mostrador central la caja y una puerta atrás de él.

Salte por encima del mostrador central, no había nadie en ese lugar así que tome libertad de buscar, saque un arma antigua para ser exactos un CZ-Shadow B1 era de pólvora.



Este arma pesa entre 1.31kg a 1.33kg, el calibre de 9x19, marco de acero, tiene una capacidad en su bandeja para 19 balas, es de fusible manual, su longitud de 125mm y a decir verdad es un arma hermosa.

Era la que menos oxidada estaba, con una pulida y estaría funcionando a la perfección, así que tome balas de la 9 milímetros que estaban encima de la estancia y las guarde en el bolso, no pude ignorar aquella cosa que parecía una radio, era muy extraña jamás la había visto así que la tome y presione un botón que yacía por encima, por un lado del objeto este se abrió una compuerta que tenía una especie de cajita con cintas dentro de ella, la cerré y presione el botón de play.

Una música extraña empezó a sonar, parecía muy vieja e intente apagarlo pero no funcionaba su botón de pausa.

-Apágate pedazo de basura, aafff que música tan horrible- dije dándole golpes a aquella cosa contra el mostrador para que se apagase-.

-Joder que necio aparato eres- dije con fastidio y lance aquella cosa de nuevo encima de la estancia-.

Tome unas cajas de herramientas para armas y me coloque sobre el mostrador derecho, puse mi arma allí y empecé a desarmarla.

Yo sabía mucho de armas porque mi padre me enseño de ello, me dijo que para la supervivencia era necesario aprender esto.