La desgracia la persigue

Santi

El 19 de agosto, los maestros que le iban a dar clases al salón donde estaba Laura, se iban presentando uno por uno, en sus horas correspondientes. Santi se sentó por un momento al lado de Laura a la hora del receso.

—Mira Laura —le dijo Santi a Laura mientras que casi le pegaba la pantalla a la cara.

Laura miró la pantalla del celular mientras entrecerraba los ojos, Santi no le había bajado la iluminación al celular.

Lo que vio Laura en la pantalla del celular, fue una mesa y un buró en un patio.

—¿Lo hiciste tú Santi? —preguntó Laura.

—Sí —admitió con orgullo Santi—. Solo falta barnizarlas.

Después Santi le siguió mostrando a Laura fotos desde el celular, de los burós, mesas, libreros, que él había hecho con las herramientas del taller de su padre.

A Santi le gustaba hablar con Laura porque él sentía que ella le daba atención a las cosas que él decía, también porque él percibía que ella se maravillaba con los muebles que él había hecho.



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En el texto hay: humor, comedia, romance

Editado: 24.07.2025

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