Esto pasó otro día.
Javier era otro compañero de clases que iba en el mismo salón de clases que Laura. A Laura el humor de Javier le parecía de mal gusto, al igual que el humor de Ignacio, otro compañero de clases. A las 7 de la mañana, mientras la mayoría de los alumnos estaban dentro del salón a que llegara el maestro de la hora correspondiente, Javier comenzó a bromear con Plácido, ambos chicos estaban parados cerca de la puerta del salón.
—¡Mira Plácido! —exclamó Javier mientras señalaba una imagen de un puente que estaba en su celular—. Ahí es dónde vas a terminar durmiendo —dijo Javier maliciosamente.
—Sí, así es —dijo Plácido con calma—. Y que quede claro que yo no comparto casa, y que, si llegan otros a querer ocupar ese puente, defenderé mi casa con uñas y dientes.
Editado: 24.07.2025