La Dinastía (libro 10. Borelishka et Varetskhy)

Cap. 5 Enemigo

 

Riùrik. Enero, 2007

Istvan se encontraba en su despacho revisando los informes que le había hecho llegar la DS con relación a los miembros más problemáticos de su raza, cuando Yves hizo acto de presencia.

  • Yves – dijo él a modo de saludo, pero su tono era de extrañeza
  • Tenemos un problema

Si a Istvan le había extrañado la visita, pues para ver a aquel sujeto había que solicitar de forma expresa su presencia, y aunque en los últimos meses lo había visto un poco más, debido a que estaba a cargo de la DS en ausencia de Darko que había estado todo ese tiempo con Iziaslav, que dijera aquella frase que podía resultar común en otro, pero no en él, despertó la franca alarma de Istvan. Sin embargo, como Istvan era el paradigma de la ecuanimidad, decidió sensatamente, esperar y escuchar lo que él tenía que decir.

  • Hoy, a las 03:00 am, fui notificado de una desaparición. Me trasladé al lugar de los hechos y…

Yves se interrumpió no solo al ver que Istvan juntaba las cejas, sino al percibir con claridad que se estaba preguntando por qué había ido él. Si Istvan se estaba preguntando eso, era porque Yves no era un levramzyk que efectuase actividades de campo, sino uno de alto nivel que se ocupaba de asuntos realmente complicados o que podían ser potencialmente peligrosos para la nación o para el mundo en general, así que una desaparición, y a menos que se tratase de un funcionario de estado, o de un miembro de la familia real, no habría caído dentro de su rango de acción habitual. Sin embargo, no alcanzó a expresar sus pensamientos, pues el entrometido aquel parecía incapaz de mantenerse fuera de las cabezas ajenas.

  • Lo hice, porque la criatura en cuestión era Anabella Sacheri, y como sabemos, aunque tal vez tú no – algo de lo que Istvan estaba bastante seguro – esa mujer, es una de las amantes de Giorgio Savaresce

Aunque seguía siendo poco común, el asunto, y si involucraba a Giorgio de alguna manera, comenzaba a adquirir sentido.

  • Inicialmente pensé que podía tratarse de alguna clase de treta de Giorgio, porque no es normal, que habiendo recibido la comunicación del regreso de Iziaslav, no haya reaccionado en ningún sentido sabiendo como sabemos lo que lleva siglos repitiendo
  • Entiendo, pero…
  • Sí, ya sé que eso luciría demasiado estúpido, y aunque personalmente pienso que ese sujeto lo es, cuando se trata de fastidiar, no lo haría de una forma tan sencilla. La cuestión es que al menos por esta vez, él no parece estar involucrado, pero el asunto es igualmente malo
  • ¿Le sucedió algo a la chica?
  • Sí. Le corte la lengua y la envié a Zatvor
  • ¿Disculpa?

Istvan había dicho aquello en un tono que estaba a medio camino entre la incredulidad y un asombrado disgusto. No era que Istvan no supiese, como lo sabía todo el mundo, que Yves no hacía distinciones entre hombres y mujeres si a sus ojos alguien era un criminal, algo que hacía que todos recordasen a Iván que había sido de la misma clase; el asunto era que Istvan seguía viendo a las chicas como los seres dulces que no todas eran, y al menos él, habría tenido verdaderas dificultades para tratar a alguna con tanta violencia, aun sabiendo que las había muy problemáticas. Sin embargo, trató de serenarse antes de decir nada fuera de lugar, aunque con Yves eso siempre le quedaba difícil a casi todo el mundo.

  • ¿Puedo saber por qué tomaste la decisión de proceder de forma tan violenta con una dama?

Las buenas intenciones de Istvan casi desaparecieron al ver la sonrisa de Yves, pues era una que a quien le recordaba era a Mikha, y por supuesto a Radek. Istvan había probado su lealtad a la dinastía Yaroslávich de muy diversas maneras, pero él seguía siendo un ser humano, y como tal, habría sido del todo imposible que la mitad del tiempo no hubiese querido arrancarle la cabeza a Mikha, pues el incordio aquel se había pasado la vida intentando y consiguiendo, hacer miserables las de los demás. Así que al ver aquella sonrisa que era casi una marca patentada, se preparó para escuchar cualquier disparate.

  • Istvan, que tú creas que todas las mujeres son damas, y te aseguro que no todas lo son, no significa que los demás tengamos la misma incapacidad para reconocer a las que son cualquier cosa menos criaturas frágiles y angelicales
  • Yves…
  • La…damita, no solo no lo es, sino que aparte de una zorra sin remedio – continuó él y el pobre Istvan lo que hizo fue cerrar los ojos en forma breve – es además, muy indiscreta, porque lo que le suprimí, y aunque sabemos que lamentablemente lo tendrá de nuevo, sirvió para hablar con quien no debía, acerca de nuestra raza

En este punto Istvan se olvidó de los posibles problemas que pudiesen presentarse con Giorgio cuando se enterase de lo que personalmente Istvan, consideraba un trato inhumano, para sentirse alarmado y sus azules ojos doblaron de tamaño.

  • Como veo que ahora tengo tu atención, te ahorraré los detalles limitándome a informarte, que la susodicha mantenía una relación muy cuestionable con un alto funcionario búlgaro. Lo… interesante, es que el mencionado funcionario, forma parte del grupo que nos persigue




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