Cap. 25 Era digital

Riùrik-Gaza. Septiembre, 2007

Como se ha dicho en reiteradas oportunidades, la DS era una división tremendamente organizada, de manera que teniendo en cuenta las especiales características de los miembros de su raza, y aunque no estuviesen siendo perseguidos por una organización aún no identificada, cuando las comunicaciones comenzaron a hacerse masivas, se dieron mucha prisa en crear una subdivisión que se encargaba de monitorear la información. Teniendo individuos tan acuciosos entre sus miembros, desarrollaron con prontitud los sistemas informáticos, de manera que cuando la información se globalizó a través de la World Wide Web, [1] ya la división de sistemas contaba con suficientes integrantes capaces de controlar el tráfico de información para evitar desastres.

Ellos estaban muy conscientes de que día a día se hacía más difícil que los miembros de su raza continuasen en el anonimato, porque por más que se les hubiese advertido que debían limitar la exposición de sus habilidades, en muchos casos, especialmente en aquellos que tenían muchos años y estaban acostumbrados a hacer uso de las mismas, se comportasen de un modo que no les era habitual, y esto traía como lógica consecuencia, que pudiesen ser captados por una cámara.

Sin embargo, si bien podían manejar aceptablemente bien aquellos pequeños accidentes, las cosas comenzaron a hacerse más difíciles cuando los corresponsales de guerra, por ejemplo, entraron en escena.

Ellos admiraban el trabajo que efectuaban aquellos individuos, muchas veces arriesgando sus propias vidas, pero como en todo grupo humano, había quienes realizaban su trabajo con la verdadera intención de informar, pero había otros que solo lo hacían con el deseo de lucrarse exponiendo la miseria humana, pues el morbo del ser humano, los hacía consumir con avidez las atrocidades de la guerra plasmadas en crudas imágenes.

Lucien, y para variar, había tenido un horroroso y muy inútil pleito con uno de aquellos individuos, y entre las muchas cosas que le dijo al desdichado, fue que el ser humano no había avanzado desde la edad media, pues seguía disfrutando hoy lo mismo que ayer, de la muerte y la destrucción, la diferencia estribaba, en que ahora podían hacerlo desde la comodidad y seguridad de sus hogares, mientras que antes asistían con el mismo entusiasmo a las ejecuciones públicas. Después que Lucien le había vomitado eso, y otras muchas cosas, Itlar se hizo cargo primero de destruir el material cuya peligrosidad residía en que había captado a Lucien destrozando, literalmente, a un sujeto que les había disparado a todos los miembros de una familia que intentaba huir, incluido un bebé, y segundo, de borrar de su memoria cualquier rastro de lo que acababa de ver y escuchar.

La cuestión era que con la globalización de la información, aquella división trabajaba 24 x 24, ya que los conflictos parecían destinados a no desaparecer, y como ellos seguían participando activamente en la protección de civiles inocentes, para lo que les era sumamente necesario la utilización de sus habilidades, era muy improbable que hubiesen podido conservar el anonimato por mucho tiempo.

Con la aparición de Janos y Milorad, y la fotografía de Janos que se había puesto en circulación, les quedo claro que los puntos vulnerables eran muchos, y en una de las reuniones posteriores que sostuvo Iyul con la plana mayor de la DS y con Rohit, a la que Lucien se presentó inesperadamente, no terminaría muy bien, pues nada de aquello en lo Lucien participase parecía destinado a terminar en buenos términos.

• No sé cuál será la utilidad de esta señorita – dijo mirando a Rohit – pero cualquiera sea ésta, está destinada al fracaso, porque tarde o temprano tendremos que recluirnos en algún lugar apartado si queremos seguir siendo los seres anónimos que debemos ser, ya que será imposible cubrir todas las posibles cámaras o grabaciones que se hagan de forma intencional o accidental

Rohit ya llevaba años soportando a Michel, y si no hubiese estado segura que era hijo del príncipe Phillipe, habría apostado todo lo que tenía, a que aquel odioso sujeto era el progenitor del más odioso aún con el que tenía que vérselas y que le hacía la vida miserable.

La pobre Rohit, y siendo como era la jefe de prensa de palacio, obviamente no tenía a su cargo únicamente las comunicaciones de carácter social, y en realidad ella se ocupaba poco de aquello, pues su equipo era el encargado de fabricarles una vida social a los miembros de la casa real, para consumo de la prensa sensacionalista o de las revistas de sociales, mientras que ella se ocupaba de comunicados oficiales y de política internacional. De manera que Lucien había equivocado por completo su objetivo, ya que quien se encargaba directamente de aquellos trámites, era una división especial de la DS, aunque si él pensaba que Rohit formaba parte de esa división, era porque conocía su existencia, pero no se había molestado en averiguar quiénes eran sus integrantes, por lo que acababa de exponer en cuanto a su inutilidad futura.

Después de los hechos recientes y más bien poco después, Rohit en verdad tenía deseos de suicidarse cuando vio llegar a Henry en compañía de Michel,  a su despacho. Rohit ya había tenido que tratar con Henry por lo antes expuesto, ya que Henry y habiendo sostenido siempre que los ciudadanos tenían derecho a conocer sus leyes y en realidad a tener unas claras y específicas, en cuanto Dylan se había hecho cargo de aquella área, el prestó su colaboración con entusiasmo y era quien servía de enlace diplomático, y aunque Rohit prefería tratar con Dylan, él rara vez era quien le participaba algo con relación a asuntos políticos, y en su lugar, lo hacía Henry. No obstante, si bien Henry no era la mata de la simpatía y era un inglés frío, estirado y parco, en comparación con Michel casi cualquiera habría sido mejor. Y por otra parte, se preguntó qué hacía el estiradísimo Lord, con el incordio aquel.

• Larsèvirier, milord – saludó cuando ellos entraron