La Dinastía (libro 10. Borelishka et Varetskhy)

Cap. 30 Despedida

 

Nilak. Octubre 2007

Si bien los devrigs en general tenían poca necesidad de dormir, Radek se parecía mucho a Lucien en aquel aspecto, pues lo hacía mucho más que sus congéneres, de manera que estaba tendido cerca de donde se hallaba Lucía, mientras que Iván, y si bien se había acercado varias veces, la mayor parte del tiempo había estado conversando con Liam, quien lógicamente se mostró muy curioso acerca de la condición de ellos tres, pero en realidad Iván intentó, en un inicio, ser cuidadoso con lo que le decía, pues si ya dudaban de su procedencia, decirle que además habían sido víctimas de una maldición y que era por eso que exhibían las características por las que Liam se interesaba, solo habría conducido al médico a reafirmarse en la idea que Iván había visto que sostenía en cuanto su salud mental. Sin embargo, luego recordó que Juliet lo había escuchado de Radek, así que era improbable que guardase silencio al respecto.

  • Señor Liam…
  • Solo Liam – insistió él
  • Bien, pero lo importante es que lo que voy a decirle, en realidad no debería saberlo ni usted, ni nadie
  • Si esto te compromete de alguna manera…
  • No solo a mí, sino a toda mi raza

Sin importar lo que Liam hubiese podido esperar, ciertamente no era de ningún modo lo que estaba escuchando, pero por ese mismo camino, entendió algunos de los comentarios que les había escuchado a Juliet y a Edward en el transcurso del día, aunque no por eso le resultaba más verosímil, por otra parte, aunque Iván le acababa de decir que él no recordaba nada de eso y era Radek quien se lo había referido, o bien Juliet y Edward habían escuchado, o el mismo Iván se los había dicho. Lo primero era cierto con relación a Juliet, pero había sido ella la que se lo dijese a Edward.

  • Sé que parece increíble, pero…
  • ¿Increíble? – lo interrumpió Liam – Parece un cuento de fantasía
  • Pero usted sabe y le consta que no es una
  • No exactamente, lo que a mí me consta son sus habilidades, pero no cómo o por qué las poseen
  • ¿Tiene una explicación mejor a la que acabo de darle?

No obstante, y aunque ciertamente no la tenía, Liam no tendría ocasión de decir nada, pues Iván giró la cabeza y Liam casi pudo tocar la repentina tensión.

  • ¿Iván? – pero éste se llevó un dedo a los labios y siguió prestando atención hasta que captó lo que explicaba lo que había percibido y se puso de pie – Vaya con los niños – le dijo Iván
  • ¿Qué sucede?
  • Escuché algo y…
  • ¿Algún animal?
  • Solo hágame caso – le dijo y Liam lo vio correr hacia donde estaba Radek
  • Despierta, tenemos problemas

Radek se incorporó de un salto y prestó atención, pero una vez que determinó la naturaleza del problema, miró hacia el campamento y luego a Iván.

  • Ya lo noté – dijo éste
  • Pueden ser solo ladrones – dijo Radek
  • Bien, vamos a averiguarlo

Ambos aceleraron su energía, aunque Iván seguía sin saber cómo lo conseguía, pues la sucinta explicación que le había dado Radek cuando él le comentó lo que le había sucedido temprano, no le resultaba suficiente, sin embargo, solo volvió a desear no ser visto,  y Liam, que no había dejado de mirar a Iván, ahogó una exclamación.

  • Dios Todopoderoso – murmuró
  • ¿Liam? – dijo Eddy que había estado dormitando al lado de la fogata
  • Iván notó alguna clase de peligro – le dijo – Quédate donde estás – agregó y comenzó un rápido chequeo de las tiendas, pero al ver que Edward corría hacia donde estaba Lucía, él lo hizo tras el chico

Iván y Radek se habían movido en dirección a la presencia que estaban percibiendo, pero les bastaron unos pocos segundos para determinar que no eran humanos comunes, pero también que era un grupo pequeño, así que se dispusieron a despacharlos, pero apenas se materializaron, uno de los sujetos señaló a Iván.

  • ¡Es Sesviatsky!

Lo triste para él, sería que no podría decir nada más en su vida, pues no tendría una. Como en efecto eran solo unos quince hombres, Iván arrancó algunas cabezas mientras que Radek les había suprimido la respiración a los demás, así que cuando llegaron Liam y Eddy, escucharon la exclamación del primero.

  • ¡Oh, por Dios! – exclamó Liam cuando Eddy iluminó con la linterna y vio los cuerpos
  • No se acerque, doctor – le dijo Radek

Esto obedecía a que después de la primera impresión de los cuerpos mutilados, Liam notó que otros estaban enteros, y su natural inclinación lo hizo querer prestar alguna asistencia.

  • Pero…
  • Son criminales
  • ¿Cómo lo sabes? – preguntó Eddy
  • Eso no interesa, niño. Ahora váyanse de aquí – les dijo y miró a Iván – Tenemos que acabar con ellos
  • ¡No! – exclamó Liam, aunque luego bajó el tono – No pueden hacer eso
  • Solo míreme – dijo Radek
  • Iván… - pero Liam perdía su tiempo




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