La Dinastía (libro 10. Borelishka et Varetskhy)

Cap. 31 Los encontramos

 

Riùrik. Octubre 2007

Después de mucho analizar y buscar en diversas direcciones, y no estamos hablando de días o meses, sino de años, Yves había llegado a la conclusión de que, primero, con seguridad los desaparecidos habían sido afectados por la erupción, pero ninguno había desaparecido tragado por la lava o dentro del volcán; segundo, que aquella desaparición era obra de Viorica; y tercero, que en realidad aquella arpía desgraciada no había querido desaparecer a nadie, sino que algo había salido muy mal y había tenido que improvisar. Llegado a este punto, y aunque no iba a perder el tiempo diciéndoselo a nadie, pues estaba positivamente seguro que nadie iba a creerle, porque a excepción de Iván, la mayoría de sus congéneres tenía la tendencia a desestimar el poder de cualquiera que no fuese un levjaner o un hijo de éstos, algo ya de por sí estúpido como decía Iván, pues Radek por ejemplo, y él mismo, eran la prueba de ello, se dedicó primero a someter al pobre Henri a un despiadado interrogatorio, que de no haber sido por la formación de Henri, el desdichado habría terminado con el cerebro en estado lamentable. El objetivo de esto, y como era obvio, consistía en hacerse con todo lo que pudiese saber de Viorica. Con relación a su origen se interesó poco, pues ya lo tenían claro, y lo que necesitaba saber, era qué había estado haciendo aquella mujer en el tiempo que había desaparecido del entorno de Henri. Con la capacidad que tenía Yves para la investigación, y aunque su tiempo era muy limitado, pues el mundo no se había detenido durante aquellos años, reconstruyó casi paso a paso los de Viorica, por lo antes mencionado y siendo que él tenía obligaciones que cumplir, aquello le había tomado años, pero finalmente se había hecho con toda la información. Aunque mucha de la misma ya no era útil, y consistía en su decidida participación en el la conspiración de André, pero igual les pudo confirmar a los miembros del Arkel lo que Iván había sospechado con relación a que había sido ella, la que envenenase las mentes de tres individuos, a saber, Kendall y Brian Arlington, y el actual duque de Armagnac.

La otra parte de la información importante, se la guardó, pues era relativa a sus habilidades y al poder que residía en su sangre, pues nadie iba a pensar que aquello fuese útil, y el único que lo habría considerado así, era Radek, y de hecho, Yves estaba bastante seguro que era tras lo que había estado Radek, pero siendo que era uno de los desaparecidos, no tenía nadie a quien decírselo.

Una de las personas a las que Yves había cazado, era una vidmagy que no por anciana era menos peligrosa, y era muy posible que si Yves no hubiese sido un devrig, no lo hubiese podido contar. En la carrera para adquirir conocimientos, que había emprendido Viorica, se había topado con aquella mujer, pero lo interesante  de la misma, era que había instruido a Viorica en la forma de hacerse con un poder más allá de lo imaginable, y para ello debía no solo darle muerte a la heredera del poder de su sangre, sino que para hacerse con el mismo, debía practicar un ritual consistente en beberse la sangre de la misma.

Para hacerse con aquella información, Yves había tenido que capturar a la mujer, algo que había resultado peligroso y nada sencillo, pero, además, aplicarse mucho utilizando métodos que Istvan, por ejemplo, no habría aprobado, pues la sola utilización de su habilidad mental no le habría bastado para quebrar a la susodicha, de modo que cuando determinó esto, utilizó todo lo aprendido de Mikha y de Iván que no se andaban con miramientos, el primero en diversas formas de tortura, y el segundo, tanto con lo anterior como en la utilización indiscriminada de su poder. Al final la mujer no sobrevivió, pero él no lo lamentó, pues aparte de que en su opinión, el mundo estaba mejor sin ella, nadie habría sobrevivido a un trato como el que recibió, y en cualquier caso, no habría sido juicioso dejar libre a alguien que podía fastidiarlo a él mismo en el futuro.

El asunto era que con aquella información, le había quedado claro que si bien Viorica no habría tenido problemas en despachar, o al menos intentarlo, a Iván y a Radek, necesitaba a Lucía viva, y de allí su conclusión de que en algún punto las cosas le habían salido mal a Viorica, posiblemente, porque había subestimado el poder de Iván, Radek y Lucía combinados, y seguidamente el de todos los que una vez que se habían hecho presentes en el lugar del conflicto, la habían atacado en cuanto habían tenido oportunidad. De modo que Yves pensaba que no le había quedado más remedio que esconder a Lucía hasta estar en mejores condiciones, y que los demás no entraban en sus planes y solo habían sido daño colateral.

Lo que Yves no sabía, y no tenía ni idea de si podía ser cierto, era de si las cosas habrían podido salirle tan mal que hubiese perdido la vida, y si era así, se les presentaba un enorme problema, porque él estaba tan seguro como Alexander, en el sentido de que Lucía estaba viva, pero si Viorica no, existía la posibilidad de que la hubiese enviado a una dimensión a la que ellos por sí solos no podían acceder, o al menos no sin Radek, y él también había desaparecido. Sin embargo, cuando Janos y Milorad aparecieron, Yves volvió a tener esperanzas, y aunque aquello significaba que el peligro no había desaparecido y aquella desgraciada mujer seguía con vida, ya se ocuparían de brindarle la protección necesaria a Lucía hasta que encontrasen a Viorica y pudiesen enviarla al infierno.

Era por todo lo anterior, que Yves no circunscribía su búsqueda a un lugar determinado, sino que se concentraba en los lugares en donde los aparatos especiales que registraban algo más que la actividad sísmica, pues habían desarrollado una tecnología que registraba con precisión la alteración energética. En principio aquello se había utilizado en dispositivos que alertaban a los levramzyks que patrullaban los diversos puntos con presencia devrig, para evitar desastres con una mayor precisión que en la antigüedad, pero eso no le resultaba suficiente. De modo que con la aparición de Janos y Milorad, Yves se había ido derecho a hablar con Roven Hellkim, el loco de la DS que vivía desarrollando los cachivaches más absurdos, y quien había desarrollado lo anterior, para pedirle lo que necesitaba.

  • Aja – le había respondido Roven
  • ¿Ajá qué? ¿Es posible o no?
  • Seguro, porque lo que tú quieres es un vulgar captador de energía
  • Roven, ya eso lo tenemos, lo que yo necesito es un dispositivo más sensible y a gran escala
  • Aja




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