Riùrik. Noviembre 2007
En palacio todos estaban en tensa expectativa, e Yvaylo se situó con rapidez al lado de Dylan cuando Alexander le avisó que iban en camino. Como Lucien había estado hablando con Dylan e ignorando las miradas asesinas de Sofía, que había evitado acercarse, precisamente porque él estaba ahí, miró al levjaner elevando una ceja, sin embargo, no tendría ocasión de enterarse de la razón por la que se había acercado con tanta premura, pues casi inmediatamente sintió la presencia.
Aunque Dylan quería correr y abrazar a su hija, Yvaylo y Lucien lo tenían firmemente sujeto.
Mía era muda, pero en aquel momento aquella incapacidad parecía haberse trasladado incluso a su mente. Iziaslav le había hablado mucho de su nieta, Janos lo había hecho menos, pero nada de lo que le había dicho cualquiera de los dos parecía corresponderse con lo que estaba viendo y percibiendo, con excepción de la belleza de aquella chica. Alex por su parte había cerrado los ojos con brevedad, pero decidió que era un logro que no hubiese dicho nada con relación a lo que estaba percibiendo y que se trataba de alguien que no solo había conocido bien, sino a quien había molestado mucho, así que la apartó de allí y se acercaron a donde estaba su padre.
Ella elevó las cejas y ambos sabían la razón, ya que estaba viendo a Andrei, sin embargo, Alex respiró aliviado al escucharla.
Dylan lo envió todo al infierno y la apretó contra su pecho mientras las lágrimas se desbordaban a raudales, y aunque Alexander notó la incomodidad de Lucía, le dio varios puntos por no hacer ni decir ninguna barbaridad cuando Dylan sujetó su rostro y le dio un beso en la frente.
Siendo que Derek no se encontraba allí, Alex quiso pasar a los gemelos, pues ella sabía quiénes eran Iyul y Lucien, pero una cosa era lo que él pensara y otra lo que pensaba ella.
Lucía se había perdido de lo último, pues como ya sabían que sucedería, o al menos lo sabían casi todos los que estaban al tanto de quiénes habían sido aquellos dos, ella estaba viendo a Artam y a Airla, y si bien con Artam no tenía problema, Airla nunca había contado con su simpatía, pues la consideraba entrometida por su manía de ir tras Iván, Iliar y Ander, y como lógicamente Mikha había pensado que aquel no era el comportamiento de una kandly, vivía amargado por ello. No obstante, algo de lo dicho por Alexander, que naturalmente le había hablado de todos, debió hacer ruido en su cabeza, pues se limitó a un seco saludo que a Armand le hizo pedazos el corazón, mientras que a Michel lo saludó con algo más de entusiasmo.
Radek había sido consciente del estado de Armand, así que tomó nota mental de hacerle algunas aclaraciones más tarde. Pero prestó rápida atención a lo que decía Lucía y fue evidente para todos que ella se había perdido el final de la presentación de sus sobrinos.
Alexander en verdad quería apalear a su hermana, pero como Sofía adolecía de cordura, no habría sido juicioso esperar que se quedase convenientemente callada.
#1597 en Otros
#282 en Novela histórica
#1088 en Fantasía
#658 en Personajes sobrenaturales
situaciones incomprensibles, enemigos peligrosos, reencuentro persecusiones
Editado: 13.07.2022