La Dinastía (libro 10. Borelishka et Varetskhy)

Cap. 49 Consecuencias

 

Riùrik. Diciembre 2007

 

La noche de la reunión de la Evesbriel, Kayko y Roven se habían tomado un momento para comer, o al menos Kayko lo hacía, porque Roven solo hablaba sin parar de uno de sus nuevos diseños, cuando fueron bruscamente interrumpidos por uno de los levramzyks del departamento.

  • ¡Sarì! –exclamó interrumpiendo a Roven y ambos hombres lo miraron
  • ¿Sker?

Sin embargo, el chico no dijo nada, sino que le acercó a Kayko una Tablet, pero apenas había visto lo que parecía un titular de prensa, se levantó con tanta violencia que tiró la silla.

  • ¿Dónde está Hattori?
  • En camino, sarì
  • ¿En camino desde dónde?
  • Ucrania era su última localización
  • ¡Haidar! –gritó apenas entró al área

Aunque aquello era del todo innecesario, pues lo habría escuchado lo mismo, aunque hubiese estado en cualquier otro lugar de Levzheir, Kayko estaba lo bastante alterado como para no tener en consideración los oídos de nadie incluidos los propios.

Haidar Strasser era otro devrig que habría muerto en la Primera Guerra Mundial, y aunque alguien podría pensar que estando en el lado equivocado, no había razones para que fuese transformado, como en realidad la nación devrig era neutral, ayudó y evitó la muerte tanto de unos como de otros. Haidar era austríaco, de manera que luchó en el ejército de las Potencias Centrales conformadas por Alemania, Austria-Hungría, y más tarde Bulgaria y la Turquía Otomana. El asunto fue que resultó mortalmente herido en la batalla del Somme, cerca del río Ancre en Francia, y quienes lo encontraron fueron Aureliè y Vajda. La primera que lo había visto había sido Aureliè, y el chico estaba definitivamente delirando.

  • No puede ser… tenía que…ir…al infierno
  • Tranquilo –le dijo ella – vamos a sacarte de aquí

Aureliè no hablaba bien el alemán, así que interpretó que el chico decía que estaba en el infierno, y como en su opinión aquel lodazal de miseria y dolor lo era, fue que le dijo aquello, pero él seguiría insistiendo, y finalmente sería Vajda la que le explicaría que el chico pensaba que ella era un ángel, y como estaba convencido que de ninguna manera iría al cielo, entonces era que insistía tanto. Vajda intentó distraerlo mientras Aureliè se afanaba con la herida.

  • En mi…
  • No hables –le dijo Vajda, pues ella sabía lo que quería decir, pero el muchachito parecía muy terco
  • bolsillo…carta…promete…
  • Te lo prometo
  • …mi madre
  • Se la entregaré a tu madre
  • Frío…

Vajda ya tenía una muy larga experiencia en aquellas lides, pero adicional a eso, fue muy consciente de que el chico estaba muriendo. Aureliè se desesperó y llamó a Armand, pero en realidad ya no había nada que hacer, pues Haidar tenía el abdomen destrozado. Con las cosas así, Aureliè tomó la decisión de transformarlo, pero sería más Vajda que ella, quien se encargase de Haidar después de la transformación. De modo que ahora, Haidar y si bien había hecho una carrera en sistemas y era un positivo peligro para cualquier red protegida o no, también trabajaba estrechamente con las Elskis y estaba dispuesto a dar su vida por aquellas dos mujeres.

Por lo antes expuesto, y sabiendo que una de las involucradas en aquel nefasto artículo, era no solo su sizviteliani, sino sobrina de su izbretel, estaba más allá de la ira, y aunque escuchó a Kayko, estaba muy ocupado derribando cualquier barrera que le impidiese llegar a la red del desgraciado periódico.

  • Haidar, acaso…
  • Lo tengo –interrumpió a Kayko
  • Bien, pásale la información a Lee…
  • Déjame ir a romperle el cuello, lavny
  • Así no hacemos las cosas, Haidar

Aunque eso era cierto, pues no iban por ahí despachando a quienes ocasionalmente hacían fotos comprometedoras, sino que el equipo de Lee Hattori se ocupaba de desaparecerlas junto con la memoria de quien hubiese hecho las capturas, en esta ocasión y como se dijo, tratándose de quién se trataba, el niño aquel estaba furioso, lo que podía ser un problema, porque también habían descubierto que Haidar era en extremo terco, y aunque no exhibía la anarquía de otros, cuando se empeñaba en algo, era muy difícil de manejar. Sin embargo, a Kayko le extrañó aquella actitud, pues solo se la había visto en unas pocas ocasiones y cuando Aureliè o Vajda estaban involucradas.

Había ciertas palabras que hacían saltar las alarmas de los equipos de aquel departamento, como por ejemplo, cualquiera que hiciese alusión a eventos sobrenaturales de cualquier especie como magia, hechicería o brujería, así como también, cualquiera que se relacionase con extraterrestres. Y como aquel desdichado artículo contenía dos, y aun una tercera que había entrado recientemente en la lista, fue que se dispararon con estridencia las mencionadas alarmas. El mencionado titular rezaba: <<Los desconocidos de Nilak, extraterrestres o… ¿magos?>> A continuación, quien suscribía hacía un pormenorizado relato de lo que había presenciado durante los eventos catastróficos que habían tenido lugar en Nilak, enlazándolo con un artículo del mismo reportero, publicado más de un mes atrás, y para ponerle más color al asunto, citaba incluso nombres.




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