La Dinastía (libro 10. Borelishka et Varetskhy)

Cap. 51 Desastre anunciado

 

Riùrik. Diciembre 2007

 

Alexander había estado tan tenso como una cuerda de violín, y a diferencia de otras Evesbriel, en aquella no había conversado con casi nadie. Los Varhidi que normalmente asistían, pero procuraban no importunar a Alexander, pues sabían que aprovechaba aquellas ocasiones para tratar de mejorar las relaciones con algunos de los miembros del Clan Savaresce que seguían siendo problemáticos, notaron lo anterior, pero antes de acercarse, detuvieron a Dennis.

  • ¿Qué le sucede a Alexander, Dennis? –le preguntó Zsa Zsa
  • Está preocupado
  • Y no aclaras mucho con eso –se quejó ella
  • ¿Esto tiene que ver con Lucía? –inquirió Zsiga

Como Dennis sabía que Alex confiaba en ellos, no vio motivos para ocultarles nada, así que les contó no solo cómo habían estado las cosas con Lucía ese día, sino la desagradable conversación que había tenido Alex con Radek, agregando su propia opinión acerca de éste último.

  • Yo no conocí ni a Mikha ni a Radek en realidad hasta hace poco, pero Gregori decía que Iván, Iliar, los otros dos y con posterioridad Saint-Remy, eran la desgracia del Clan –recordó Zsiga
  • No sé los demás, pero ese sin duda lo es
  • Pero no entiendo algo –dijo Zsa Zsa en forma pensativa – Si él está ofreciendo ayudar con Lucía, ¿No debería estar más tranquilo?

Como evidentemente Zsa Zsa, para la época en la que Massarik estaba vivo, primero lo evitaba, y segundo, no se interesaba en la política de su raza como comenzaría a hacerlo más adelante, no estaba en la misma posición de Zsiga, quien había escuchado con atención las descripciones y sabía que la posible razón para la preocupación de Alexander era, que la ayuda de un individuo como Radek, podía encontrarla dudosa y hasta peligrosa si el comportamiento de Lucía estaba siendo como lo había descrito Dennis.

Si bien Alexander no se había detenido a hablar mucho con nadie, sí había estado saludando a todos, así que cuando se alejó de Avitzedek y su familia, ellos se acercaron.

  • Estás muy guapa, Zsa Zsa
  • Dhavjà, sarì
  • ¿Se divierten?
  • Creo que más que tú –contestó Zsiga y agregó – ¿Muy mal?

Alex emitió un suspiro y les dijo más o menos lo mismo que Dennis, pero antes de que Zsa Zsa hiciese la misma pregunta que había hecho un momento antes, Zsiga se adelantó.

  • Entiendo que debe ser una situación muy difícil, y te mentiría si te dijera que siquiera lo entiendo bien, pero al menos por un rato, intenta distraerte, porque no creo que pueda suceder nada aquí

Alexander asintió, y después de conversar un momento más con ellos, que hicieron su mejor esfuerzo por proporcionarle la mencionada distracción, vio a Edin conversando con Vajda y decidió acercarse, pues pensó que había llegado el momento de conocer a aquella curiosa damita.

Como ya se dijo, Alexander no había tenido trato con aquella chica, y las dos oportunidades en las que la había visto de cerca, ella había estado herida, de manera que al estar un poco más cerca, lo primero que notó fue lo atractiva que era, y en ese momento recordó lo que había pensado con relación a su hermano cuando el lío de la transformación de Vajda y que todos habían pensado que Derek había perdido la cabeza por la linda duquesa. Aunque en su raza había muchas mujeres bellas, para que Istval dijese que esta lo era, debía serlo y mucho, porque al incordio aquel no solía impresionarlo mucho ninguna debido a lo primero, así que Alex pensó que no debió sorprenderle tanto que en verdad lo fuese.

  • Sarì –saludó Edin en cuanto lo vio

Vajda que ni siquiera lo había sentido acercarse, algo normal tratándose de quien se trataba, se giró con más curiosidad que otra cosa, pero abrió mucho los ojos al notar quién era.

  • Larsèvirier –dijo haciendo una discreta reverencia
  • Kasny dunheit –saludó él y extendió la mano hacia la chica – Me alegra conocerla finalmente, zhytsanì Debreczeni –pero ella no parecía capaz de decir nada y ni siquiera sabía qué podía decir, así que Alex dirigió su mirada a Edin – Ettiene

Aquello extrañó a Vajda, pues ella había conocido a Edin siempre como Edin, pero olvidó eso cuando Alexander se dirigió nuevamente a ella.

  • Veo que su recuperación fue exitosa, duquesa
  • Gracias, larsèvirier

Alexander conversó un momento más con Edin, y mientras lo hacía, fue consciente de que muchos de los hombres parecían tener urgencia porque abandonase la escena, y como no le supuso un gran reto saber por qué, volvió a dirigirse a Vajda.

  • Aunque parece estar usted bien, no sé si sería apropiado solicitar me conceda un baile, zhytsanì

Los ojos de Vajda doblaron de tamaño, pero como estaba demorando en contestar debido a la sorpresa, Edin se apresuró a hacérselo notar de la manera más delicada posible, aunque Alex lo notó lo mismo.

  • Por supuesto, sarì –contestó finalmente
  • ¿Se siente realmente bien? –le preguntó cuando ya estaban en la pista
  • Así es, sarì
  • No estoy muy seguro de eso, pues tenían entendido que era usted más conversadora, pero tendré que concluir que Istval es muy mentiroso
  • ¡Ese cretino infeliz…! –comenzó ella, pero hizo silencio y sus mejillas se tiñeron de rosa mientras Alexander intentaba ocultar su regocijo – Discúlpeme, sarì
  • Dudo mucho que sea usted responsable del comportamiento del cretino
  • Seguro que no, pero… sé que es… bueno, no deseo incurrir en su ira
  • Y no lo hará solo por expresar su opinión, y en cualquier caso, dudo mucho que pueda decir algo que yo no sepa acerca de Istval
  • Bien, pero igual no me asiste el derecho a expresarme de ese modo de alguien que es amigo de su alteza. Y por otra parte, tampoco es propio de una dama expresarse en esos términos




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