La Dinastía (libro 10. Borelishka et Varetskhy)

Cap. 71 Enemigo jurado

 

Para una persona común y que nunca ha estado en un enfrentamiento bélico, imaginarse la cruda escena resulta más bien difícil. Como sabemos, los devrigs son muy veloces, pero adicional a eso, muy destructivos también, de modo que imaginar una simple pelea a golpes estaría muy alejado de la realidad, pues había trozos de diversas partes humanas esparcidos por todas partes, y el olor característico de la sangre flotaba en el ambiente.

Si bien Boyko se había preparado para un enfrentamiento más o menos grande, o era muy iluso, o un imbécil titulado, pues pareció olvidar que Lucien no iba a presentarse solo y no porque él particularmente hubiese estado interesado en llevar a nadie, sino que siendo quien era, y sabiendo Boyko que por ello estaba sumamente vigilado, su escolta iría tras él, y adicional a eso y ahí radicaba su estupidez, era que habiendo secuestrado a dos príncipes, era seguro que tanto los ZD como los más peligrosos levjaners y levramzyks serían alertados, lo que sin duda iba a redundar en su perjuicio.

Sin embargo, si él no lo notó, exultante como estaba de haber conseguido atraer a Lucien, a lo que ilusamente seguía viendo como una astuta trampa, Ugro sí, porque  muchos de los rostros que estaba viendo eran no solo muy conocidos, sino que ninguno era de la clase manejable y sí muy peligrosos, pues por empezar, aparte de los levjaners, a los dos primigenios que habían estado causando estragos, se habían sumado varios más como Iván, Istval, Iliar, Radek y el mismo Lucien; adicional a lo anterior, Ugro  vio llegar a Armand, a quien identificaría con rapidez pues era la copia del otro niño que estaba diezmando a sus hombres, y le quedó clarísimo que tanto aquellos aykeris como el progenitor de los mismos, tenían el mismo poder, de manera que ni siquiera tenían que tocar a nadie para destrozarlos lo mismo.

Como se dijo, Ugro había sido un salvaje Vaeringjar, pero a diferencia de Boyko que no había pasado de ser un guerrero promedio, Ugro era un jefe de escuadrón, y era su habilidad en batalla lo que lo había ayudado a conservar la vida hasta que fue transformado y pensó que ya no tendría que preocuparse más por resultar inconvenientemente muerto, o al menos en un enfrentamiento común, pero siendo que en los que se había metido desde que se adhirió a Boyko, el mencionado riesgo existía, había analizado con cuidado las técnicas de ataque de los levjaners, y sabía mejor que Boyko, que sus hombres jamás alcanzarían aquella destreza, precisión y disciplina en un campo de batalla, de modo que había intentado compensar lo anterior con un mayor número de hombres, pensando que siendo un enfrentamiento desigual, les dificultaría más a los miembros del Arkel una victoria temprana, proporcionándole a Boyko la oportunidad o bien de matar a Lucien, o de escapar con vida.

Lo que sí lo sorprendió fue la presencia de al menos cuatro chicas, pues hasta donde él sabía, no había guerreras entre los devlianos, lo que evidenciaba su falta de información acerca de la historia pasada de éstos e incluso de la reciente, pues ciertamente ahora ingresaban mujeres al Arkel, solo que hasta la fecha él no había visto a ninguna o simplemente no lo había notado, pues no era que un enfrentamiento fuese el mejor escenario para socializar, y el día que irrumpieron donde tenían a los ikedevs secuestrados, que era cuando habría podido notar la presencia de guerreras, él había huido apenas había visto a Iván. Sin embargo, si por su mente pasó la idea de que estuviesen allí por alguna clase de error, pronto notó que no era así.

Y sin duda Ugro tenía razón en su apreciación, pues al menos Vajda y Casandra eran un verdadero peligro, algo que nadie habría imaginado al ver su aparente fragilidad, pero su destreza y precisión en los ataques, habría puesto orgulloso a Yves si hubiese tenido ocasión de entretenerse a mirar.

En el caso de Lucía, su sorpresa sería todavía mayor, porque si bien Lucía había aprendido mucho antes de su desaparición por su asociación con los ZD, a diferencia de Vajda y Casandra que exhibían técnica estudiada y precisión, la forma de ataque de Lucía era bárbara y tal como recordaba que atacaban los guerreros devlianos antiguos. Aunque él no lo sabía, esto era más bien lógico, pues quien había entrenado a Lucía en primer lugar, había sido Iván, y por otra parte, en aquel momento su energía era la de Mikha.

A Alexander, a Lucien, y a los demás, ya los conocía e incluso había tenido que enfrentarse a ellos en otras ocasiones, y si había podido conservar la vida, había sido por una combinación de suerte para él y circunstancias adversas para ellos, pero le había quedado claro que era mal asunto enfrentarlos de nuevo.

Si bien Ugro podía considerarse un peligroso guerrero, también estaba demostrando ser un cobarde, pues no se había involucrado en el enfrentamiento y estaba a cubierto observando si por cualquier extraño motivo, la balanza se inclinaba a favor de los suyos, algo que hasta el momento parecía poco probable, porque aparte del desempeño de los príncipes y de los miembros del Arkel, y a pesar de que personalmente había dudado  de lo que decía Boyko con relación a la condición de ciertos individuos como Radek, estaba comprobando que era puntualmente cierto.

Ugro siempre había pensado que lo que se contaba de la forma como Lucien había matado a Massarik, era puro cuento, y que lo más probable era que el muchachito aquel y siendo hijo de su padre, y siendo la misma clase de salvaje, habría destrozado a Massarik con sus propias manos, pues en las pocas veces que había presenciado un enfrentamiento en el que Lucien participase, eso era lo único que había visto.




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