La Dinastía (libro 11. Vannya)

Cap. 3 Nyas

 

Llegó el momento en el que los nyas podían abandonar el Valkinka, de manera que el director del mismo hizo llamar a Istvan para discutir la asignación de los zsamenis. Aunque aquello era algo que habitualmente decidía el director, en esa ocasión Andrei Kovrov, y en atención a la importancia de los nyas, encontró mejor consultarlo con Istvan, y la decisión resultó acertada, porque de acuerdo a los informes que había recibido Istvan, y que él había participado diligentemente a Iziaslav, éste ya había tomado una decisión, aunque la misma y en su mayor parte, era tan arbitraria como de costumbre.

  • Lamento haberte molestado Istvan, y te agradezco que hayas venido tan pronto – lo recibió el director
  • Descuida, Andrei.

Después de los saludos, Andrei procedió a presentarle la lista de opciones, pero apenas había comenzado, Istvan lo detuvo y le informó acerca de la decisión de Iziaslav.

  • Sé que mi deber es obedecer, pero al menos en el caso del joven Hardy… – pero se detuvo al ver sonreír a Istvan

Istvan no se había limitado a mantener informado a Iziaslav acerca del avance de los nyas, sino que lo había acompañado cuando había ido a verlos, algo que, si bien había entendido en el caso de las Lisieux, porque al fin y al cabo eran su sangre, le sorprendió en el de los demás, aunque lo entendería con rapidez, pues inevitablemente los demás estarían siempre muy cerca de ellas.

Las entrevistas con las Lisieux habían estado cargadas de sentimiento, como cada vez que había tenido contacto con alguno de sus descendientes, algo que les sucedió a todos los miembros de la familia, con excepción de Lucien, claro está, pues él se había negado a verlas siquiera. El asunto era que Loriane le había parecido una criatura frágil y dulce, pero había momentos en los que exhibía una sabiduría que le recordaba a Seren. Mientras que con Juliet se divirtió horrores, pues aquella muchachita y sus arbitrarias ideas u opiniones, le recordaban a Derek y a Michel.

No obstante, si se había divertido con Juliet, tenía verdaderos ataques de risa con Eddy, pero, también, hubo momentos en los que quiso asestarle, porque así como era payaso, era irritante en grado de exageración, y al incordio aquel parecía traerlo sin cuidado con quién hablaba, así que cada vez que había tocado el tema de la historia, misma de la que Eddy estaba muy bien informado, se peleaba con Iziaslav llamándolo irresponsable, pues en su arbitraria opinión, éste tendría que haberles quitado las cabezas a varios sujetos antes de que causasen el daño que causaron.

Con Nivi le había costado mucho comunicarse, pues aquella niña parecía sufrir ataques de pánico cada vez que lo veía, y quien casi se rifó una agradable estancia en Zatvor, fue Radek, porque en opinión de Yves, aquel individuo era incapaz de guardar silencio cuando debía, de manera que después del segundo intento de Iziaslav por hablar con Nivi, Radek salió tras él.

  • Aléjate de ella

Iziaslav, Istvan, Darko, Kireg y Anatoly, se giraron más o menos con la misma expresión.

  • ¿Sker? – preguntó el soberano
  • No tienes nada que hablar con ella y ciertamente ella no quiere hablar contigo, así que déjala en paz
  • ¡Radek! – exclamó Anatoly

Darko y Kireg sabían que no había ni la más mínima posibilidad de que el niño aquel cerrase la boca, y estaba más lejos aún de la intención de disculparse, mientras que Yves y Lucía estaban haciendo inhumanos esfuerzos en aquel sentido, a pesar de saber lo mismo que los otros. Y en el caso de Istvan, ya se veía metido en muchos problemas para hacer encerrar a Radek, no solo por la peligrosidad del individuo que se traduciría en serios daños para sus hombres, sino que, suponiendo que lo lograsen, tendría que enfrentar la ira de Lucía, que hallándose en el estado que se hallaba, le haría imposible defenderse de su posible y casi seguro ataque.

  • Escucha, brari…

Comenzó Iziaslav en un tono que solía poner los pelos de punta a casi todo el mundo, pero no podría pasar de allí.

  • No, escucha tú y más vale que lo hagas con atención – lo interrumpió Radek para desesperación de los levjaners – te tiene miedo y no hay manera de cambiar eso, porque ya la mataste una vez y de ningún modo permitiré que lo hagas de nuevo

El tiempo pareció congelarse, y por un horroroso momento los levjaners pensaron que Radek hubiese reconocido en la esencia de aquella niña, la de Gianna, pero como Darko sabía que Radek, y debido a que siempre iba con Mikha a todas partes, había mantenido cierta relación de cercanía con Seren, no solo por lo anterior, sino que debido a su condición, recibió mucha información que le era muy útil viniendo de una vidmagy, pensó fugazmente que se tratase de ella, pero con rapidez recordó que ya sabían que la esencia de Seren en quien residía era en Alexander. Y en el caso de Iziaslav, no pensó nada que no fuese sacudir a Radek, porque por mucho que hubiese cambiado, no estaba en su naturaleza permitir que nadie le hablase de aquella manera, y menos aún, que pretendiese darle órdenes. Lo anterior sucedió a la velocidad de la luz, de modo que los pensamientos de todos quedaron suspendidos al ver que Iziaslav le acomodaba un puñetazo a Radek.

  • ¡Haryk! – se atravesó Lucía antes de que Iziaslav se trasladase a donde había caído Radek




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