La Dinastía (libro 11. Vannya)

Cap. 35 Consecuencias

 

Después que las cosas se habían arreglado entre Ilian y Aleksèi, y aunque demoró unos días en volver al Haigala, finalmente lo había hecho, y al menos Liam y desde que la conocía, nunca la había visto tan feliz, y aunque eso le alegraba, procuraba no detenerse mucho a hablar con ella, pues desde su nueva condición, podía percibir con claridad que a Aleksèi no le gustaba nada. Sin embargo, Ilian se había cansado de aquella actitud, y como no se distinguía por su paciencia, y ella no tenía la ventaja de Liam, decidió averiguar qué le sucedía a su amigo.

  • Bueno, debo irme porque…
  • Un momento – lo detuvo ella antes de que Liam escapara de nuevo – Tu no vas a ninguna parte hasta que me digas qué te sucede
  • Nada, Ilian, solo tengo trabajo y…
  • Y eres un pésimo mentiroso, porque me has estado evitando

Liam estaba en un aprieto y doble, pues Aleksèi se acercaba y la chica aun lo estaba sujetando, así que no era la mejor de las perspectivas.

  • Ilian, en verdad…
  • ¡Liam Gastrell! – le gritó ella haciendo que Liam juntase las cejas – Disculpa el grito, pero…
  • ¿Qué está sucediendo aquí?
  • Nada, solo me despedía de Ilian para volver al trabajo – dijo Liam con rapidez

Si bien Ilian no era una devrig, tampoco fue necesario poseer sus habilidades, porque miró a uno y a otro y la luz se hizo en su cerebro.

  • Eres muy estúpido, Liam – le dijo y luego se giró hacia Aleksèi – Y tú, si lo amenazas o le haces cualquier cosa, aunque no puedo hacerte nada, créeme que no voy a dejar de intentarlo, porque Liam es mi amigo y me trae sin cuidado si te gusta o no
  • Ilian – intentó Liam, pero fue ignorado
  • ¿Me expliqué con claridad, doctor?

Aleksèi tenía aspecto de muchas cosas, pero de estar de acuerdo con lo que acababa de escuchar no era una de ellas, con independencia de si le había quedado claro o no. Sin embargo, por algún motivo del todo absurdo, a quien recordó en ese momento fue a Aritz y sus venenosos discursos con relación a las mujeres, y pensó que definitivamente la suya parecía dispuesta a hacerlo polvo, así que, en beneficio de la paz, y porque no era estúpido, decidió decirle lo que ella quería escuchar.

  • Me quedó claro, dhazshliv – contestó, pero ella entrecerró los ojos y se acercó a él
  • Espero que sí, porque aparte de que, como acabo de decir, Liam es mi amigo, me insultas si vas por ahí prohibiéndole que me hable o que se me acerque
  • Y no hice eso
  • Y yo no dije que lo hubiera hecho, Ilian
  • Ni falta que hacía. Si no lo hiciste, bien, pero algo hiciste, porque este tipo no es de la clase antipática y lo que sí es, es muy sociable y hablador

Dicho esto, les dio la espalda y comenzó a alejarse, así que Liam decidió disculparse, aunque en realidad él no había hecho nada.

  • De veras lamento todo esto, Aleksèi, y…
  • Y espero que no me busques problemas con mi mujer, así que por muy hablador y sociable que seas, deja de hablar y vamos a trabajar

Aunque Liam no estaba muy seguro de que aquel sujeto no siguiera teniendo deseos de quitarle la cabeza, se dispuso a seguirlo, pero en ese momento comenzaron a llegar los heridos, así que Ilian se regresó en carrera al ver la emergencia, aunque como ya se dijo, ella no debía estar en el área de los devrigs.

Como los primeros en ingresar fueron Gino, Amaranta, Fadhila, Andro y Norman, Haliq ordenó que se le diese aviso a Gianfranco, pues los tres primeros eran Savaresce y luego se fue a atender las emergencias.

Ilian había entrado a la sala de atención con Aleksèi que era quien había recibido a Norman.

  • ¡Maldición! – exclamó él
  • ¿Qué? – preguntó ella
  • Es un ikedev

Como Ilian no podía establecer aquellas cosas y no conocía a Norman, abrió mucho los ojos, pero no se detuvo en ello, sino que comenzó a trabajar como con cualquier otro humano. Sin embargo, notó que lo estaban perdiendo.

  • ¡Alek! – exclamó

Si bien Aleksèi había estado haciendo lo que podía, había estado pensando en quién era aquel sujeto y lo que iba a significar para Janos perderlo, pero espabiló y se concentró en el trabajo, y aunque él era muy bueno en lo que hacía, no pudo dejar de admirar el trabajo, la habilidad y la rapidez con la que Ilian se desenvolvía, pero también pensó que por buena que fuese ella o él mismo, aquel sujeto no tenía casi ninguna oportunidad.

Liam a quien había recibido era a Fadhila y se estaba aplicando al máximo, aunque él ya sabía que un devrig no moría por algo como lo que estaba viendo, también sabía que, en sus condiciones, podían sufrir mucho, así que aplicó toda su experiencia en emergencias con aquella chica.

Haliq con quien se las estaba viendo era con Andro, y aunque sabía lo mismo, lo que lo preocupó fueron los proyectiles que alcanzaron al levjaner en la columna, pues un daño en la médula espinal era siempre desastroso y con un pronóstico de recuperación bastante largo.




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